Putin, el reflejo distorsionado de Hitler

Parece que Vlad¨ªmir Putin ha perdido el juicio. Asegura que el objetivo de esta invasi¨®n no provocada es la ¡°desmilitarizaci¨®n y desnazificaci¨®n¡± de Ucrania, cuando es ¨¦l quien se comporta como una especie de reflejo distorsionado de Hitler.

En primer lugar, debemos entender la mentalidad de Putin y por qu¨¦ ahora ha decidido jug¨¢rselo todo en esta temeraria aventura en la que, consiga o no su objetivo, es probable que destroce, como m¨ªnimo, la econom¨ªa rusa. Putin se sinti¨® profundamente sacudido por la ambici¨®n imprudente de Estados Unidos, la OTAN y la UE en la primera d¨¦cada del milenio, cuando la idea de promover la democracia en todas partes se convirti¨® en una cruzada peligrosamente ingenua. Pens¨® que una Ucrania democr¨¢tica, incluso corrupta, se convertir¨ªa en una amenaza para su propio r¨¦gimen cleptocr¨¢tico y cada vez m¨¢s dictatorial.

En abril de 2008, se escandaliz¨® y se indign¨® por el comunicado triunfalista emitido tras la Cumbre de Bucarest. En ¨¦l se dec¨ªa: ¡°La OTAN acoge con satisfacci¨®n las aspiraciones euroatl¨¢nticas de Ucrania y Georgia de ingresar en la OTAN. Hoy hemos acordado que estos pa¨ªses se convertir¨¢n en miembros de la OTAN¡±. Poco despu¨¦s, en agosto, Rusia invadi¨® Georgia de forma ca¨®tica. Y a principios de 2014, las protestas del Maid¨¢n en Kiev revelaron un rechazo a los lazos con Rusia que llevaron al presidente Yanukovich a huir a Mosc¨² para salvar su vida.

Ocho a?os m¨¢s tarde, esta invasi¨®n descarada revela repentinamente hasta qu¨¦ punto ha crecido la ira de Putin a lo largo de los a?os dentro de la burbuja aislada de su camarilla del Kremlin. El infierno no tiene tanta furia como un dictador cuyos oponentes no le toman en serio. El intento de Putin de intelectualizar su justificaci¨®n para esta invasi¨®n es incoherente. Se trata de alguien que declar¨® alegremente que la mayor tragedia geopol¨ªtica del siglo XX fue la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y al mismo tiempo culpa a Lenin de permitir que la idea de autodeterminaci¨®n se afianzara en 1917, lo que permiti¨® esa misma desintegraci¨®n en 1991.

En su incoherente discurso a la naci¨®n, su versi¨®n de la historia de Ucrania est¨¢ completamente distorsionada. Habla del genocidio contra los rusos en el este de Ucrania, un montaje rid¨ªculo que nadie cree, pero nunca menciona el Holodomor, la verdadera hambruna genocida lanzada por Stalin en 1932 contra Ucrania, que provoc¨® cuatro millones y medio de muertos. Todo lo que concede son algunos ¡°errores cometidos en distintos periodos de tiempo¡±.

Putin trata de convencerse de que una identidad ucrania separada es totalmente artificial por motivos etnonacionalistas porque Ucrania forma parte del ¡°mismo espacio hist¨®rico y espiritual¡± que Rusia. Somos un ¡°pueblo ¨²nico¡±, declara. Lo que implica que ninguna poblaci¨®n tiene derecho a seguir su propio camino. Vive en un mundo de fantas¨ªa enloquecida del pasado imperial cuando declara que ¡°se est¨¢ creando una anti-Rusia hostil en nuestras tierras hist¨®ricas¡±.

De hecho, el propio Putin sigue la pol¨ªtica estalinista del siglo pasado. ¡°No tenemos intenci¨®n de ocupar Ucrania¡±, afirm¨® al declarar la guerra. Esto presumiblemente significa que tiene la intenci¨®n de instalar su propio Gobierno t¨ªtere all¨ª. Uno puede estar seguro de que las fuerzas especiales rusas y la inteligencia militar GRU tienen listas de aquellos ucranios que desean eliminar de una forma u otra para poder as¨ª convertir el pa¨ªs en un Estado sat¨¦lite, al igual que los Estados de Europa Central en 1945. La historia no se repite, pero los l¨ªderes rusos tienden a atrapar a su pa¨ªs en un c¨ªrculo tr¨¢gicamente repetitivo.

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