¡®Electoansiedad¡¯
Si nos creemos eso de que la democracia es algo m¨¢s que votar cada cierto tiempo, convendremos que la conversaci¨®n p¨²blica ser¨¢ m¨¢s ¨²til si conseguimos centrarnos en lo que realmente ocurre
Suele olvidarse que la pol¨ªtica es aquello que se hace entre dos noches electorales, tras comprobar el reparto de opciones de poder que le ha correspondido a cada cual seg¨²n las preferencias de los votantes. De ah¨ª que las urnas sean imprescindibles, pero no lo son todo. Sin embargo, la obsesi¨®n electoral, unida a la velocidad de los acontecimientos y las c¨¢maras de eco que son las redes sociales pueden acabar construyendo una caverna donde las sombras lo sean de nuestras c¨¢balas y no de la realidad.
En Espa?a, esa obsesi¨®n es, en parte, consecuencia del marco impuesto por la derecha al...
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Suele olvidarse que la pol¨ªtica es aquello que se hace entre dos noches electorales, tras comprobar el reparto de opciones de poder que le ha correspondido a cada cual seg¨²n las preferencias de los votantes. De ah¨ª que las urnas sean imprescindibles, pero no lo son todo. Sin embargo, la obsesi¨®n electoral, unida a la velocidad de los acontecimientos y las c¨¢maras de eco que son las redes sociales pueden acabar construyendo una caverna donde las sombras lo sean de nuestras c¨¢balas y no de la realidad.
En Espa?a, esa obsesi¨®n es, en parte, consecuencia del marco impuesto por la derecha al declarar desde el primer d¨ªa ¡°ileg¨ªtimo¡± al Gobierno de coalici¨®n hasta conseguir crear un estado de ¨¢nimo preelectoral permanente. Si hace dos a?os aseguraba que el Ejecutivo ni siquiera aprobar¨ªa unos Presupuestos ¡ªestamos a punto de tener los segundos¡ª, desde entonces, pandemia incluida, su discurso no cesa de reclamar la disoluci¨®n de las Cortes y la convocatoria de nuevos comicios. Obviamente, que la oposici¨®n lo exija no significa que el Gobierno dimita, pero el triunfo de ese marco tiene un car¨¢cter performativo, es decir, es capaz de cambiar la percepci¨®n y, por tanto, la valoraci¨®n del electorado. As¨ª, la conversaci¨®n p¨²blica interpreta ya las encuestas como escrutinios, cuando no hay ni convocatorias, ni candidaturas ni nada que se le parezca.
La electoansiedad se proyecta tambi¨¦n a las Comunidades Aut¨®nomas. Tras meses de rumores sobre posibles adelantos electorales en Andaluc¨ªa o Castilla y Le¨®n, se han multiplicado las especulaciones sobre las repercusiones de unos resultados cuyas elecciones no est¨¢n ni convocadas.
Los anuncios de nuevas candidaturas no quedan al margen de este fen¨®meno. La plataforma que quiere liderar Yolanda D¨ªaz excita m¨¢s los c¨¢lculos de posibles damnificados electorales que el an¨¢lisis sobre la oportunidad y coherencia del proyecto, lo que pueda aportar de novedoso, o su capacidad de conectar con la sociedad. Como si el ¨¦xito de este proyecto no dependiera de cuestiones claves como la reforma laboral o c¨®mo se gestiona la conflictividad social que acompa?a a esta fase de la pandemia.
Parecida situaci¨®n se da cuando las organizaciones ciudadanas de la ¡°Espa?a vac¨ªa¡± se plantean concurrir a las pr¨®ximas legislativas. En lugar de analizar qu¨¦ ha fallado en el sistema para que una parte importante de la poblaci¨®n se sienta abandonada, nos apresuramos a hacer simulaciones electorales y especulaciones sobre a qui¨¦n apoyar¨ªan para formar gobierno en un escenario de fragmentaci¨®n parlamentaria donde unos cuantos diputados ser¨ªan decisivos.
No ser¨¦ yo quien reste importancia al momentum electoral ni quien renuncie al morbo de la pol¨ªtica-ficci¨®n, pero si nos creemos eso de que la democracia es algo m¨¢s que votar cada cierto tiempo, convendremos que la conversaci¨®n p¨²blica ser¨¢ m¨¢s ¨²til si conseguimos aplacar la electoansiedad y nos centramos en lo que realmente ocurre. Como si fuera poco.