Pol¨ªtica de eslogan y fogonazo
En una democracia parlamentaria, la oposici¨®n tiene una misi¨®n fundamental: controlar la acci¨®n gubernamental y plantear una alternativa. Esto es lo que se esperaba del PP de Feij¨®o y no acaba de arrancar
¡°Espa?a suma, la corrupci¨®n resta¡±. As¨ª respond¨ªa Albert Rivera a la propuesta de Pablo Casado en septiembre de 2019 de que el PP, Ciudadanos y Vox presentasen una candidatura com¨²n en la repetici¨®n de elecciones que se avecinaba. Pasaba por alto el peque?o detalle de haber concurrido ya con una f¨®rmula similar en Navarra, y el no menor de haber entregado en bloque a los populares un ramille...
¡°Espa?a suma, la corrupci¨®n resta¡±. As¨ª respond¨ªa Albert Rivera a la propuesta de Pablo Casado en septiembre de 2019 de que el PP, Ciudadanos y Vox presentasen una candidatura com¨²n en la repetici¨®n de elecciones que se avecinaba. Pasaba por alto el peque?o detalle de haber concurrido ya con una f¨®rmula similar en Navarra, y el no menor de haber entregado en bloque a los populares un ramillete de comunidades y alcald¨ªas. Un ejemplo de muchos del uso y abuso de la pol¨ªtica de eslogan y fogonazo a la que los naranjas cogieron querencia. Soniquete musical, chascarrillo ocurrente y exiguo contenido repetido hasta la saciedad por el mayor n¨²mero posible de caras reconocibles de la formaci¨®n.
La f¨®rmula m¨¢gica de la frase comercial no fue exclusiva de Ciudadanos, sino un tic de la llamada nueva pol¨ªtica, creyente reverencial del impacto comunicativo. Inolvidable aquel ¡°chicle de MacGyver¡± que la primera plana de Podemos dedic¨® con insistencia a Albert Rivera porque serv¨ªa para arreglar todo en el r¨¦gimen del 78. O ¡°la hipoteca naranja¡± que implicaba para el PSOE pactar con Ciudadanos.
Esta retah¨ªla de frases de cat¨¢logo me ven¨ªa a la mente esta semana al escuchar a diversos dirigentes populares denominar ¡°decreto de la improvisaci¨®n energ¨¦tica¡± al plan del Gobierno para cumplir con el ahorro de un 7% de energ¨ªa comprometido con la UE. La frase resulta m¨¢s desalentadora en labios de Miguel Tellado, mano derecha de N¨²?ez Feij¨®o y representante como ¨¦l de ese PP en teor¨ªa moderado y resolutivo que ha recuperado el mando popular. Si en los nuevos partidos la pol¨ªtica de la frase impactante se hace cansina y poco cre¨ªble, en los partidos de largo recorrido suena a pose de cart¨®n piedra. ?C¨®mo casa la pol¨ªtica del fogonazo con aquel Feij¨®o que se postul¨® como el hombre que ven¨ªa a hacer pol¨ªtica de gesti¨®n y no a regalar frases de Twitter?
En la ¨²ltima semana hemos asistido a un debate surrealista sobre la inconstitucionalidad de marcar horarios a la iluminaci¨®n de escaparates. Un ataque a la libertad, dicen, aunque la actividad comercial est¨¢ regulada por leyes y ordenanzas de todo tipo. Se dedican grandes aspavientos al tope de 27 grados de temperatura m¨ªnima en estos establecimientos, cuando desde 2009 el reglamento de instalaciones t¨¦rmicas en los edificios lo marca en 26. O se acusa al Gobierno de imponer por aplicar medidas en el ejercicio de sus competencias ejecutivas. Si algo no se le puede echar en cara a este Ejecutivo es que no haya ejercido como tal. Un vistazo al BOE muestra una actividad legislativa fren¨¦tica muy centrada en lo material.
Frente a la labor del Gobierno, en una democracia parlamentaria, la oposici¨®n tiene una misi¨®n fundamental: controlar la acci¨®n gubernamental y plantear una alternativa. Esto es lo que se esperaba del PP de Feij¨®o y no acaba de arrancar. El control se diluye entre descalificaciones y frases comerciales. Resulta muy dif¨ªcil encontrar una propuesta concreta m¨¢s all¨¢ de la petici¨®n continua de una bajada de impuestos imprecisa planteada como receta universal. Queda lejos el plan de medidas urgentes y extraordinarias en defensa de las familias y la econom¨ªa de Espa?a de sus primeros compases. Esa deber¨ªa ser la apuesta. La de una oposici¨®n constructiva que se erija como alternativa y abandone el gusto por el derribo sin calcular el coste.