Siete d¨ªas para elegir. Siete d¨ªas de dudas
Los lectores opinan sobre la segunda vuelta de las presidenciales francesas, el excesivo uso de los m¨®viles, el machismo en las redes sociales y la afici¨®n del Bar?a
Y el 24 de abril, estar¨¦ descontenta con mi elecci¨®n. En la noche de la primera vuelta, me dorm¨ª cruzando los dedos para que el voto a M¨¦lenchon superara al de Le Pen. Cuando me despert¨¦, le faltaban un poco menos de 500.000 votos. Y record¨¦ que Navid...
Y el 24 de abril, estar¨¦ descontenta con mi elecci¨®n. En la noche de la primera vuelta, me dorm¨ª cruzando los dedos para que el voto a M¨¦lenchon superara al de Le Pen. Cuando me despert¨¦, le faltaban un poco menos de 500.000 votos. Y record¨¦ que Navidad no cae en abril. En 2017, vot¨¦ al socialista Beno?t Hamon y el pasado domingo, a M¨¦lenchon. Cada vez vot¨¦ por un programa, no por una persona. M¨¦lenchon propone una sociedad basada en la transici¨®n ecol¨®gica, la renovaci¨®n democr¨¢tica y los servicios p¨²blicos, entre otras cosas, mientras que Macron apuesta por un modelo inspirado en el mundo empresarial. Se le olvida que nadie nace bajo la misma estrella. En cuanto a Le Pen, la ideolog¨ªa racista y retr¨®grada es para m¨ª algo inconcebible. As¨ª que aqu¨ª estoy, atrapada entre la peste y el c¨®lera. Le Pen o Macron. Solo me quedan dos alternativas: votar a Macron, porque no puedo aceptar una Francia dirigida por fascistas, o votar blanco para participar en la democracia. Votar blanco para decir que no quiero votar contra alguien. Me cabrea que se pida mi voto una y otra vez para ¡°cerrar el paso¡±. Solo hay una cosa de la que estoy segura, y es que muchos de los ocho millones de votantes de izquierdas lamentan que, una vez m¨¢s, no haya m¨¢s opci¨®n que el liberalismo descarado o la extrema derecha nauseabunda.
Marion Lafuste. Par¨ªs
Fuera m¨®viles
Hace unas semanas, pude por fin ir a un concierto que esperaba con ilusi¨®n. Fue maravilloso poder volver a ir a un estadio a escuchar m¨²sica en directo. Sin embargo, me sorprendi¨® la cantidad de personas que, en vez de disfrutar, se dedicaron a grabar todas y cada una de las canciones que sonaron. No digo que no haya que grabar alg¨²n v¨ªdeo, foto de recuerdo, pero me entristece que estemos m¨¢s preocupados de grabar todo, ya sea para subir el resultado a las redes o compartirlo con amigos, que de vivir esa experiencia. Se nos olvida que la vida se vive en el momento.
Sara Mart¨ªn del Barrio. Madrid
Al amparo de las redes
Declaraciones de unos y otros, sin criterio ni sentido, pero con conexi¨®n a internet y un altavoz a millones de j¨®venes es lo que encontramos cada d¨ªa en las redes, enmascarando la violencia sobre las mujeres, en bromas y haza?as entre colegas. Hacerse eco de las agresiones y abusos sexuales que han cometido, dando ejemplo a generaciones en pleno desarrollo y normalizando estos hechos no solo es muy peligroso, sino que deber¨ªa condenarse desde las instituciones, y concienciar a la sociedad para la cancelaci¨®n de estas actitudes. Pues m¨¢s que adultos funcionales, parecieran amebas. Podremos divulgar sobre feminismo y apostar por una conciencia de g¨¦nero, pero si estas pr¨¢cticas no se frenan y castigan, nos quedar¨¢, sin duda, un ¨¢rido y sombr¨ªo camino por recorrer.
Sof¨ªa Guardado. Avil¨¦s (Asturias)
La afici¨®n barcelonista
Todos sabemos que el Bar?a lleva unos meses complicados. Una ¨¦poca con pocos triunfos y muchas pesadillas. Pero todo el mundo pasa por malas rachas de las que puede salir gracias al apoyo del entorno m¨¢s cercano. En el caso de un club futbol¨ªstico, el apoyo proviene de la afici¨®n. ?D¨®nde estuvo la afici¨®n cul¨¦ en la semifinal de la Supercopa? Hemos vivido un ambiente m¨¢s alem¨¢n que barcelonista. Un Camp Nou ins¨®lito, en el mejor de los casos. Ahora bien, cuando las cosas funcionan, entonces s¨ª que se nos oye. Cuando ganamos al Madrid sin jugarnos nada, entonces s¨ª que bombardeamos las redes con mensajes entusiastas. Un aficionado apoya a un equipo en cualquier situaci¨®n, no solo en los buenos momentos. Deber¨ªamos aprender de los seguidores del Atl¨¦tico de Madrid, quienes tras haber sido eliminados de la Champions League permanecieron 20 minutos aplaudiendo y animando a su equipo, algo incapaz de hacer la ¡°afici¨®n¡± barcelonista.
Olivia Arroyo Cata. Barcelona