El falso Brasil que Bolsonaro vendi¨® a Putin
El presidente estaba f¨ªsicamente en Mosc¨², pero con su mente puesta en los pr¨®ximos comicios, en los que intentar¨¢ vender que la vuelta al poder de Lula har¨ªa retroceder a los tiempos de destrucci¨®n de los valores tradicionales
El presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, en su pol¨¦mica visita a Mosc¨² para un encuentro con el l¨ªder ruso Vlad¨ªmir Putin tuvo en todo momento presente su miedo obsesivo a no ser reelegido y que adem¨¢s pueda ser derrotado por Lula, el peor de sus adversarios, visto por ¨¦l como un comunista que inte...
El presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, en su pol¨¦mica visita a Mosc¨² para un encuentro con el l¨ªder ruso Vlad¨ªmir Putin tuvo en todo momento presente su miedo obsesivo a no ser reelegido y que adem¨¢s pueda ser derrotado por Lula, el peor de sus adversarios, visto por ¨¦l como un comunista que intenta desacralizar al pa¨ªs e imponer lo pol¨ªticamente incorrecto.
Lo primero que afirm¨® al llegar a Mosc¨² fue, en efecto, que lo que ¡°une a Brasil y Rusia son la fe en Dios y la defensa de la familia¡±. M¨¢s tarde, en cadena nacional, insisti¨® de nuevo en que ahora Brasil tiene un presidente que ¡°valora la familia¡±, ¡°honra a sus militares¡± y ¡°cree en Dios¡±. A su lado en Mosc¨², su esposa, Michelle, vest¨ªa una camiseta roja que llevaba escrita la palabra ¡®Jes¨²s¡¯.
Sus palabras parec¨ªan dirigidas m¨¢s que a Putin bien al PT, el partido de Lula, acusado por el bolsonarismo de ser ateo, de querer deshacer el concepto de familia tradicional y de ser antimilitar. Bolsonaro estaba f¨ªsicamente en Mosc¨², pero con su mente puesta en los pr¨®ximos comicios en los que intentar¨¢ vender al pa¨ªs que la vuelta al poder de la izquierda de Lula har¨ªa retroceder a Brasil a los tiempos en que los valores tradicionales de Dios, patria, familia y militares fueron destruidos.
Claro que nada de eso interesaba en ese momento a Putin, enzarzado en sus intereses b¨¦licos. La visita del l¨ªder brasile?o en un momento en el que se ve¨ªa acosado por las democracias del mundo y que dado el clima de guerra reinante en el Kremlin hab¨ªa sido desaconsejada por la diplomacia de Estados Unidos y hasta por los ministros m¨¢s moderados del Gobierno brasile?o, fue m¨¢s bien un regalo para el l¨ªder sovi¨¦tico.
Y es que la pol¨¦mica visita a Rusia a la que seguir¨¢ otra a Hungr¨ªa para encontrarse con el ultraderechista V¨ªctor Orb¨¢n no pod¨ªa venirle mejor a Bolsonaro para demostrar a sus huestes fascistas m¨¢s radicales que sigue teniendo peso tambi¨¦n en el exterior. Ello resulta m¨¢s bien una burla si se piensa que en estos tres a?os de Gobierno ning¨²n gran l¨ªder mundial se precipit¨® a convidarle a su pa¨ªs, ni de Europa ni de las Am¨¦ricas. Y que un d¨ªa s¨ª y otro no, sigue afirmando que ¡°si el presidente estadounidense Biden lo invitara estar¨ªa dispuesto a conversar con ¨¦l¡±.
Ha sido justamente la pol¨ªtica exterior bolsonarista la m¨¢s desastrada de la historia del Brasil democr¨¢tico. Su primer ministro a cargo de Itamaraty, Ernesto Araujo, uno de los m¨¢s radicales del ala ideol¨®gica, fue un verdadero desastre y acab¨® retirado de su cargo. Estuvo a punto de crear un conflicto democr¨¢tico con China y lleg¨® a afirmar que ¡°Dios hab¨ªa llamado a Trump y Bolsonaro para salvar a Occidente¡± y sus valores hoy pisoteados.
Esto ha hecho que en el viaje de Bolsonaro a Mosc¨² sus consejeros menos extremistas hayan estado en vilo hasta el ¨²ltimo momento por lo que el presidente brasile?o pudiera decir a Putin que creara alg¨²n problema diplom¨¢tico y m¨¢s en este momento de tensi¨®n b¨¦lica entre Rusia y Ucrania. Al parecer, hasta le hab¨ªan dado por escrito ¡°lo que no deber¨ªa decir¡± para no comprometer la diplomacia mundial.
Se olvidaron de que en realidad Bolsonaro al hablarle a Putin se estaba refiriendo sobre todo a su gran contrincante, Lula da Silva, a quien indirectamente acusa de haber destruido en Brasil la imagen de Dios en sus gobiernos pasados, mientras apost¨® por la defensa de las nuevas formas posibles de familia. Tambi¨¦n de haber perdido el respeto por el mundo militar y policial, lo que, a su juicio, habr¨ªa dado lugar a la multiplicaci¨®n de los cr¨ªmenes en el pa¨ªs. De ah¨ª que Bolsonaro acu?ara su eslogan fascista de que ¡°el mejor ladr¨®n es el ladr¨®n muerto¡±, dando rienda suelta a la polic¨ªa para matar impunemente.
Las afirmaciones de Bolsonaro en Mosc¨² han sido, en realidad, un ensayo de lo que podr¨¢ ser la campa?a electoral para la presidencia que se presenta cargada de presagios y l¨²gubres presentimientos. Para comenzar, ya ha lanzado la calumnia de que el sistema usado en Brasil para las elecciones, las urnas electr¨®nicas, en las que ¨¦l fue elegido, est¨¢n manipuladas. Se est¨¢ curando en salud ante su posible derrota que aparece cada d¨ªa m¨¢s presumible, seg¨²n todos los sondeos, hasta el punto que ya se habla de que podr¨ªa buscar una excusa para dimitir si se viera derrotado de antemano.
Lo que s¨ª se teme es que dicha renuncia no ser¨ªa indolora. Bolsonaro hace cada d¨ªa elogios de los militares y de sus polic¨ªas, en quienes conf¨ªa para poder intentar, si se viera perdedor, alg¨²n tipo de golpe autoritario para poder seguir en el poder.
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