La madre perfecta
Los ni?os ignoran, mientras son abrazados o colocados en un lugar concreto de la composici¨®n, que han entrado en una competencia visual global que suscita envidia. Al aparecer con sus madres en esa foto colgada en Instagram est¨¢n formando parte del mecanismo patriarcal que tiende a someter a las mujeres con el mandato de la madre perfecta
Si no recuerdo mal, present¨¦ Casas vac¨ªas en Barcelona poco antes del confinamiento. Lo hab¨ªa le¨ªdo unas semanas atr¨¢s en un vuelo Oaxaca-Ciudad de M¨¦xico. Lo engull¨ª en pocas horas, pero es un libro de digesti¨®n lenta, y esta inici¨® su proceso de descomposici¨®n en el vuelo que me llevar¨ªa desde Ciudad de M¨¦xico a Barcelona. Sus personajes y conflictos siguen vivos en mi memoria. El d¨ªa que tuve la suerte de conocer a la inglesa Nell Leyshon y al chileno Mat¨ªas Celed¨®n, la editora de la...
Si no recuerdo mal, present¨¦ Casas vac¨ªas en Barcelona poco antes del confinamiento. Lo hab¨ªa le¨ªdo unas semanas atr¨¢s en un vuelo Oaxaca-Ciudad de M¨¦xico. Lo engull¨ª en pocas horas, pero es un libro de digesti¨®n lenta, y esta inici¨® su proceso de descomposici¨®n en el vuelo que me llevar¨ªa desde Ciudad de M¨¦xico a Barcelona. Sus personajes y conflictos siguen vivos en mi memoria. El d¨ªa que tuve la suerte de conocer a la inglesa Nell Leyshon y al chileno Mat¨ªas Celed¨®n, la editora de la primera me pas¨® un libro y me dijo: ¡°S¨¦ que te va a gustar¡±. Se trataba de Casas vac¨ªas, de la mexicana Brenda Navarro (Sexto Piso, 2019).
¡°?Por qu¨¦ lloramos cuando acabamos de nacer? Porque no debimos haber venido a este mundo¡±. Brenda Navarro acaba de publicar Ceniza en la boca (Sexto Piso, 2022). La idea de vivir a pesar de y sentir que si no se estuviera viva tampoco pasar¨ªa nada es algo que me persigui¨® a lo largo de la lectura de gran parte de su primera novela. Ahora coloca al lector en ciertos escenarios que nos llevan a un lugar similar, a preguntarnos si vale la pena vivir en un mundo tan injusto, tan racista, tan machista. La abuela de la protagonista dice: ¡°Se nace donde se nace y se es lo que se es¡±. ?De d¨®nde somos? ?Con qu¨¦ libertad construimos nuestros afectos? Siri Hustvedt afirma que no somos arrojados al mundo porque nacemos de alguien ?En qu¨¦ lugar queda la figura de la madre? ¡°Estamos hechos en y a trav¨¦s de los otros¡±, nadie puede despojarse de su contexto (Madres, padres y dem¨¢s. Apuntes sobre mi familia real y literaria, Seix Barral, 2022).
La culpa, el deseo, el arrepentimiento, las maternidades. Todo se me enreda en ambas novelas, pero nada hay de caos en ese enredo tan bien hilado. Todo me parece familiar a pesar de llevar muy pocos a?os leyendo sobre experiencias que tienen que ver con nuestros cuerpos y nuestros deseos, con la gestaci¨®n y la crianza, con las no maternidades. Le pregunto a Brenda c¨®mo vive como autora esta irrupci¨®n de voces similares a las nuestras en el panorama literario, y a pesar de sus interesantes reflexiones y de cierto optimismo, le sobrevuela el miedo a que seamos una moda.
Brenda Navarro prefiere hablar de maternidades y no de maternidad. Siri Hustvedt escribe: ¡°La maternidad se ha ahogado y se ahoga en tantas barbaridades sentimentales con tantas reglas punitivas sobre c¨®mo actuar y qu¨¦ sentir que sigue siendo una camisa de fuerza cultural incluso hoy¡±. En la obra de Brenda Navarro, el conflicto con las maternidades propias y el conflicto con la madre palpita todo el tiempo. Madres que roban ni?os, madres que han de alejarse de sus hijos biol¨®gicos, madres que cuidan hijos que no son los propios, madres que no quieren serlo. Me quedo con el amor que el personaje principal de Ceniza en la boca siente y recibe de una mujer a la que cuida y que est¨¢ llegando al final de sus d¨ªas, un amor que llega a pesar del racismo y la injusticia que asfixia la obra de la mexicana y nuestra realidad.
El texto Un paseo con mi madre, de Siri Hustvedt, sigue arrojando luz a nuestras atm¨®sferas viciadas. Me quedo, tambi¨¦n, con el amor que la autora y su madre supieron abonar y llenar de grises a lo largo de sus vidas compartidas. No quiero dar la espalda a las injusticias a las que este mundo nos aboca, pero permitidme apartar la vista de la prisi¨®n a la que puede dirigirnos la maternidad perfecta y ¨²nica que supuestamente todas hemos de alcanzar. Qu¨¦ bien lo explica de nuevo Hustvedt al usar la imagen de las madres que posan con sus hijos en sus relucientes cocinas en Instagram llenando la escena de glamour, perpetuando as¨ª la imagen de la ¡°buena madre¡±. Los ni?os ignoran, mientras son abrazados o colocados en un lugar concreto de la composici¨®n, que han entrado en una competencia visual global que suscita envidia. Que est¨¢n formando parte del mecanismo patriarcal que tiende a someter a las mujeres con el mandato de la madre perfecta.