El estilo del diablo
Los ling¨¹istas desenmascaran al l¨ªder de QAnon solo por su forma de escribir
Habr¨¦is o¨ªdo hablar de QAnon, una teor¨ªa de la conspiraci¨®n obsesionada con el diablo. En 2020, se convirti¨® en un nodo principal de la falsedad y aneg¨® las redes sociales de desinformaci¨®n sobre la pandemia, bulos racistas contra el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas de los Negros Importan) y t¨®xicos dise?ados para reventar las elecciones presidencia...
Habr¨¦is o¨ªdo hablar de QAnon, una teor¨ªa de la conspiraci¨®n obsesionada con el diablo. En 2020, se convirti¨® en un nodo principal de la falsedad y aneg¨® las redes sociales de desinformaci¨®n sobre la pandemia, bulos racistas contra el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas de los Negros Importan) y t¨®xicos dise?ados para reventar las elecciones presidenciales que, pese al tragic¨®mico asalto al Capitolio por el individuo bicorne y sus huestes, llevaron a Joe Biden a la Casa Blanca en enero de 2021. ¡°Abre los ojos¡±, dec¨ªa unos a?os antes su primer mensaje; ¡°muchos en nuestro Gobierno adoran a Sat¨¢n¡±. Sus catequistas sostienen que los ¡°satanistas liberales¡± (se ve que hay otros autoritarios) trafican con ni?os desde una pizzer¨ªa de Washington, en lo que ha dado en llamarse el Pizzagate. La gran mayor¨ªa de estos mensajes iban firmados ¡°Q¡±. ?Qui¨¦n es Q?
Un genetista puede predecir un mont¨®n de cosas sin m¨¢s que leer tu genoma: si eres planta o animal, si artr¨®podo o mam¨ªfero, si un roedor o un primate, o si eres un humano, y entonces cu¨¢l es tu origen geogr¨¢fico o ¨¦tnico, tu propensi¨®n a las enfermedades y algunas de tus tendencias psicol¨®gicas. Alg¨²n d¨ªa ser¨¢ posible deducir tu cara a partir de tu texto gen¨¦tico. Pero identificarte por tu estilo de escritura parece quedar fuera del alcance de esta ciencia.
Dos equipos independientes de ling¨¹istas forenses creen haber identificado a Q, informa The New York Times. Las especulaciones sobre su identidad son copiosas. Tal vez se trate de Paul Furber, un desarrollador de software y periodista de tecnolog¨ªa sudafricano. O quiz¨¢ de Ron Watkins, un pol¨ªtico republicano que ahora se presenta al Congreso por Arizona. Un par de encuestas indican que millones de estadounidenses creen que Q es un militar de alto rango que ha descubierto que el anterior presidente, Donald Trump, libr¨® una batalla contra los dem¨®cratas ped¨®filos para salvar el mundo. Los ling¨¹istas forenses han despejado esas brumas con las primeras pruebas emp¨ªricas. El periodista Furber escribe igual que Q. Luego es Q, por m¨¢s que ¨¦l lo niegue.
Los ling¨¹istas siempre han contado con recursos para analizar la sintaxis, el vocabulario y el estilo de un texto en comparaci¨®n con otro. Recordemos Pigmali¨®n, la obra teatral de Bernard Shaw, o su adaptaci¨®n al cine My Fair Lady, donde el profesor Henry Higgins puede deducir de qu¨¦ barrio de Londres viene un personaje, o si estuvo en la India en la d¨¦cada anterior, con solo o¨ªrle hablar y para pasmo de los transe¨²ntes. La ling¨¹¨ªstica actual utiliza las ¨²ltimas t¨¦cnicas de aprendizaje autom¨¢tico (machine learning), una serie de algoritmos que aprenden de la experiencia, para identificar patrones muy sutiles en la escritura de un individuo, tan sutiles que ni el profesor Higgins podr¨ªa captarlos con la sola ayuda de su prodigioso cerebro. Uno de los nuevos estudios es de la start-up suiza OrphAnalytics, y el otro de los ling¨¹istas computacionales franceses Florian Cafiero y Jean-Baptiste Camps. La fiabilidad de sus t¨¦cnicas supera el 90%, y a veces llega al 99%.
Tus genes definen tu cara, y tu forma de escribir delata tu identidad. El anonimato empieza a ser un mito.