?C¨®mo est¨¢ el patio!
Las opiniones son m¨¢s contundentes cuando son an¨®nimas, es decir, gratis, igual que los desayunos en un buf¨¦ libre
Existe una cuenta llamada @liosdevecinos que recopila ¡°broncas y curiosidades¡± en los edificios, una especie de meta-Twitter, ya que la red social no deja de ser una gran comunidad de inquilinos a menudo mal avenidos. Ambos ecosistemas funcionan de modo parecido. El anonimato envalentona por igual a los alias tuiteros y a esos vecinos que pegan carteles en el portal o en el ascensor cuando nadie los ve. Las opiniones son m¨¢s contundentes cuando son gratis, igual que los desayunos del buf¨¦ libre. Por todo esto, las dos comunidades ...
Existe una cuenta llamada @liosdevecinos que recopila ¡°broncas y curiosidades¡± en los edificios, una especie de meta-Twitter, ya que la red social no deja de ser una gran comunidad de inquilinos a menudo mal avenidos. Ambos ecosistemas funcionan de modo parecido. El anonimato envalentona por igual a los alias tuiteros y a esos vecinos que pegan carteles en el portal o en el ascensor cuando nadie los ve. Las opiniones son m¨¢s contundentes cuando son gratis, igual que los desayunos del buf¨¦ libre. Por todo esto, las dos comunidades son, tambi¨¦n, un estupendo campo para trabajar la naturaleza humana, para conocerla en todas sus versiones.
Est¨¢n los educados, los que plantean interesantes temas para la reflexi¨®n colectiva con el fin de mejorar la convivencia. Cargados de buenas intenciones, en el portal suelen colgar textos escritos a ordenador, nunca a mano, con sangr¨ªas en los m¨¢rgenes y a doble espacio. Son los mismos que en las redes sociales ponen puntos al final de cada oraci¨®n e incluso cierran sus tuits deseando un ¡°feliz s¨¢bado a todos¡±.
En el portal:
En Twitter:
Luego est¨¢n los folloneros, los que llevan el rotulador rojo siempre desenfundado para profanar esos primorosos carteles con alg¨²n dibujo obsceno. En Twitter son los que dicen: ¡°Feliz s¨¢bado ser¨¢ para ti. Yo estoy en un atasco¡±, etc.
Y los agresivos. Se comunican en may¨²sculas y siempre que pueden, a mano. Su m¨¦todo, en el portal y en la red social, como el de los surrealistas, es el de la escritura autom¨¢tica: escupen palabras sin control, sin reparar ni en la ortograf¨ªa ni en las consecuencias.
¡°Estimado vecino. Su perro se pasa el d¨ªa ladrando sin cesar. Se le oye por toda la comunidad. Rogamos que tome las medidas oportunas o, lamentablemente, lo tendremos que hacer nosotros¡±.
¡°Su problema es que tiene que madrugar mucho para recoger a su madre del trabajo en la Casa de Campo¡± (@MarcosdeQuinto).
Est¨¢n los sarc¨¢sticos, los Quevedos del quinto derecha. Son perfeccionistas, pueden dedicar horas, incluso d¨ªas, a la redacci¨®n del cartel del portal. Y aspiran no tanto a solucionar el problemilla de convivencia como a tener muchos likes en redes sociales y que alguien con buen ojo los fiche para hacer mon¨®logos: ¡°?Saben aquel del vecino que¡?¡±.
¡°Queridos vecinos del 3? B: Por favor, dejad de discutir gritando. Todo el edificio est¨¢ al tanto de vuestros problemas. PD. Y Pedro tiene raz¨®n, una suegra no debe meterse en una relaci¨®n, entendemos que est¨¦s estresada por lo de tu amiga Raquel, pero ella se lo busc¨® cuando dej¨® a Mateo por Ricardo. Tus vecinos¡°.
¡°Se ruega al 2? A no volver a tirar sillas por la ventana (tal como ocurri¨® en la madrugada del 1 al 2 de abril). Se agradece tanta generosidad, pero el resto de los vecinos ya tenemos la vivienda amueblada. Gracias¡±.
Y finalmente est¨¢n los vecinos-CSI, que incorporan al cartel la prueba del delito, ya sea en fotos periciales o restos biol¨®gicos: colillas, cortezas de queso, pelos...
En Twitter son verificadores. Dominan la hemeroteca y nunca disparan sin datos.
Finalmente, est¨¢n los fogosos y los discretos. Twitter es un patio ruidoso donde nunca llueve, ni se ama, a gusto de todos.