No hay ahora mismo relaci¨®n sexual alguna
No nos dicen la verdad: nos la dan a entender, expresi¨®n terrible porque significa que uno no se responsabiliza de lo que dice, y si algo sabemos de las palabras es que no se pronuncian solas
Lo que pas¨® a la historia del esc¨¢ndalo Lewinsky fue la justificaci¨®n que dio Bill Clinton de su famosa mentira ¡°nunca he tenido relaciones sexuales con M¨®nica Lewinsky¡± cuando se ci?¨® a su particular descripci¨®n de esas relaciones: ¨¦l ¡°no entr¨® en co...
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Lo que pas¨® a la historia del esc¨¢ndalo Lewinsky fue la justificaci¨®n que dio Bill Clinton de su famosa mentira ¡°nunca he tenido relaciones sexuales con M¨®nica Lewinsky¡± cuando se ci?¨® a su particular descripci¨®n de esas relaciones: ¨¦l ¡°no entr¨® en contacto¡± con partes del cuerpo de ella tales como ¡°genitales, ano, ingle, senos, cara interna del muslo o nalgas¡±, por lo que ¡°no tuvo intenci¨®n de satisfacer o despertar el deseo sexual de nadie¡±. Eso s¨ª, recibi¨® sexo oral; es decir, poco menos que el presidente de Estados Unidos hab¨ªa tropezado desnudo con una becaria de 22 a?os arrodillada en ese momento en el Despacho Oval. No era un caso para la justicia sino para Marie Kondo.
Este punto de la defensa legal de Clinton solap¨® el verdaderamente interesante, cuando en el programa NewsHour, y antes de que apareciesen pruebas contra ¨¦l, le dijo al presentador Jim Lehrer: ¡°No hay relaci¨®n sexual alguna [con M¨®nica Lewinsky]¡±. Tras demostrarse que s¨ª, la defensa de Clinton aclar¨® que el presidente hab¨ªa dicho la verdad: utiliz¨® el verbo ¡°hay¡±, y en esa ¨¦poca ¨¦l ya no se ve¨ªa con Lewinsky. Y si la estuviese viendo, el ¡°no hay relaci¨®n sexual alguna¡± se habr¨ªa referido a ese momento exacto, ya que Clinton no estaba manteniendo relaciones sexuales con M¨®nica Lewinsky en el plat¨® delante de Jim Lehrer.
Clinton minti¨® utilizando una verdad. Daba a entender algo que no era cierto. En ingl¨¦s a esto se le llama paltering; en Espa?a lo m¨¢s cercano, pero no exacto, ser¨ªa engatusar. Explica esto ¨²ltimo Victoria Pradilla, que ha traducido para Capit¨¢n Swing un ensayo importante para periodistas y pol¨ªticos y quienes quieran defenderse de ellos, Bullshit: Contra la charlataner¨ªa, escrito por Carl T. Bergstrom y Jevin D. West. En ¨¦l diseccionan aspectos muy actuales de la discusi¨®n p¨²blica. Uno de ellos es la llamada implicaci¨®n pragm¨¢tica, que es utilizar una frase para que tenga un significado concreto, no el literal.
Hay un uso normal de la implicaci¨®n pragm¨¢tica por el que fallecen a diario en las redes decenas de personas a las que no se les ve m¨¢s all¨¢ de la literalidad de la frase; hay otro uso, m¨¢s vicioso, que permite enga?ar sin pillarnos los dedos. Como cuando se dice, pongo un ejemplo del libro, ¡°John no se chuta cuando est¨¢ trabajando¡±, sugiriendo que es drogadicto. Se ha dado un caso reciente en la prensa espa?ola, cuando el diario The Objective public¨® que un exministro hac¨ªa ¡°fiestas con mujeres¡± y dejaba las habitaciones ¡°con restos de todo¡±. ?Qui¨¦n no hace fiestas con mujeres? ?Qui¨¦n no deja en una habitaci¨®n de hotel restos de algo? Se trata de un ejemplo paradigm¨¢tico. Varias fuentes han contado que un hombre relevante hac¨ªa fiestas con prostitutas y drogas; ?por qu¨¦ tendr¨ªa un peri¨®dico, cuyo trabajo es buscar y contar la verdad, que rebajarla cuando la encuentra? Porque al contarla tiene que probarla; al deslizarla, no.
Sobre la verdad y sus confines, precisamente, acaba de publicar Arcadi Espada en Pen¨ªnsula un libro bien interesante que contiene esta afirmaci¨®n: ¡°La verdad es un bien p¨²blico indispensable y como tal debe regularse¡±. El caso es que nosotros no sabemos si John o el exministro se drogan fuera del trabajo (ni siquiera tenemos claro, si lo hacen con su dinero, si nos importa); a lo mejor es verdad, a lo mejor no lo es. No nos han dicho la verdad: nos la han dado a entender, expresi¨®n terrible porque significa que uno no se responsabiliza de lo que dice, y si algo sabemos de las palabras es que no se pronuncian solas. Bergstrom y West denuncian precisamente eso: la utilizaci¨®n, muy a menudo, de la brecha que hay entre el sentido literal de una oraci¨®n y lo que ella implica.
El John que no se chuta cuando est¨¢ trabajando puede ir a los tribunales a defender su honor, ?pero de qu¨¦ manera? El acusado ha dicho la verdad, y John quiz¨¢ no quiera que se hable durante d¨ªas, en un juicio y en los peri¨®dicos, de si se droga o no fuera del trabajo; del mismo modo, ?qu¨¦ dir¨¢ el exministro en un hipot¨¦tico juicio?, ?que hace fiestas ¨²nicamente con hombres?, ?que antes de salir de una habitaci¨®n barre el suelo? Sabe perfectamente de qu¨¦ se le acusa, pero no tiene ni idea de qu¨¦ defenderse.