Nostradamus no, por favor
Habr¨¢ que reconocerle a Nostradamus ser el inventor del m¨¢s ins¨®lito g¨¦nero del periodismo contempor¨¢neo: las ¡®fake news¡¯ del siglo XVI
Por m¨¢s que intento, me cuesta conjeturar qu¨¦ brebaje ex¨®tico hierve en la cabeza del editor period¨ªstico que solicita a uno de sus redactores, al ver que el Ej¨¦rcito ruso entra a Ucrania, por ejemplo, que corra y arme una nota en la que se advierta que aquello ya fue anticipado por las profec¨ªas de Michel de Nostradamus, boticario y astr¨®logo franc¨¦s que muri¨® hace la friolera de cuatro s...
Por m¨¢s que intento, me cuesta conjeturar qu¨¦ brebaje ex¨®tico hierve en la cabeza del editor period¨ªstico que solicita a uno de sus redactores, al ver que el Ej¨¦rcito ruso entra a Ucrania, por ejemplo, que corra y arme una nota en la que se advierta que aquello ya fue anticipado por las profec¨ªas de Michel de Nostradamus, boticario y astr¨®logo franc¨¦s que muri¨® hace la friolera de cuatro siglos y medio. Mucho m¨¢s imaginativos que yo, desde luego, resultaron las docenas de editores que, alrededor del mundo, hicieron eso justamente durante la semana pasada. ?Se inicia una guerra? Ah, pues nos amanecemos con el encabezado de que Nostradamus ya la hab¨ªaprevisto. ?Hay un sismo o tsunami, un volc¨¢n hace erupci¨®n o un bicho se sale fuera de control, como el de la covid-19? Nostradamus tambi¨¦n lo sab¨ªa: otro encabezado resuelto.
La ¨²nica prueba de ese supremo conocimiento arg¨¹ida por los medios en cuesti¨®n (y no hablo de portalitos sin pretensiones, sino de diarios y cadenas televisoras enormes y con alg¨²n prestigio) resultan ser unas estrofas oscur¨ªsimas, escritas en franc¨¦s del siglo XVI, que nadie puede interpretar con exactitud y que, por tanto, son m¨¢s equ¨ªvocas que los mism¨ªsimos hor¨®scopos (por citar otra farsa cotidiana que nos infligen los medios como si tal cosa). ?C¨®mo es que peri¨®dicos, televisoras, portales de noticias y hasta agencias atizan el fuego de una mentira tan obvia? Porque no podemos partir de la suposici¨®n de que hay algo de verdad all¨ª. A menos que alguno de estos curiosos periodistas cuente con las pruebas de que es posible conocer el futuro mediante la minuciosa observaci¨®n de un cazo lleno de agua y aceites, mientras reposa uno sentado en un tr¨ªpode de bronce, que es el m¨¦todo de adivinaci¨®n que empleaba el buen don Michel.
Pero no. La mejor prueba de que las cuartetas de Nostradamus no sirven para nada es que jam¨¢s vimos que una nota period¨ªstica con tan valiosa informaci¨®n se publicara antes de que se produjera el desastre profetizado y permitiera, as¨ª, prevenirlo o, al menos, prepararse ante ¨¦l. Por el contrario, el despacho informativo cl¨¢sico sobre don Michel aplica sus enredados versos solo a posteriori, a hechos ya consumados, y los hace entrar con calzador en las presuntas explicaciones.
Como sucede con la ya citada invasi¨®n rusa, te¨®ricamente anunciada por una estrofa en la que Nostradamus habla de Francia. ?Maravillosa precognici¨®n, la del profeta! Si lo pensamos con calma, estuvo a punto de atinar la geograf¨ªa de la guerra: despu¨¦s de todo, Francia hace frontera con Alemania, que a su vez la hace con Polonia, que es vecina de Ucrania. Solo dos pa¨ªses (enormes) de distancia entre el lugar que menciona y el de la conflagraci¨®n: a eso se le llama punter¨ªa.
?Por qu¨¦ los medios nos atizan, cada vez que pueden, con la cantaleta de las profec¨ªas? ?Por qu¨¦ es noticia lo que hayan dicho Nostradamus, la Baba Vanga, El Brujo Mayor o los Babalawos cubanos (quienes, por cierto, pronosticaron que este 2022 ser¨ªa un a?o de ¡°enfermedades respiratorias¡±, cosa que nadie pod¨ªa suponer luego de dos a?os de pandemia), habitantes frecuentes todos de los cortes informativos?
Cuando se perpetraron los atentados del 11 de septiembre de 2001, decenas de medios reprodujeron una profec¨ªa de Nostradamus, asombrosamente certera, sobre la ca¨ªda de las Torres Gemelas¡ Antes de descubrir que era una farsa inventada por el estudiante canadiense Neil Marshall, quien public¨® en la red un paper sobre la facilidad con que pod¨ªan improvisarse disparates que fueran entendidos como visiones m¨¢gicas del futuro¡ Pero la prensa no aprendi¨® nada de aquel rid¨ªculo. En algunos de los actuales despachos sobre las ¡°visiones¡± pertinentes a la guerra de Ucrania se cita aquella estrofa ap¨®crifa como uno de los grandes aciertos del boticario franc¨¦s.
Habr¨¢ que reconocerle a Nostradamus ser el inventor del m¨¢s ins¨®lito g¨¦nero del periodismo contempor¨¢neo: las fake news del siglo XVI. Pero quiz¨¢ sea ya la hora de que el periodismo lo deje descansar en paz.