Si Dios fuera negro
En Colombia hay una enorme poblaci¨®n negra, m¨¢s de 3 millones de afrodescendientes, casi 10 por ciento de la poblaci¨®n, pero el racismo es latente
La maravillosa coincidencia de tener cinco candidatos vicepresidenciales negros ha dejado a¨²n m¨¢s claro un racismo doloroso en el pa¨ªs donde cantamos Si Dios fuera negro mi compay, todo cambiar¨ªa, de Roberto Anglero. Ese canto no es m¨¢s que eso, un himno lleno de sabidur¨ªa que bailan los blancos, pero definitivamente no entonan.
La realidad ha sido por d¨¦cadas una discriminaci¨®n sistem¨¢tica, cotidiana, en la...
La maravillosa coincidencia de tener cinco candidatos vicepresidenciales negros ha dejado a¨²n m¨¢s claro un racismo doloroso en el pa¨ªs donde cantamos Si Dios fuera negro mi compay, todo cambiar¨ªa, de Roberto Anglero. Ese canto no es m¨¢s que eso, un himno lleno de sabidur¨ªa que bailan los blancos, pero definitivamente no entonan.
La realidad ha sido por d¨¦cadas una discriminaci¨®n sistem¨¢tica, cotidiana, en las calles por las que camina un negro y los otros se cambian de acera, en los colegios, en todos los ¨¢mbitos laborales y sociales. Colombia ha sido un pa¨ªs gobernado por ¨¦lites blancas. Los espacios en la vida p¨²blica y pol¨ªtica para los afros se hab¨ªan dado en uno o dos ministros en los gabinetes, para llenar una cuota regional y plantear un discurso de diversidad y reconocimiento. O sea, no era m¨¢s que hipocres¨ªa.
En Colombia hay una enorme poblaci¨®n negra, m¨¢s de 3 millones de afrodescendientes, casi 10 por ciento de la poblaci¨®n, pero el racismo es latente. Y son precisamente los territorios de las comunidades negras los m¨¢s marginados, los de mayores conflictos y violencia y los de mayores ¨ªndices de pobreza.
De esos territorios surgieron los ahora candidatos a la vicepresidencia. La abogada y activista medio ambiental, feminista, Francia M¨¢rquez del Cauca (Gustavo Petro); el ingeniero de minas y ambientalista Luis Gilberto Murillo del Choco (Sergio Fajardo), la docente e ingeniera, Marlen Castillo de Buenaventura (Rodolfo Hern¨¢ndez); Sandra de las Lajas de Tumaco en Nari?o (John Milton Rodr¨ªguez), y el deportista de alto rendimiento y profesor universitario Ceferino Mosquera (Luis P¨¦rez).
Me atrevo a decir que son incluso mejor que los candidatos presidenciales a quienes acompa?an en sus f¨®rmulas. Incluyendo Rodrigo Lara (Federico Gutierrez). Estas f¨®rmulas vicepresidenciales han luchado toda su vida hasta llegar aqu¨ª con el dolor en cada poro de su piel. Y se han formado, y han llenado de gloria al pa¨ªs con sus banderas. Y qui¨¦nes se preguntan todav¨ªa por qu¨¦ tanta rabia en algunos de sus discursos. La respuesta es clara: porque la discriminaci¨®n duele.
Murillo ha dicho que usa corbata porque si sale sin ella la polic¨ªa lo detiene. A Francia no la atacan por lo extremo de sus posiciones o su lenguaje hiperinclusivo, la atacan por negra. Y ella lo sabe y provoca vistiendo de blanco para resaltar el ¨¦bano hermoso de su piel. No hay lugar para defender lo que ha ocurrido en la ¨²ltima semana. La cantante colombiana Marbelle la llam¨® King Kong, lo que bien le merecer¨ªa un castigo penal. Y no es un detalle. Es lo que piensa y siente sobre a qui¨¦n ella deber¨ªa rendir respeto. Obtuvo casi 800 mil votos por su valent¨ªa, por levantarse del pantano de la guerra de los territorios donde ha alzado su voz. Por eso lo que ha hecho Marbelle solo habla de la miseria de qui¨¦n la compara con un primate.
La segregaci¨®n en las tertulias sociales, en las redes, est¨¢ ahora en el d¨ªa a d¨ªa, para decirnos que todo ese discurso de diversidad, de inclusi¨®n, no es m¨¢s que una apariencia. No hemos sido capaces como sociedad de reconocernos como iguales, y no es solo en Colombia, en Francia el 35 por ciento se considera racista, los casos son diarios en discriminaci¨®n laboral contra los argelinos, en controles de identidad en las calles, perfiles raciales que le llaman, y est¨¢n siendo demandados.
Ocurre d¨ªa a d¨ªa como el caso de Inglaterra donde Justin Lee Price fue condenado por mensajes racistas contra un jugador del Manchester. En Estados Unidos donde casi siempre es agarrado a golpes hasta la muerte un negro que solo cambia de nombre, ayer George Floyd y ma?ana otro.
Cada d¨ªa se incrementa en el mundo esa especie la decisi¨®n pol¨ªtica de discriminar de la que habla Jean Fedrederic Shaub. Por qu¨¦, qu¨¦ es lo que no podemos aceptar cuando los virus nos matan a todos por igual, cu¨¢ndo los privilegios han demostrado incrementar las brechas en las que terminamos todos inmersos en las mismas violencias, cuando la historia del mundo ha demostrado que el racismo nos hace inferiores y no honorables.
Pero ah¨ª est¨¢n como lo ha planteado la fil¨®sofa Norma Jimeno: cinco candidatos. No se puede desconocer m¨¢s que hay una Colombia negra, con un discurso y una potencia tan fuerte como el salto ol¨ªmpico de la ya retirada Catherine Ibarguen o la voz de la cantante de Goyo de Chob Quib town. Ahora est¨¢n ah¨ª para decirles a los blancos que todos podemos ¡°vivir sabroso¡±.
La m¨²sica, la cultura, tiene esa capacidad de entrar en el alma, hasta en las m¨¢s deste?idas: ¡°Si Dios fuera negro, mi compay¡Negro el presidente y el gobernador¡negra la azucena y la negra la tiza, negra Blanca Nieve, negra Mona Lisa¡Fuera nuestra raza -mi compay- la que mandar¨ªa¡±. Ah¨ª se las dejo.