Ante la crisis, ?gestionas o lideras?
Toca un verano en modo ¡®Work in progress¡¯. No solo para el Gobierno, tambi¨¦n para los agentes sociales. Ganar¨¢ quien mejor vea llegar la ola y demuestre que sabe c¨®mo cabalgarla
En el siglo XXI los felices a?os 20 duran dos meses. Exhaustos por una pandemia que no sabemos si dar por terminada, nos asomamos ¡ªeso s¨ª, tras las ansiadas vacaciones¡ª a una crisis energ¨¦tica y econ¨®mica que vuelve a infundir temor. No faltan motivos.
En los grandes centros de poder han de hacerse una pregunta: ?Me conf...
En el siglo XXI los felices a?os 20 duran dos meses. Exhaustos por una pandemia que no sabemos si dar por terminada, nos asomamos ¡ªeso s¨ª, tras las ansiadas vacaciones¡ª a una crisis energ¨¦tica y econ¨®mica que vuelve a infundir temor. No faltan motivos.
En los grandes centros de poder han de hacerse una pregunta: ?Me conformo con gestionar la crisis o me atrevo a liderarla? Gestionar la crisis supone reaccionar a lo que viene y tomar sobre la marcha medidas destinadas a intentar paliar los efectos. No es poca cosa, teniendo en cuenta la dimensi¨®n del desaf¨ªo. Pero hay otra opci¨®n, solo apta para muy valientes, que consiste en no conformarse con gestionar la crisis, sino apostar por liderarla. Es decir, anticiparse, tener previstos todos los escenarios con sus posibles planes de contingencia, y erigirse en motor de acuerdos lo m¨¢s amplios posible para subir a todos al mismo barco. Quien se quede fuera, habr¨¢ de asumir el coste que ello le puede suponer.
Lo m¨¢s exitoso de la pandemia fueron aquellos asuntos en los que se consiguieron acuerdos amplios: los ERTE, la subida del salario m¨ªnimo interprofesional, la ampliaci¨®n del bono social¡ Al Gobierno le gusta preguntarse en voz alta qu¨¦ hubiera sido de este pa¨ªs sin todas estas medidas, y no le falta raz¨®n cuando afirma que, inevitablemente, nos habr¨ªa ido mucho peor. Ojal¨¢ no tengamos ocasi¨®n para comprobarlo. Ojal¨¢ no tengamos que preguntarnos qu¨¦ hubiera pasado si no se hubiera alcanzado el pacto de rentas ¡ªcon el nombre que m¨¢s guste a quien m¨¢s ceda¡ª o si no se hubieran conseguido grandes acuerdos de Estado cuando haya que ir tomando decisiones propias de una crisis cuyas variables ni el Gobierno de Espa?a ni la Uni¨®n Europea tienen en sus manos.
La pandemia lleg¨® sin avisar y oblig¨® a reaccionar a corto. Lo novedoso de la situaci¨®n, y lo pl¨¢stico y evidente que resultaba ver el mundo parado, transmit¨ªa una imagen de gravedad que las crisis econ¨®micas tardan en generar, sobre todo si son causadas como una guerra que a¨²n no vemos como propia.
Durante los dos meses de verano en los que hemos decidido que todav¨ªa no habr¨¢ crisis, quienes no se conformen con gestionar y apuesten por liderar han de ponerse a dise?ar sus planes para anticipar escenarios, preparar respuestas y articular acuerdos. Alejarse del mundanal ruido de las pol¨¦micas tuiteras o de las discusiones familiares y hacer saber que se est¨¢ trabajando en preparar respuestas a todas las contingencias. Toca un verano en modo Work in progress. No solo para el Gobierno, tambi¨¦n para los agentes sociales.
Ganar¨¢ quien mejor vea llegar la ola y demuestre que sabe c¨®mo cabalgarla.