Una nueva era recesiva parece inevitable
Al quebrarse la confianza de ciudadanos de las clases media y baja, se tienden a erosionar las creencias en la democracia pol¨ªtica
El relato presentado sobre el futuro de la econom¨ªa y la gobernanza se basa en una multiplicidad de factores distintos, los que se van a combinar en el tiempo conformando una era recesiva. Es decir: de m¨ªnimos o nulos crecimientos en el cuadro global. Coet¨¢neo con circunstancias pol¨ªticas que complicar¨¢n el estado de la gobernanza en una pl¨¦yade de naciones.
Ese nuevo cuadro, que observaremos progresivamente, conducir¨¢ a nuevas crisis, a m¨¢s polarizaci¨®n, y nuevos desaf¨ªos para los sistemas democr¨¢ticos del mundo liberal. Apoya esta cr¨®nica el aceptar que influyen en nuestra visi¨®n hoy...
El relato presentado sobre el futuro de la econom¨ªa y la gobernanza se basa en una multiplicidad de factores distintos, los que se van a combinar en el tiempo conformando una era recesiva. Es decir: de m¨ªnimos o nulos crecimientos en el cuadro global. Coet¨¢neo con circunstancias pol¨ªticas que complicar¨¢n el estado de la gobernanza en una pl¨¦yade de naciones.
Ese nuevo cuadro, que observaremos progresivamente, conducir¨¢ a nuevas crisis, a m¨¢s polarizaci¨®n, y nuevos desaf¨ªos para los sistemas democr¨¢ticos del mundo liberal. Apoya esta cr¨®nica el aceptar que influyen en nuestra visi¨®n hoy las experiencias que enumero a continuaci¨®n. Las experiencias duras de la peste global llamada covid-19 y sus variantes de 2021 y 2022, las consecuencias de fen¨®menos del cambio clim¨¢tico que la crisis medioambiental arroja en muchas latitudes del planeta. Estos dos flagelos ya persistentes influyen todav¨ªa en mentalidades fatalistas de un variopinto universo de ciudadanos. Hay todav¨ªa latente en memorias ciudadanas la idea que los flagelos inesperados -cisnes negros - pueden recrudecer.
Econom¨ªa de expectativas y sentimientos
Si un observador avezado en comportamiento se enfoca en la percepci¨®n de la mente de personas representativas de clase media, es probable que el caso modal hoy predominante se encamina al escepticismo. Dado el set de factores recientes que golpearon el bienestar personal, y constatando los riesgos inflacionarios agudos y los impactos sobre el bienestar de hogares, el ciudadano sopesa ¡°el estado del progreso¡± con ansiedad, bajo dudas y temor.
Sostenemos, en nuestro escenario base, que dicho escepticismo se condice con las tendencias que observamos para ciertas variables macroecon¨®micas de peso. Destacamos las que, a nuestro juicio, poseen mayor incidencia para los tiempos que vienen.
El escenario m¨¢s probable se describe con base en los considerandos siguientes.
En vastas latitudes hay temor: miedo a volver a quedar desempleado, temor a volver a contagiarse, fantasmas de nuevas cuarentenas sanitarias, angustias de poder ser desplazado de una posici¨®n y estatus determinado, a una de menor rango, menos paga y m¨¢s inseguridades.
Por ejemplo: hoy se acumula una serie de estudios que modelan c¨®mo el mundo de tecnolog¨ªas aplicadas al mundo del trabajo ir¨¢n reemplazando al obrero y al empleado base por nuevas m¨¢quinas, procesos iterativos, avatares o simplemente por trabajo a distancia bajo comunicaci¨®n especializada.
Ejemplo dos: incide con fuerza el temor a rivalizar con miles de rostros de migrantes que arriban mes a mes a diversas ciudades y regiones: Cohortes dispuestos a insertarse en el nuevo pa¨ªs bajo una fracci¨®n del salario habitual.
Circulan por el mundo, centenas de v¨ªvidos testimoniales transmitidos por CNN, BBC, ABC, con oleada de migrantes del norte de ?frica, Centroam¨¦rica, sudeste asi¨¢tico y desde pa¨ªses con crisis pol¨ªticas complejas como Venezuela, Per¨², Argentina, Ucrania y otros.
Resultados para la sensaci¨®n ¡°t¨¦rmica¡± com¨²n son: ansiedad, miedos combinados, inseguridad, expectativas de ir ¡°quedando atr¨¢s¡±, y m¨¢s fracturas en la crisis de los llamados Estados benefactores, incluso de los concebidos solo como Estados protectores (resguardos de fronteras).
La problem¨¢tica creciente producto de variables psico-externas, tecnolog¨ªas, y de salud, se va empeorando por constataci¨®n de que las falencias de la gobernanza ya no pueden mantener en firme ciertos roles hist¨®ricos de los Estados nacidos, sean de democracias liberales del siglo XIX y XX o bien de sociedades autoritarias del mundo posmoderno.
Al quebrarse la confianza de los ciudadanos de clases media y baja, se tiende a erosionar las creencias en la democracia pol¨ªtica.
Descontar el futuro: readecuar el ahorro personal
Sintetizando, arriesgando una predicci¨®n espec¨ªfica, la evaluaci¨®n para el trienio que viene es, del todo, de una estrechez conservadora.
Si aceptamos que la posibilidad de un aumento importante de la productividad del sistema econ¨®mico global es baja, que demorara alg¨²n tiempo en reducirse la inflaci¨®n de bienes de consumo y de productos intermedios, que las condiciones del cr¨¦dito bancario ser¨¢n m¨¢s duras en tasas y plazos y que los esp¨ªritus animales de empresarios expansivos pasan a rezago, lo que nos resta como ¡°motor coyuntural¡± del crecimiento ser¨¢: el consumo de hogares y personas. Normalmente, el componente de m¨¢s peso en el PIB.
Pero habr¨¢ dos causales dominantes para entender, realmente, las motivaciones del consumidor tipo situado en pa¨ªses grandes (China, EE UU, zona Euro) o en pa¨ªses de econom¨ªas emergentes con importantes tama?os poblacionales (Rusia, Indonesia, India, Brasil y M¨¦xico).
El primero, que deviene de la teor¨ªa econom¨ªa cl¨¢sica, se refiere a la tasa de descuento que una persona aplica a un flujo esperado de consumo futuro (tasa de preferencia inter-t¨¦mpore ): la que ceteris paribus, implica exigir del ahorro un rinde tal que compense la postergaci¨®n de parte del consumo hoy. Gasto que es siempre motor del crecimiento, consumo que hubiese sido hoy elemento de natural reactivaci¨®n del gasto agregado.
Ello dar¨¢ ahora una prima de menor valor (menor fuerz ) pues el nuevo horizonte racional que empapa los sentimientos de vastos grupos de consumidores contempla y tomara en cuenta que ¨C con experiencias vividas 2019- 2021 ¨C se ha ido erosionando las capacidades de los Estados de responder a demandas contempor¨¢neas complejas, bajo las reglas del Estado de Bienestar tradicional. Ergo: se va generalizando la idea de que va a ir decayendo la capacidad de un Estado que apoya con transferencias, con subsidios, gastos previsionales y ayudas sociales a sectores vulnerables y desempleados del ciclo, en comparaci¨®n con est¨¢ndares del pasado.
Entre otras cosas, el habitante contempor¨¢neo entiende mejor que el ciclo inflacionario golpea la capacidad de los Estados y que la gobernanza demandada por una ciudadan¨ªa empoderada ser¨¢ peor evaluada a la luz del nuevo escenario de finanzas fiscales.
La segunda causal posee un car¨¢cter monetario.
Sabemos que en pr¨®xima reuni¨®n oficial la Reserva Federal de USA subir¨¢ la tasa rectora de pol¨ªtica en al menos 75 puntos base (0,75 %). Esa acci¨®n detonar¨¢ algunas decisiones en similar direcci¨®n por el Banco Central Europeo, el de China y otros. Todo eso ser¨¢ consistente con nuevo apret¨®n en la liquidez, torn¨¢ndose m¨¢s elevadas los intereses de mercado a corto o mediano plazo. Un empleo razonable de par¨¢metros que relacionan la respuesta del ahorro personal bajo est¨ªmulos de tasas de inter¨¦s nos lleva a sugerir que, por ese lado, el volumen del flujo de ahorros subir¨¢ en futuro mediato.
Resumimos todo ello de manera simple; lo m¨¢s gr¨¢fica posible. Amplios sectores de la poblaci¨®n, sintiendo elevarse sus temores de futuro y unido a la constataci¨®n emp¨ªrica de nuevas falencias para la respuesta de los Estados ante crisis, conducir¨¢n sus ahorros personales al alza en tiempos cercanos.
Como no constatamos que desde el lado inversor haya cambios que estimulen alguna crecida significativa, el mundo en general, con contad¨ªsima excepci¨®n, va a entrar a un ineludible escenario recesivo. Se hace, por ende, necesario empezar a analizar las derivas sociales y pol¨ªticas que ello implica.