Tontos
Estoy envuelto en un v¨¦rtigo de errores y pol¨¦micas en el que todo parece inestable, fr¨¢gil, a punto de estallar, como si las instituciones se estuviesen cayendo y la vida nacional corriese un peligro muy grave
Si ustedes est¨¢n leyendo esta columna es que son tontos. Muy tontos. Pero no me tomen man¨ªa. Hay quien trata de tontos a los dem¨¢s movido por su elitismo. Los que habitan en los cielos miran a la gente por encima del hombro. Pero los poetas solemos vivir en el infierno y confesamos con facilidad que somos un otro, un impostor, unos pose¨ªdos que se limitan a repetir los mensajes del Ser Supremo o del inconsciente sin saber muy ...
Si ustedes est¨¢n leyendo esta columna es que son tontos. Muy tontos. Pero no me tomen man¨ªa. Hay quien trata de tontos a los dem¨¢s movido por su elitismo. Los que habitan en los cielos miran a la gente por encima del hombro. Pero los poetas solemos vivir en el infierno y confesamos con facilidad que somos un otro, un impostor, unos pose¨ªdos que se limitan a repetir los mensajes del Ser Supremo o del inconsciente sin saber muy bien lo que van a decir. As¨ª que no me confundan con ning¨²n mandam¨¢s. No me creo m¨¢s listo que ustedes. Si pienso que son tontos al leerme es porque podr¨ªan estar disfrutando de otra columna, tal vez en otro peri¨®dico, o de otro art¨ªculo en este mismo peri¨®dico, con m¨¢s enjundia y m¨¢s sensatez, caracter¨ªstico de otras ¨¦pocas y otras razones de Estado.
Y ya que me meto en asuntos de Estado, confesar¨¦ tambi¨¦n que soy tonto como ciudadano. Un ciudadano poeta doblemente tonto. Porque mi vocaci¨®n c¨ªvica me dice que deber¨ªa sentirme feliz con los datos de la econom¨ªa, las cifras del empleo y el paro, las felicitaciones de Europa, la manera en la que hemos salido de la crisis y la pandemia, las reformas conseguidas, las medidas tomadas. Feliz con la idea de que la pol¨ªtica sirve para algo y la conciencia de que mi jefe de Estado y mi Gobierno son decentes. En estos asuntos de la honestidad las comparaciones no son odiosas. Y, sin embargo, tonto de m¨ª, estoy envuelto en un v¨¦rtigo de errores y pol¨¦micas en el que todo parece inestable, fr¨¢gil, a punto de estallar, como si las instituciones se estuviesen cayendo y la vida nacional corriese un peligro muy grave. En fin, ustedes son tontos si me leen, porque yo me miro a los ojos en el espejo, dudo de m¨ª y me digo: ¡°Tenemos que hablar¡±.