Siempre son motivos personales
Los lectores opinan sobre el rey em¨¦rito, el pianista Rafal Blechacz, las subvenciones que recibe el sector automovil¨ªstico y las relaciones sociales
Donde dice el rey em¨¦rito que no estar¨¢ el fin de semana en las regatas de Sanxenxo por ¡°razones estrictamente privadas¡± enti¨¦ndase por ¡°razones estrictamente institucionales¡±, porque su presencia anterior supuso otro desgaste para la Corona, ...
Donde dice el rey em¨¦rito que no estar¨¢ el fin de semana en las regatas de Sanxenxo por ¡°razones estrictamente privadas¡± enti¨¦ndase por ¡°razones estrictamente institucionales¡±, porque su presencia anterior supuso otro desgaste para la Corona, ya que fue todo menos discreta, que es lo que ten¨ªa que haber sido. No es que regresara en olor de multitudes, pero por donde pas¨® recibi¨® la simpat¨ªa y los vivas de grupos de gente que rompieron con la necesaria discreci¨®n exigible. Algunos pol¨ªticos, incluidos del Gobierno, pensaron incluso que Juan Carlos dar¨ªa explicaciones, pero lo que pronunci¨® fue: ¡°?Explicaciones de qu¨¦?¡±. En realidad, actuemos de una manera o de otra, acertada o equivocadamente, siempre son motivos personales. Muchas veces conviene m¨¢s una excusa que decir la verdad. El rey em¨¦rito no puede anunciar que no vuelve a Sanxenxo porque su hijo Felipe VI le ha pedido que se quede quieto en donde reside, que calladito e ignorado por la prensa est¨¢ mejor.
Antonio Nadal Per¨ªa. Zaragoza
Algo va muy mal
El concurso Chopin es la competici¨®n de piano m¨¢s prestigiosa que existe. Se celebra cada cinco a?os. A veces ocurren hechos extraordinarios. En 2005, por ejemplo, el jurado consider¨® que Rafal Blechacz era un pianista tan excepcional que no solo le otorgaron el principal galard¨®n y todos los premios parciales, sino que decidieron dejar desierto el segundo lugar para que constara la diferencia que en su opini¨®n exist¨ªa entre el ganador y el resto de los participantes. No s¨¦ cu¨¢ntos me gusta obtiene Blechacz cuando publica en su muro de Facebook ni cu¨¢nta gente le sigue en Twitter. S¨ª s¨¦ que si Rosal¨ªa estornuda aparece en las portadas de los peri¨®dicos y que el martes Blechacz toc¨® en un Auditorio Nacional con m¨¢s de la mitad de las butacas vac¨ªas. Algo va muy mal.
Rafael Prado Mas. Torrelodones (Madrid)
Subvenciones
Aceptamos d¨®cilmente que se subvencione al sector automovil¨ªstico y usuarios para incentivar vender m¨¢s y m¨¢s coches el¨¦ctricos. Curiosamente, nadie reclama ayudas para bicicletas el¨¦ctricas, un tipo de transporte m¨¢s ecol¨®gico y coherente con las ciudades saturadas de tr¨¢fico. As¨ª que seguiremos devorando el planeta con la producci¨®n en masa de veh¨ªculos cada vez m¨¢s grandes y no reduciendo el consumo de transporte privado gracias al man¨¢ oficial. ?Cu¨¢nto tardaremos en saber que la industria automovil¨ªstica ha supuesto una de las mayores fuentes de contaminaci¨®n, accidentes y consumo de recursos?
Emilio Iglesias Delgado. Sevilla
Empat¨ªa
Le propongo ayuda a una septuagenaria que va cargad¨ªsima. Asustada, me contesta que no. Una chica, con pinta de hippie, y numerosas maletas, sale de la estaci¨®n. Le ofrezco una mano. ¡°Yo no te conozco¡±, es su escueta respuesta. Hay fiestas en el pueblo. Estoy riendo y bailando con mi familia y amigos. Veo una chica llorar, sentada sola. Parece extranjera, como yo. ?No me temer¨¢! Me acerco para animarla. ¡°Hola. He visto que est¨¢s llorando...¡±. Se seca una l¨¢grima y dice: ¡°Estoy triste pero no llorando. ?Y no, no se pueden sentar en mi mesa!¡± A¨²n queda empat¨ªa. Pero debemos aprender a reconocerla y tener la osad¨ªa de aceptarla.
Maritza N¨²?ez Ure?a. Valencia