El asalto al Capitolio y la victoria del sistema

En Estados Unidos, la confirmaci¨®n del resultado electoral en el Congreso nunca era noticia en el estricto sentido de la palabra. Se trataba de un mero tr¨¢mite parlamentario que pasaba sin pena ni gloria y del que apenas se dejaba constancia. En los d¨ªas previos a aquel 6 de enero de 2021, la fecha en la que se deb¨ªa ratificar la victoria del dem¨®crata Joe Biden en las presidenciales de noviembre, el procedimiento, sin embargo, hab¨ªa despertado una gran expectaci¨®n. El presidente derrotado y saliente, el republicano Donald Trump, hab¨ªa lanzado una campa?a de acusaciones de fraude que hab¨ªa perdido en los tribunales y varios legisladores (representantes y senadores) de su partido hab¨ªan decidido votar en contra de la ratificaci¨®n.

La ma?ana se adivinaba turbulenta desde primera hora del d¨ªa. Miles de seguidores de Trump llegados de todo el pa¨ªs se hab¨ªan concentrado ante la Casa Blanca para escuchar las arengas del presidente saliente contra el proceso, y las noticias llegadas desde Georgia no hab¨ªan hecho sino frustrarlos a¨²n m¨¢s: la elecci¨®n por los ¨²ltimos esca?os pendientes en el Senado dejaba el control de la C¨¢mara alta en manos de los dem¨®cratas. ¡°Despu¨¦s de esto, vamos a bajar caminando hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas¡±, dijo Trump a la muchedumbre.

Poco despu¨¦s se produjeron las im¨¢genes que dieron la vuelta al mundo: una turba de sus adeptos entr¨® violentamente en el Capitolio con el fin de torpedear la votaci¨®n. Hubo sangre, hubo muertos, el pa¨ªs entero entr¨® en convulsi¨®n por un asalto a la casa del pueblo que no ten¨ªa precedentes en la historia moderna. Pero de madrugada, a¨²n en plena conmoci¨®n, las dos C¨¢maras del Congreso ¡ªla de Representantes y el Senado¡ª se reunieron de nuevo para terminar lo que hab¨ªan empezado y cumplir con ese tr¨¢mite gris que normalmente no era un acontecimiento y que, esta vez, ha quedado para la historia como una de las principales informaciones del a?o.

Los rituales parlamentarios dejan de ser noticia cuando se dan por descontado, la democracia deja de ser noticia cuando se tiene por garantizada. Este 2021 fue el a?o en el que el pueblo estadounidense vio que el triunfo de la soberan¨ªa popular, el traspaso pac¨ªfico de poder volv¨ªa a ser noticia despu¨¦s de haberse puesto en duda gravemente. Estados Unidos advirti¨® al mundo que la democracia nunca debe darse por descontado.

El episodio ha seguido coleando todo el a?o con hechos concretos: hubo un segundo impeachment o juicio parlamentario de Trump por incitar a la revuelta del que qued¨® absuelto por los republicanos; hay una investigaci¨®n en marcha en el Congreso, y muchos de los sublevados han empezado a pagar: Jacob Chansley, conocido como ¡°cham¨¢n de Qanon¡±, la cara m¨¢s visible de aquella insurrecci¨®n, ha sido condenado a 41 meses. Y Joe Biden est¨¢ sentado en el Despacho Oval.

La entrega pac¨ªfica del poder es uno de esos s¨ªmbolos que el pueblo estadounidense ha mostrado con orgullo. ¡°H¨¦roes y fil¨®sofos, hombres valientes y viles, desde Roma y Atenas han intentado que este particular traspaso de poder funcione de forma efectiva; ning¨²n pueblo lo ha hecho con m¨¢s ¨¦xito, o durante m¨¢s tiempo, que los estadounidenses¡±, escribi¨® el periodista Theodore White, en su cl¨¢sico The Making of the President, sobre las elecciones.

El balance de los hechos de 2021 puede leerse como la victoria final del sistema, pero hoy por hoy m¨¢s de la mitad de los votantes republicanos sigue creyendo que hubo fraude electoral en la victoria de Joe Biden. La democracia sigue siendo algo noticioso.

Volver a la portada del ESPECIAL RESUMEN DEL A?O