Escalada y hundimiento
Para salvarse, Ucrania tiene que liberarse de la invasi¨®n rusa, pero tambi¨¦n del antagonismo entre Rusia y Estados Unidos. Es necesario un acuerdo de neutralidad para no seguir avanzando hacia la tercera guerra mundial
Vivimos una paz b¨¦lica, con el cuerpo en paz y la mente entre bombas y escombros. Atacamos de palabra al enemigo que nos amenaza, pero dormimos en la cama, no en un refugio.
Y, sin embargo, tambi¨¦n estamos en la guerra de verdad ¡ªaunque no en combate¡ª, enviando armas y municiones.
La guerra de Ucrania se ha ido internacionalizando. Primero fue la ayuda humanitaria a la poblaci¨®n v¨ªctima de la agresi¨®n rusa, luego la alimentaria ...
Vivimos una paz b¨¦lica, con el cuerpo en paz y la mente entre bombas y escombros. Atacamos de palabra al enemigo que nos amenaza, pero dormimos en la cama, no en un refugio.
Y, sin embargo, tambi¨¦n estamos en la guerra de verdad ¡ªaunque no en combate¡ª, enviando armas y municiones.
La guerra de Ucrania se ha ido internacionalizando. Primero fue la ayuda humanitaria a la poblaci¨®n v¨ªctima de la agresi¨®n rusa, luego la alimentaria y ahora la ayuda militar, las armas, primero defensivas y luego contraofensivas, cada vez m¨¢s y de m¨¢s calidad, sobre todo gracias a la enorme aportaci¨®n de Estados Unidos y de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
La estrategia del Ej¨¦rcito ruso es implacable.
Es heredera de la de Zhukov durante la II Guerra Mundial, con los temibles bombardeos de artiller¨ªa contra el ej¨¦rcito enemigo y tambi¨¦n contra las ciudades que quer¨ªan capturar; el ejemplo supremo fue la destrucci¨®n total de Berl¨ªn con la artiller¨ªa pesada. El avance sovi¨¦tico hacia Alemania ¡ªcomo pasa con todos los ej¨¦rcitos victoriosos, aunque nunca de forma tan terrible¡ª dej¨® un rastro de asesinatos y violaciones. Lo supimos entonces, pero no quisimos denunciarlo y lo explicamos como la venganza sovi¨¦tica por todos los sufrimientos y las muertes que hab¨ªa causado la Alemania nazi.
En Ucrania, un pueblo que, si no hermano, es al menos primo del ruso, nos preguntamos si los asesinatos y las violaciones se deben al desorden de algunas tropas, la furia del fracaso o el deseo de aterrorizar.
Todav¨ªa no sabemos si la intenci¨®n original de Putin era decapitar Ucrania con los primeros ataques para que cayera como una fruta madura. Parece que el objetivo actual, vista la resistencia ucrania, es conquistar de forma permanente las regiones de Donb¨¢s y la costa del mar de Azov. En estos momentos, la lucha es encarnizada e incierta: la ofensiva rusa es potente, pero el ej¨¦rcito ucranio, en guerra desde 2014 contra los separatistas rus¨®filos, ha construido unas fortificaciones profundas y escalonadas que, hasta ahora, est¨¢n frenando los titubeantes avances rusos.
Salvo que haya un golpe de Estado en el Kremlin, o una embestida militar definitiva, o un golpe de teatro diplom¨¢tico (alto el fuego, acuerdo de paz), parece que la guerra ser¨¢ larga y cada vez m¨¢s intensa, con m¨¢s armas occidentales y con el endurecimiento de las represalias rusas.
La guerra es cada vez m¨¢s internacional. Occidente, encabezado por Estados Unidos, declara que no est¨¢ en guerra con Rusia, pero su intervenci¨®n militar del lado de Ucrania es una guerra indirecta, adem¨¢s de la guerra econ¨®mica, acentuada con el aumento de las sanciones.
Estamos en plena escalada, con nuevos bombardeos, nuevas acusaciones mutuas, nuevas oleadas de mutua criminalizaci¨®n. La guerra indirecta dentro de la guerra de Ucrania puede extenderse en cualquier momento, con bombardeos deliberados en territorio ruso o europeo.
Adem¨¢s, Putin ha vuelto a anunciar que, si se traspasa un umbral no especificado de hostilidad o injerencia contra Rusia, habr¨¢ una respuesta ¡°r¨¢pida y fulminante¡±, y ha mencionado un arma decisiva, desconocida de todos y que solo posee Rusia.
Estados Unidos y sus aliados no se toman en serio esta amenaza con el argumento aparentemente racional de la Guerra Fr¨ªa de que, si Rusia quiere aniquilarnos, la aniquilaci¨®n ser¨ªa mutua. Este argumento no tiene en cuenta los accidentes ni la irracionalidad. El accidente ser¨ªa el lanzamiento involuntario de un artefacto nuclear contra el posible enemigo, que desencadenar¨ªa una respuesta nuclear inmediata.
La irracionalidad es la de un dictador furioso o en estado de delirio.
En cualquier caso, es probable (aunque puede suceder lo improbable) que en esta deriva la guerra acabe extendi¨¦ndose a otros pa¨ªses europeos y haya un intercambio de misiles intercontinentales entre Rusia y Estados Unidos, pero sin que Europa se libre. El resultado l¨®gico ser¨ªa una tercera guerra mundial, distinta, con armas nucleares t¨¢cticas de alcance limitado, drones y la ciberguerra para destruir las comunicaciones que sostienen las sociedades.
Y otra cosa importante: la guerra hace que en los pa¨ªses involucrados se instauren controles, vigilancia, la eliminaci¨®n de toda opini¨®n fuera de la l¨ªnea oficial y la propaganda para justificar los actos propios y criminalizar al enemigo. La Rusia de Putin ya era un Estado autoritario presidido por un dictador y la guerra ha agravado el control y la represi¨®n, no solo contra quienes se oponen a la agresi¨®n, sino incluso contra quienes se permiten dudar. En Ucrania, la b¨²squeda de esp¨ªas y terroristas ha derivado en el control de la poblaci¨®n, el ocultamiento de los excesos cometidos por algunos soldados o por los banderivtsi y, adem¨¢s de denunciar los atropellos reales, la propaganda desatada contra un enemigo totalmente criminalizado. En Francia, no somos beligerantes y nos sentimos arropados por los ¨²ltimos momentos de paz, pero no nos llegan m¨¢s que las mentiras de Putin y las im¨¢genes de la destrucci¨®n que produce.
Estamos ante la escalada de la falta de humanidad y el hundimiento de la humanidad, la escalada del simplismo y el hundimiento de la complejidad. Y, sobre todo, la escalada hacia una guerra mundial que supone el hundimiento de la humanidad en el abismo.
?Podemos escapar de esta l¨®gica infernal?
La ¨²nica posibilidad ser¨ªa un acuerdo que garantizara la neutralidad de Ucrania. Quiz¨¢ un refer¨¦ndum para decidir sobre las regiones rusoparlantes de Donb¨¢s. Crimea, una regi¨®n t¨¢rtara parcialmente rusificada, merecer¨ªa un estatus especial. Las condiciones para lograr un acuerdo, aunque sea dif¨ªcil, est¨¢n claras. Pero es evidente que la radicalizaci¨®n y la escalada de la guerra disminuyen las posibilidades. La situaci¨®n geopol¨ªtica de Ucrania y su riqueza en trigo, acero, carb¨®n y metales raros la convierten en presa de los grandes depredadores, las dos superpotencias. El giro de Ucrania hacia Occidente despu¨¦s del Maid¨¢n provoc¨® la agresi¨®n rusa, y esta ha provocado el apoyo a una naci¨®n invadida y el deseo de integrarla en Occidente, lo que quer¨ªa una mayor¨ªa de ucranios.
Ucrania es v¨ªctima de Rusia, pero tambi¨¦n del deterioro de las relaciones entre las dos potencias, incluida la ampliaci¨®n de la OTAN, que a su vez se debe a la preocupaci¨®n por la guerra rusa en Chechenia y la intervenci¨®n militar en Georgia.
Para salvarse, Ucrania tiene que liberarse de la invasi¨®n rusa, pero tambi¨¦n del antagonismo entre Rusia y Estados Unidos. Eso permitir¨ªa a la Uni¨®n Europea liberarse tambi¨¦n e intentar vincular seguridad y autonom¨ªa. Las sanciones contra Rusia, adem¨¢s de golpear duramente al r¨¦gimen de Putin y al pueblo ruso ¡ªno se sabe hasta qu¨¦ punto¡ª, se vuelven en parte contra quienes las imponen: no solo corre peligro el abastecimiento de energ¨ªa y alimentos, sino tambi¨¦n, vistas la inflaci¨®n y las restricciones que se avecinan, la econom¨ªa y toda la vida social: una crisis econ¨®mica siempre genera retrocesos autoritarios y la instauraci¨®n de sociedades sumisas.
La Rusia de Putin es un r¨¦gimen autoritario abominable. Pero no es la Alemania de Hitler; su hegemonismo paneslavo no es el deseo de Hitler de colonizar Europa y esclavizar a los pueblos racialmente inferiores. Equiparar a Putin con Hitler es excesivo.
Vivimos en un mundo dominado por los antagonismos de las superpotencias y entregado a los delirios religiosos, ¨¦tnicos, nacionalistas y racistas. Por repugnantes que nos resulten en varios aspectos, la paz entre ellas es una condici¨®n indispensable para evitar una cat¨¢strofe general. As¨ª que tenemos que alcanzar un acuerdo. No salvar¨¢ a la humanidad, pero s¨ª le dar¨¢ un respiro y tal vez una esperanza.