Rusia y Puigdemont
La c¨²pula independentista debe explicar sus relaciones con emisarios rusos en los mismos d¨ªas de la declaraci¨®n unilateral de 2017
Las explicaciones que ha ofrecido al juez V¨ªctor Terradellas, exresponsable de relaciones internacionales de Converg¨¨ncia y amigo personal de Carles Puigdemont, ofrecen novedades significativas sobre las relaciones del expresident con Rusia. Emplazan los contactos en 2017 ent...
Las explicaciones que ha ofrecido al juez V¨ªctor Terradellas, exresponsable de relaciones internacionales de Converg¨¨ncia y amigo personal de Carles Puigdemont, ofrecen novedades significativas sobre las relaciones del expresident con Rusia. Emplazan los contactos en 2017 entre la Generalitat y Putin en un escenario que exige explicaciones p¨²blicas y claras por parte de los responsables de la suspendida declaraci¨®n unilateral de independencia de octubre de 2017. Seg¨²n Terradellas, la tarde del d¨ªa 26 de octubre, en la que Puigdemont renunciaba a convocar elecciones auton¨®micas como salida del callej¨®n en el que hab¨ªa metido a Catalu?a, tuvo lugar en su residencia oficial un encuentro entre el president, el propio Terradellas y dos emisarios pr¨®ximos a Putin. Uno de ellos era el exdiplom¨¢tico Nikol¨¢i Sadovnikov, reci¨¦n llegado esa misma tarde a Barcelona y con quien se hab¨ªa entrevistado Terradellas en Mosc¨² en la v¨ªspera del refer¨¦ndum del 1-O. Los rusos se interesaron por la firmeza del plan de independencia de Puigdemont y ofrecieron apoyo financiero, energ¨¦tico, militar (10.000 soldados) y hasta una videollamada con Putin, una vez culminada la secesi¨®n. A cambio, aspiraban a una legislaci¨®n favorable a las criptomonedas. En esa reuni¨®n, o quiz¨¢ en una anterior, estuvo presente la entonces estrecha colaboradora de Puigdemont Elsa Artadi, quien acaba de dejar la pol¨ªtica ¡°sin fuerzas para continuar¡±. En las tres horas de declaraci¨®n ante el juez, Terradellas puntualiz¨® que el hoy eurodiputado Puigdemont no dio cr¨¦dito a la oferta rusa pero el Parlamento Europeo tiene abierta desde este mes de marzo una investigaci¨®n sobre esos contactos y la posible injerencia rusa en Catalu?a, en el marco de los habituales intentos desestabilizadores en Europa del Kremlin.
Hasta aqu¨ª la versi¨®n del ¨²nico personaje que ha hablado, y ese es precisamente el problema. La respuesta de Puigdemont, a trav¨¦s de una portavoz en Waterloo, sobre la incredulidad que le despert¨® la oferta y la inviabilidad de los planes rusos es rotundamente insuficiente. El entonces president de la Generalitat pas¨® durante la ma?ana del d¨ªa 26 de octubre de 2017 de la decisi¨®n conocida a primera hora de convocar elecciones a la rectificaci¨®n por la tarde y la apuesta por la declaraci¨®n unilateral de independencia. Esa misma tarde del d¨ªa 26 de su rectificaci¨®n se reuni¨® con los emisarios rusos, sin que a d¨ªa de hoy haya ninguna explicaci¨®n. Queda en el aire la sospecha de una inquietante temeridad pol¨ªtica y democr¨¢tica, m¨¢s all¨¢ de la que encarna la misma DUI improvisada a lo largo del mediod¨ªa. Rebajar la gravedad de ese encuentro, en esos d¨ªas y horas cruciales, solo refuerza las razones de la alarma que tens¨® a la sociedad catalana y espa?ola hasta el extremo.
La reacci¨®n solidaria con los independentistas espiados por la presunta vulneraci¨®n de los derechos democr¨¢ticos funciona tambi¨¦n en la defensa de las instituciones y su rechazo a acuerdos, apoyos o complicidades secretas con Rusia. Despachar la explicaci¨®n con el comunicado de una portavoz refuerza una incertidumbre que Puigdemont y quienes asistieron con ¨¦l a esas reuniones est¨¢n obligados a disipar cuanto antes. Subrayar hoy la peligrosidad de un r¨¦gimen autocr¨¢tico como el de Putin est¨¢ de m¨¢s, a la vista de la invasi¨®n de Ucrania. Pero ya entonces supon¨ªa un intento de injerencia de una gravedad extraordinaria por parte de un r¨¦gimen abiertamente interesado en la desestabilizaci¨®n de la UE en las v¨ªsperas de una declaraci¨®n unilateral de independencia en territorio europeo.