Cuidado con estas secuelas navide?as
Vivimos en una contradicci¨®n permanente. Lo positivo estos d¨ªas es ser negativo. Y lo negativo es que es muy dif¨ªcil encontrar el aparato que nos diga si uno es positivo, m¨¢s a¨²n cuando nos gustar¨ªa ser negativo para ser positivo
Vivimos en una contradicci¨®n permanente. Lo positivo estos d¨ªas es ser negativo. Y lo negativo es que es muy dif¨ªcil encontrar el aparato que nos diga si uno es positivo, m¨¢s a¨²n cuando nos gustar¨ªa ser negativo para ser positivo. Luego que si estamos hartos. Normal que nos ordenen sacar la mascarilla a pasear, aunque lo suyo ser¨ªa mandar a paseo a los que nos ordenan sacar la mascarilla. Que llegue ya 2022 con su nueva variante, por favor.
Mientras tanto, y en estas fechas tan se?aladas, contin¨²an los grandes mensajes en la red del pajarito. Hay que hablar de todo porque los espa?oles ...
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Vivimos en una contradicci¨®n permanente. Lo positivo estos d¨ªas es ser negativo. Y lo negativo es que es muy dif¨ªcil encontrar el aparato que nos diga si uno es positivo, m¨¢s a¨²n cuando nos gustar¨ªa ser negativo para ser positivo. Luego que si estamos hartos. Normal que nos ordenen sacar la mascarilla a pasear, aunque lo suyo ser¨ªa mandar a paseo a los que nos ordenan sacar la mascarilla. Que llegue ya 2022 con su nueva variante, por favor.
Mientras tanto, y en estas fechas tan se?aladas, contin¨²an los grandes mensajes en la red del pajarito. Hay que hablar de todo porque los espa?oles sabemos de todo. Espa?a es as¨ª. Las redes est¨¢n al rojo vivo, con opiniones cortitas, peque?os p¨¢rrafos que detenidamente alcanzan los 59 segundos, pero diciendo las cosas claras. M¨¢s vale tarde¡ que 120 minutos esperando a que salgan los tertulianos del horizonte como si fueran el espejo p¨²blico de todos en El programa de Ana Rosa.
Dos d¨ªas despu¨¦s de Nochebuena, que para lo ¨²nico que ha quedado ya es para celebrar que somos unos negativos y que no estamos contagiados ¨Dojo, que no es poco¨D muchos tuiteros han hecho balance de c¨®mo fue la noche previa de actos, la que compartieron langostinos junto a sus cu?ados. Uno solt¨®: ¡°Mi madre es simpatizante de Vox, mi padre del PSOE, mi hermano del PP, mi hermana y mi cu?ado de Podemos y mi t¨ªo de Ciudadanos. Hoy cenamos todos juntos. A ver qui¨¦n supera eso¡±. La foto del perfil era de un zombi. Tela, telita, tela. Vamos, que te lo coge Jordi ?vole y te hace tres temporadas.
Las respuestas fueron numeros¨ªsimas. ¡°?Usad solo cucharas!¡±. ¡°No hay test que pueda con eso¡±. ¡°Mucho ¨¢nimo para el a?o nuevo al de Ciudadanos¡±. ¡°Te falta un obispo en la mesa. Felices fiestas¡±. A esto se sumaron cientos y cientos de tuits citados, el medidor no oficial para saber si un mensaje est¨¢ cogiendo relevancia. ¡°Creo que falta el abuelo de la Falange y la prima de PACMA¡±, escribi¨® uno. ¡°?Y para qu¨¦ os junt¨¢is?¡±, dijo otro. ?Y por qu¨¦ no te callas?, que dir¨ªa el que no se ha juntado otra vez este a?o.
Al d¨ªa siguiente, el soci¨®logo de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Jes¨²s Rogero plante¨® una tesis al pueblo social tuitero que tambi¨¦n tiene su miga. Rogero cont¨® que el 25 de diciembre hab¨ªa 23 hombres y ninguna mujer en la cola de la churrer¨ªa. ¡°He meditado sobre las causas de tan consistente pauta social y sobre la posibilidad de inaugurar un nuevo ¨¢mbito disciplinar: la Sociolog¨ªa del churro¡±. La tesis dur¨® unos segundos: ¡°Hay cosas que solo hacen los hombres porque las mujeres mientras est¨¢n en otras¡±, observ¨® inmediatamente una tuitera. ¡°Saca al ni?o al parque mientras limpia la casa. Baja la basura mientras ba?a al nene y lo acuesta. Hace paella dominguera mientras ella cocina a diario¡¡±. Misterio resuelto.
El d¨ªa de Navidad da para mucho. Tambi¨¦n tuvo su aquel una que prepar¨® la madre de la usuaria Alejandra S¨¢nchez. Resulta que la mujer quer¨ªa hacer un mensaje felicitando las fiestas navide?as por WhatsApp, de estos que llaman difundidos: env¨ªas uno y llegan a unos cuantos. Bien. La se?ora, en vez de esto, cre¨® un grupo de 121 personas, pero cada una de su padre y de su madre. Ella, al darse cuenta, se asust¨®. Se sali¨® del grupo, vaya. All¨ª hay ahora mismo 121 desconocidos que pertenecen a la agenda de la madre sin saberlo. ¡°Simplemente, ¨¦pico¡±, cont¨® la hija. Y adjunt¨® un pantallazo de lo que sucedi¨® hasta que se march¨® la madre. ¡°Hola, ?qui¨¦n eres?¡±, pregunt¨® un tal Carlos. A lo que una Magda contest¨®: ¡°?Qui¨¦n eres?¡±. Carlos, l¨®gicamente, dijo: ¡°Carlos¡±. Y Magda a?adi¨®: ¡°?Qu¨¦ Carlos?¡±. Hay que ponerse ah¨ª. No es f¨¢cil. Y Carlos respondi¨®: ¡°Pues Carlos¡±. Vaya preguntita tambi¨¦n¡ Una Gloria, al ver lo que hab¨ªa, se sum¨® a la fiesta: ¡°?El del colegio?¡±. Ojal¨¢ una cena de todos. Qu¨¦ grandes son las secuelas navide?as: ya falta menos para que sean como antes.