Una desigualdad que socava la democracia
Los lectores opinan sobre la desigualdad en Espa?a, la juventud, las macrogranjas y sobre la importancia de la amistad
La Fundaci¨®n La Caixa acaba de publicar un informe sobre desigualdad en Espa?a en el ¨²ltimo medio siglo y las conclusiones son devastadoras: Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales de Europa; de hecho, es el pa¨ªs en el que m¨¢s han aumentado las desigualdades durante la pandemia. Esto viene determinado por la cronificaci¨®n de la pobreza, la disminuci¨®n de la clase media, la limitada capacidad de redistribuci¨®n de impuestos y prestaci...
La Fundaci¨®n La Caixa acaba de publicar un informe sobre desigualdad en Espa?a en el ¨²ltimo medio siglo y las conclusiones son devastadoras: Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales de Europa; de hecho, es el pa¨ªs en el que m¨¢s han aumentado las desigualdades durante la pandemia. Esto viene determinado por la cronificaci¨®n de la pobreza, la disminuci¨®n de la clase media, la limitada capacidad de redistribuci¨®n de impuestos y prestaciones y una cada vez mayor concentraci¨®n de la riqueza en un grupo reducido de privilegiados. El estudio pone negro sobre blanco lo que todos sabemos, lo que vemos en nuestras ciudades, en los barrios e incluso en nuestras familias, pero no parece que estemos aportando ni como pa¨ªs ni como sociedad soluciones a un problema tan grave que socava los principios b¨¢sicos de nuestra democracia. Nuestros pol¨ªticos prefieren desviar la atenci¨®n y enzarzarse en falsos debates interesados con un ¨²nico fin: su perpetuaci¨®n en el poder a costa de una ciudadan¨ªa cada vez m¨¢s desencantada, perpleja y furiosa.
Fernando M. Manzano. Madrid
Pongo mis esperanzas en los j¨®venes
Jubilado desde hace varios a?os, percib¨ª cuando dejaba de ser joven que no hab¨ªa roto el mundo, que ninguna generaci¨®n lo ha hecho nunca, que son los mayores quienes originan guerras y cataclismos a los que arrastran a la juventud. Percib¨ª que todas las aportaciones son importantes, las de j¨®venes, maduros y mayores, que ninguno est¨¢ de m¨¢s, y miro esperanzado vuestro impulso para corregir nuestros errores. Eso s¨ª, somos bastante quejicas, pues no alcanzamos nuestros sue?os, y me temo que algo similar ocurre siempre, pero no estar¨¦ para verlo cuando el futuro os alcance. Por favor, no desfallezc¨¢is.
Francisco Juan Rivaya. C¨®rdoba
El debate de la carne
Lo primero que hay que aclarar es que la calidad de la carne puede establecerse desde tres puntos de vista: la normativa legal, sus propiedades alimenticias y su procedencia. Desde el punto de vista legal, hasta un filete obtenido por una impresora 3D puede ser aceptable. Por sus propiedades alimenticias, estructuras qu¨ªmicas semejantes pueden tener valores gastron¨®micos muy distintos. Por su procedencia, est¨¢ claro que no es lo mismo la carne de explotaciones extensivas que la de intensivas. Otro debate ser¨ªa qui¨¦n come cada tipo de carne. Los que defienden las macrogranjas no suelen alimentarse de las carnes que producen. Los que se comen las peores carnes atendiendo a los criterios mencionados son los que no llegan a fin de mes.
Jos¨¦ Luis Arceiz Campos. O Carballi?o (Ourense)
El pilar de la amistad
Entre olas, he de aclarar lo dif¨ªcil que es despegarse de las personas que has tenido cerca tanto tiempo. A veces, en lugares lejanos, las amistades se vuelven tan intensas que llegas a entender perfectamente el uso de un pilar y c¨®mo, gracias a ¨¦l, nada se derrumba. Cuando una amistad se convierte en pilar fundamental, si se va, te derrumbas. No hay que infravalorar la importancia de saber decir que has ca¨ªdo porque te has separado de alguien que te ha aportado todo lo que una amistad implica. Entre olas, he de confirmar que los momentos acaban; las personas van y vienen; las amistades permanecen, y nosotros, como seres humanos, podemos tambi¨¦n ser pilares y derrumbes.
Alicia Raya Moreno. Niamey (N¨ªger)