?Es posible disentir de esta ret¨®rica belicista?
La cesura que se ha producido con el anterior mundo conocido es tal, que todas las voces son bienvenidas a la hora de encarar estas nuevas incertidumbres. Lo que deber¨ªa asustarnos es lo contrario
El combate de los ucranios en la guerra es una causa justa. Por tanto, no queda otra que implicarse en su ayuda y hacer lo posible por evitar que aquella pueda llegar a expandirse a otros lugares. El actual activismo de la OTAN constituye, pues, una decisi¨®n correcta. El canciller Scholz lo dijo muy claro el otro d¨ªa: ¡°Arriesgar la vida y la integridad f¨ªsica para acudir en ayuda de los dem¨¢s. Esto es la OTAN...
El combate de los ucranios en la guerra es una causa justa. Por tanto, no queda otra que implicarse en su ayuda y hacer lo posible por evitar que aquella pueda llegar a expandirse a otros lugares. El actual activismo de la OTAN constituye, pues, una decisi¨®n correcta. El canciller Scholz lo dijo muy claro el otro d¨ªa: ¡°Arriesgar la vida y la integridad f¨ªsica para acudir en ayuda de los dem¨¢s. Esto es la OTAN¡±. Esta organizaci¨®n seguramente es tambi¨¦n muchas cosas m¨¢s ¡ªel brazo armado del Occidente geopol¨ªtico, por ejemplo¡ª, pero en su actual desempe?o persigue el fin adecuado. Empiezo con estas breves consideraciones para evitar, ya desde el comienzo, que se me malinterprete. Y si lo hago tan expl¨ªcito es porque parece que nadie puede disentir al respecto. Toda la convicci¨®n y seguridad con la que afirmo mi posici¨®n ante la guerra deviene en dudas e incomodidad cuando observo algunas reacciones ante quienes se atreven a oponerse a este nuevo discurso ¨²nico.
Digo esto por las sensaciones encontradas que me produjo la cumbre de la OTAN en Madrid, con sus aires de celebraci¨®n y las manifestaciones de halcones como Stoltenberg. No hay nada que celebrar cuando hemos virado hacia posiciones que ya cre¨ªamos casi olvidadas, cuando el mundo se ve amenazado por hambrunas, se congela la lucha contra el cambio clim¨¢tico o se busca aprovisionar de recursos a un nuevo rearme. M¨¢s que en esp¨ªritu de fiesta deber¨ªamos estar en modo funeral. El retroceso civilizatorio es palpable. De acuerdo, puede que no haya otra alternativa o que hayan sido otros ¡ªPutin¡ª los que nos han conducido a la situaci¨®n actual, pero no silenciemos los muchos dilemas a lo que esto nos enfrenta. Nos vemos obligados a practicar la disuasi¨®n, y esta es tanto m¨¢s eficaz cuanto mayor sea la uni¨®n entre los socios de la Alianza; aun as¨ª, ?tenemos tan claro cu¨¢les sean los mejores medios para alcanzar el objetivo?
Como dec¨ªa Ortega, ¡°la pol¨ªtica es clara en lo que hace, en lo que logra, y es contradictoria cuando se la define¡±. Disentir sobre lo que hay detr¨¢s de cada acci¨®n pol¨ªtica es, por tanto, la reacci¨®n casi natural. Como tambi¨¦n lo es el siempre irresuelto contraste entre fines y medios. Otro canciller alem¨¢n, Helmut Schmidt, defin¨ªa la pol¨ªtica como ¡°acci¨®n pragm¨¢tica para satisfacer fines ¨¦ticos¡±. Por experiencia sabemos bien, sin embargo, lo f¨¢cil que es que los medios se acaben convirtiendo en el fin, que la excesiva atenci¨®n a una realidad dada desvirt¨²e la obtenci¨®n del prop¨®sito buscado. O que, al modo maquiav¨¦lico, todo valga para conseguirlo, que la raz¨®n de Estado campe a sus anchas. Fines y medios se llamaba precisamente el libro de Aldous Huxley donde se contiene una de las mejores defensas del pacifismo.
Ahora que tanto celebramos ¡ªaqu¨ª s¨ª encaja el t¨¦rmino¡ª la recuperaci¨®n de ese ¡°nosotros¡± occidental encarnado en los principios de la democracia y los derechos humanos no podemos olvidar que la discrepancia es uno de sus elementos sustanciales. Ser¨ªa necio perderse en discusiones bizantinas con los b¨¢rbaros ad portas, pero de ah¨ª a enrocarse en un discurso ¨²nico va un buen trecho. Qu¨¦ quieren que les diga, estoy con la posici¨®n del Presidente S¨¢nchez ¡ªo de la oposici¨®n¡ª ante este conflicto ucranio, pero no me parece mal que encuentre voces discrepantes en su mismo Gobierno. La cesura que se ha producido con el anterior mundo conocido es tal, que todas las voces son bienvenidas a la hora de encarar estas nuevas incertidumbres. Lo que deber¨ªa asustarnos es lo contrario.