La paz que queremos para Ucrania
Si los cr¨ªmenes de Putin, sus secuaces y su soldadesca quedaran sin castigo, quedar¨ªa establecido un penoso antecedente y ser¨ªa un potente est¨ªmulo para que otros perpetraran cr¨ªmenes similares
De la guerra surge la paz, y de la paz debe surgir la justicia. As¨ª ocurri¨® en 1945, tras el hundimiento del nazismo, y as¨ª deber¨ªa ocurrir ahora, cuando callen las armas en Ucrania, si acaso es la paz de verdad la que llega a los ucranios y a los europeos. Podemos imaginar qu¨¦ ser¨¢ lo que llegue si no es la paz aut¨¦ntica, la que acompa?a a la reconstrucci¨®n y a la justicia, y tambi¨¦n parte moral y jur¨ªdica de la reconstrucci¨®n. Ser¨¢ la paz de los cementerios, vieja y atroz conocida de los espa?oles tras nuestra Guerra Civil.
La ¨²nica justicia que funcion¨® durante la guerra mundial fue ...
De la guerra surge la paz, y de la paz debe surgir la justicia. As¨ª ocurri¨® en 1945, tras el hundimiento del nazismo, y as¨ª deber¨ªa ocurrir ahora, cuando callen las armas en Ucrania, si acaso es la paz de verdad la que llega a los ucranios y a los europeos. Podemos imaginar qu¨¦ ser¨¢ lo que llegue si no es la paz aut¨¦ntica, la que acompa?a a la reconstrucci¨®n y a la justicia, y tambi¨¦n parte moral y jur¨ªdica de la reconstrucci¨®n. Ser¨¢ la paz de los cementerios, vieja y atroz conocida de los espa?oles tras nuestra Guerra Civil.
La ¨²nica justicia que funcion¨® durante la guerra mundial fue la expeditiva y por tanto escasamente justa, que es la que aplicaban los ej¨¦rcitos contra desertores, esp¨ªas y enemigos. Hubo que esperar a los juicios de N¨²remberg y de Tokio, en los que se juzg¨® a los principales dirigentes alemanes y japoneses de las guerras de agresi¨®n, para que empezara a nacer la idea de una justicia universal a cargo de castigar los cr¨ªmenes de guerra, contra la humanidad y, sobre todo, los cr¨ªmenes contra la paz y los genocidios.
Una diferencia de la actual guerra respecto a aquellas guerras de agresi¨®n y al genocidio a cargo del Eje nazi-fascista es que esta vez la justicia no tiene que esperar a la paz. La maquinaria de la justicia internacional ya existe y se ha lanzado a trabajar en la persecuci¨®n de los cr¨ªmenes apenas horas despu¨¦s de que se descubrieran las atrocidades perpetradas por los ej¨¦rcitos de Putin. Est¨¢ actuando la Fiscal¨ªa de Ucrania, por supuesto, y la justicia ya ha enjuiciado a tres soldados rusos, uno culpable de asesinar a un civil y los otros dos de bombardear objetivos civiles, ambos caracterizados como cr¨ªmenes de guerra, castigados con largas penas de c¨¢rcel. Hay otros 80 procesos en marcha contra prisioneros rusos por cr¨ªmenes de guerra, muy pocos todav¨ªa si se tiene en cuenta que son 15.000 los casos abiertos por la Fiscal¨ªa. Tambi¨¦n est¨¢ actuando el fiscal del Tribunal Penal Internacional con la ayuda de la agencia judicial europea Eurojust y de agentes policiales de buen n¨²mero de los pa¨ªses socios, Espa?a entre otros. Tienen ante s¨ª una lista enorme, en la que constan los nombres de 600 militares y pol¨ªticos rusos, con Putin a la cabeza, sospechosos de cr¨ªmenes contra la paz y de genocidio, ambos en distintos grados, desde la incitaci¨®n hasta ordenar su ejecuci¨®n.
La justicia tiene una funci¨®n de ejemplaridad. Si los cr¨ªmenes de Putin, sus secuaces y su soldadesca quedaran sin castigo quedar¨ªa establecido un penoso antecedente y ser¨ªa un potente est¨ªmulo para que otros perpetraran cr¨ªmenes similares. La impunidad engendra impunidad. China, sobre la que pesa ya la sospecha de genocidio en Xinjiang, podr¨ªa actuar en Taiw¨¢n siguiendo tan execrable patr¨®n.
La labor de la justicia en este caso es profundamente pol¨ªtica: cuanto m¨¢s avance en su labor, m¨¢s contribuir¨¢ a la derrota de Putin y a la victoria de un orden europeo basado en el derecho y en la justicia sobre el orden unilateral e imperial impuesto por las armas.