Predilect¨ªsima
Porque escribir no es conformarse y no conformarse a veces excede el l¨ªmite de la escritura: esa actitud subraya el significado del civismo y la humanidad
El tratamiento insultante que el alcalde de Madrid ha dispensado a Almudena Grandes, adem¨¢s de denigrarla como moneda de cambio para aprobar un presupuesto, revela prejuicios sobre democracia, conciliaci¨®n...
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El tratamiento insultante que el alcalde de Madrid ha dispensado a Almudena Grandes, adem¨¢s de denigrarla como moneda de cambio para aprobar un presupuesto, revela prejuicios sobre democracia, conciliaci¨®n y ciudadan¨ªa. Y tiene un marcado sesgo ideol¨®gico: a Carmen Franco nunca se le retir¨® el honor de ser hija adoptiva de Madrid; Rafa Nadal come con el em¨¦rito y esas amistades no rezuman neutralidad precisamente; sobre Pl¨¢cido Domingo, mejor callo.
Almudena Grandes siempre ser¨¢ una gran escritora, madrile?a y universal. Merece ser hija predilecta por su maestr¨ªa para compartir literariamente el aire de los tiempos, y contar una ciudad, la suya, desde la polifon¨ªa y la galdosiana compasi¨®n. Adem¨¢s, lo merece por un civismo que se relaciona con bajar a la calle cuando hace falta: memoria democr¨¢tica, Rep¨²blica, derechos laborales, derecho al aborto. Grandes se concentr¨® delante de G¨¦nova para denunciar las mentiras de un Gobierno que acus¨® a ETA de los cr¨ªmenes del 11-M y a¨²n vive del r¨¦dito de ese imaginario; ley¨®, al lado de las mujeres, en asociaciones y bibliotecas de cada barrio madrile?o¡ Cuando public¨® In¨¦s y la alegr¨ªa, recogi¨® en Vallecas un simb¨®lico carn¨¦ del PCE para su personaje reconociendo el protagonismo de la militancia comunista en la construcci¨®n de nuestra democracia. Se podr¨ªa haber quedado en casa sin arriesgar un as¨¦ptico prestigio que no disminuye las cuentas de resultados. Por desdecir el mito de que la buena ciudadana es la que sufre en silencio, por contravenir el mandato de que la literatura sea ¡°apol¨ªtica¡± como las folcl¨®ricas del franquismo que taconeaban en El Pardo¡ Por todo lo que horroriza al PP, Almudena merece ser, instaurando denominaci¨®n superlativa y redundante, hija predilect¨ªsima de Madrid. Porque escribir no es conformarse y no conformarse a veces excede el l¨ªmite de la escritura: esa actitud subraya el significado del civismo y la humanidad.