C¨¦sar, el retorno del escudero de AMLO
Aunque suene ut¨®pico, hay que apostar a que de cara al cierre del sexenio, el presidente es consciente de que si ¨¦l ha de seguir provocando medi¨¢ticas tormentas alguien ha de apaciguar el encono
Si alguien le hubiera preguntado este mismo a?o a C¨¦sar Y¨¢?ez con qui¨¦n estaba, en obvia referencia a su predilecci¨®n en cuanto a los precandidatos de Morena destapados hace un a?o por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ¨¦l habr¨ªa tenido una ¨²nica y pronta respuesta: c¨®mo con qui¨¦n, pues con el presidente.
Ese es el talante de quien por m¨¢s de un cuarto de siglo ha caminado junto a AMLO. Estuvo con ¨¦l cuando muchos le dieron la espalda despu¨¦s del 2006, y est¨¢ ...
Si alguien le hubiera preguntado este mismo a?o a C¨¦sar Y¨¢?ez con qui¨¦n estaba, en obvia referencia a su predilecci¨®n en cuanto a los precandidatos de Morena destapados hace un a?o por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ¨¦l habr¨ªa tenido una ¨²nica y pronta respuesta: c¨®mo con qui¨¦n, pues con el presidente.
Ese es el talante de quien por m¨¢s de un cuarto de siglo ha caminado junto a AMLO. Estuvo con ¨¦l cuando muchos le dieron la espalda despu¨¦s del 2006, y est¨¢ con ¨¦l cuando tantos se apresuran a tomar partido por alguno de los tres precandidatos presidenciales del tabasque?o. Y esto ¨²ltimo a pesar, por supuesto, del maltrato al que fue sometido durante a?os por su mercurial jefe.
Al finalizar junio de 2022 Y¨¢?ez ha sido nombrado subsecretario de Gobernaci¨®n, y su designaci¨®n ha provocado m¨¢s reverberaciones que casi cualquiera de los cambios a nivel ministro que ha realizado L¨®pez Obrador. Porque m¨¢s que el cargo, aqu¨ª s¨ª como dice AMLO, importa el encargo: y en estas horas la comentocracia se devana los sesos intentando descifrar qu¨¦ implica la llegada de este lopezobradorista nivel titanium a Bucareli.
C¨¦sar Y¨¢?ez fue otro de los legados de Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas a L¨®pez Obrador. El tabasque?o, que no es conocido por gestos de agradecimiento, le debe al hijo del general su despegue pol¨ªtico y haberle heredado en los noventa a quien por tantos a?os ha sido un eficiente colaborador.
Porque decir que Y¨¢?ez, natural de Colima, fue durante d¨¦cadas el vocero de Andr¨¦s Manuel es quedarse muy corto.
S¨ª, gestionaba su relaci¨®n con los periodistas. S¨ª, hablaba en su nombre. S¨ª, a diferencia de lo que ocurre ahora, lograba contenerlo en las conferencias para que no matara su propia nota. S¨ª, reclamaba a cualquier medio una cobertura que considerara injusta o parcial. Todo eso, que cabe en la funci¨®n de vocer¨ªa, lo ejecutaba puntualmente C¨¦sar. Pero, sobre todo, en cada diligencia, con discreci¨®n y profesionalismo ejerc¨ªa un capital que pocos pueden presumir: su jefe, el m¨¢s taimado de los desconfiados pol¨ªticos mexicanos, deposit¨® en ¨¦l su confianza.
Por eso su nombramiento como brazo derecho de Ad¨¢n Augusto L¨®pez Hern¨¢ndez en Gobernaci¨®n ha sacudido el panorama pol¨ªtico. Porque estamos ante mucho m¨¢s que el estelar retorno del colaborador pr¨®digo.
Llega a Gobernaci¨®n un funcionario de formas efectivas en medio de tanto ruido efectista. Un interlocutor morenista que sabe escuchar. Un incondicional del presidente que no se refugia en la arenga barata para evadir las cr¨ªticas. Un profesional, lo que no es poco decir si hablamos del gabinete de Andr¨¦s Manuel.
Con esas credenciales ayudar¨¢ por partida doble a Ad¨¢n Augusto. Hasta hace un a?o Gobernaci¨®n fue un despacho donde solo contaba Alejandro Encinas, el subsecretario entregado a la agenda de los derechos humanos. Eso no era malo, pero eso no inclu¨ªa la pol¨ªtica.
Con la llegada hace diez meses del exgobernador de Tabasco al palacio de Covi¨¢n resurgi¨® la funci¨®n principal de la oficina encargada de la gobernabilidad: por fin el verbo negociar tuvo sentido m¨¢s all¨¢ de Palacio Nacional.
Ad¨¢n Augusto ahora tendr¨¢ un n¨²mero dos para esa tarea. Encima un n¨²mero dos conocido y reconocido. Si fue el secretario el que pidi¨® a C¨¦sar, o fue el presidente el que lo envi¨®, el resultado es el mismo: el titular de Segob es hoy m¨¢s fuerte, por m¨¦rito propio y por este fichaje.
Aunque nadie puede darse permiso de caer en la ingenuidad de pensar que AMLO cambiar¨¢ su pendenciera manera de llevar la ma?anera, s¨ª cabe abrigar la expectativa de que este nombramiento representa, antes que nada, una nueva oportunidad para la pol¨ªtica.
De cuajar, esa esperanza traer¨ªa dividendos. Si el gobierno matiza el letargo polarizador, si explota para beneficio gubernamental las habilidades de Y¨¢?ez, pronto podr¨ªamos aplicar aquello que reza que m¨¢s que fijarnos (y obsesionarnos) en lo que YSQ dice, hay que atender lo que a pesar de la ma?anera el gobierno hace.
Por ese camino, sin duda, crecer¨ªa el margen de maniobra del presidente, y crecer¨ªa, igualmente, la proyecci¨®n rumbo al 2024 de Ad¨¢n Augusto.
La mera llegada de C¨¦sar Y¨¢?ez a la Segob constituye una se?al de lo mucho que Andr¨¦s Manuel procura a su paisano L¨®pez Hern¨¢ndez. Es tambi¨¦n, para decirlo con todas sus letras, un calambre para Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, los otros dos precandidatos, que atestiguan c¨®mo el mandatario autoriza refuerzos de lujo para su contendiente. Pero ahora el s¨ªmbolo tendr¨¢ que traducirse en resultados.
El pa¨ªs est¨¢ enervado. L¨®pez Obrador padece el triunfo de su campa?a de polarizaci¨®n. Los incondicionales del presidente llegan a la demencia de trivializar al nazismo con tal de justificar los desprop¨®sitos de la ma?anera. En la acera de enfrente brilla por su ausencia alguien que aporte dignidad al debate. Y todo eso mientras a la ciudadan¨ªa la acechan graves y cotidianos hechos delincuenciales, y una inestable econom¨ªa.
Gobernaci¨®n tiene la encomienda sustancial de abonar la gobernabilidad. Aunque suene ut¨®pico en esta administraci¨®n, hay que apostar a que de cara al cierre del sexenio el presidente es consciente de que si ¨¦l ha de seguir provocando medi¨¢ticas tormentas alguien por otro lado ha de desactivar las crisis y apaciguar el encono.
Si C¨¦sar Y¨¢?ez busc¨® por a?os una oportunidad para aportar al movimiento de su l¨ªder, ¨¦sta le llega en un crucial momento. ?l milita en una sola causa. Rumbo al final del partido L¨®pez Obrador ha sacado a un relevista de lujo. El eventual ¨¦xito de Y¨¢?ez apuntalar¨¢ tres carreras: la de su jefe de siempre, la suya¡ y la del pr¨®ximo presidente o presidenta.
Porque m¨¢s all¨¢ de que las posibilidades de Ad¨¢n Augusto florecen con la llegada de C¨¦sar a Gobernaci¨®n, al final Y¨¢?ez har¨¢, como desde mediados de los noventa, lo que convenga a Andr¨¦s Manuel, incluso a pesar del propio presidente.