Orgullo de ¡®kelly¡¯
El mundo de la cultura visibiliza la problem¨¢tica de las camareras de piso y trabajadoras del hogar que se difunde a trav¨¦s de numerosas cuentas de Twitter
Las mujeres de la limpieza, las empleadas del hogar, las cuidadoras de ancianos y ni?os, las camareras de piso de los hoteles (tambi¨¦n llamadas kellys) son primas. O podr¨ªan serlo, seg¨²n cuenta Brenda Navarro en su reciente novela Ceniza en la boca. Primas porque para conseguir un trabajo la protagonista y sus amigas se recomiendan unas a otras de esta manera. ¡°?Ella es muy buena y muy trabajadora, es mi prima! Y cuando les dec¨ªas eso a las empleadoras como que cambiaban de actitud. Bueno, si es tu prima, tr¨¢et...
Las mujeres de la limpieza, las empleadas del hogar, las cuidadoras de ancianos y ni?os, las camareras de piso de los hoteles (tambi¨¦n llamadas kellys) son primas. O podr¨ªan serlo, seg¨²n cuenta Brenda Navarro en su reciente novela Ceniza en la boca. Primas porque para conseguir un trabajo la protagonista y sus amigas se recomiendan unas a otras de esta manera. ¡°?Ella es muy buena y muy trabajadora, es mi prima! Y cuando les dec¨ªas eso a las empleadoras como que cambiaban de actitud. Bueno, si es tu prima, tr¨¢etela, que sea tu responsabilidad. Y aunque fueran ecuatorianas, de Rep¨²blica Dominicana o de Bolivia, eran primas¡±, relata la autora mexicana, afincada en Espa?a, en el libro editado por Sexto Piso. La supuesta relaci¨®n de parentesco, en cualquier caso, no era obst¨¢culo para la explotaci¨®n en enormes pisos del ensanche barcelon¨¦s al cuidado de una anciana abandonada por los suyos.
Las trabajadoras dom¨¦sticas han logrado ganar mucha visibilidad en los ¨²ltimos a?os en Espa?a gracias a su lucha. Son numerosas las personas de este gremio feminizado que se han asociado para defender sus derechos y reivindicar un trato digno del denominado primer mundo. Ha habido avances, pero la situaci¨®n de precariedad sigue lejos de normalizarse a pesar de la centralidad de su labor para tantas familias. El mundo de la cultura tambi¨¦n est¨¢ contribuyendo a esa visibilidad y a evidenciar la hipocres¨ªa que anida en la sociedad, al tiempo que Twitter se ha convertido en una herramienta b¨¢sica para la difusi¨®n de informaci¨®n y de la problem¨¢tica del colectivo.
La escritora y soci¨®loga Brenda Navarro lo hace a trav¨¦s de la literatura, en primera persona, sin ser autoficci¨®n, con una novela incisiva que plantea, en definitiva, qu¨¦ vida merece la pena vivir. Las gallegas de la compa?¨ªa teatral A Panadar¨ªa emplean el humor en la obra Las que limpian, ahora en cartel en el Teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid. Se trata de una divertida farsa laboral en la que, entre risas, se describen los pormenores de la faena y del comportamiento de los empleadores en un montaje armado a partir de un estudio de campo y de las experiencias de familiares de las actrices y autoras. La dibujante de c¨®mic Ana Penyas y la investigadora Alba Herrero entran de lleno en el tema mediante un c¨®mic y una exposici¨®n que se podr¨¢ ver en noviembre en el Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM), en un proyecto h¨ªbrido entre la narraci¨®n gr¨¢fica y el an¨¢lisis social surgido de los testimonios de 14 empleadas del hogar y del trabajo conjunto con ellas.
Las kellys de Benidorm, tan activas y resolutivas, destacan en su cuenta de Twitter con casi 3.400 seguidores c¨®mo disfrutaron de la obra teatral Las que limpian a su paso por Valencia y publican una foto de ellas con el reparto. ¡°Gracias¡±, le agradecen en un tuit a las actrices, ¡°por ese rato tan genial, x vuestra interpretaci¨®n y creaci¨®n, x dedicar vuestra obra a tantas mujeres ¡®que han decidido sacudir las alfombras¡¯, reventar el suelo pegajoso¡±. Ya fuera del ¨¢mbito cultural, el tono de los tuits es diferente, como en el que piden m¨¢s acci¨®n al Gobierno a prop¨®sito de una respuesta parlamentaria del Ejecutivo: ¡°?En serio hace falta humillarnos, tomarnos por tontas? Estamos de jornadas y estudios hartas, ya hay muchos, dejen de marear para no llegar a ning¨²n sitio. Manden inspectores y t¨¦cnicos de prevenci¨®n a los hoteles, y act¨²en¡±.
Son numerosas las cuentas en Twitter y en otras redes sociales de limpiadoras dom¨¦sticas y kellys, el correlato en internet del asociacionismo de las mujeres. No obstante, todav¨ªa hace falta una mayor concienciaci¨®n e implicaci¨®n entre las propias afectadas, seg¨²n se manifiesta en un reciente tuit de la cuenta Las Kellys Barcelona, con m¨¢s de 13.400 seguidores, en la que tambi¨¦n se hace profesi¨®n de orgullo: ¡°Aunque hay cientos de miles de camareras de piso en nuestro pa¨ªs, no se puede decir que todas son kellys. Ser Kelly implica un grado muy elevado de conciencia, sacrificio y responsabilidad por el colectivo y por la humanidad¡±.