Espa?a dickensiana
No coinciden las recetas econ¨®micas de los expertos con los deseos pol¨ªticos de los ciudadanos. Y ese desajuste es el opuesto al que hemos visto durante d¨¦cadas
El final de este curso pol¨ªtico es el famoso inicio de Dickens: era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos (notable crecimiento econ¨®mico, pero elevada inflaci¨®n); la edad de la sabidur¨ªa y tambi¨¦n de la locura (por un lado, las medidas declaraciones del ministro Escriv¨¢ o de Cuca Gamarra; por el otro, las desmedidas palabras de tantos pol¨ªticos); la ¨¦poca de las creencias y de la incredulidad (no se recuerda tanta pol¨ªtica social en Espa?a ni tanta sensaci¨®n de desprotecci¨®n social); la era de la luz y de las tinieblas (literalmente, por los vaivenes en la factura el¨¦ctrica); la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperaci¨®n (metaf¨®ricamente, este verano y este oto?o). Todo lo pose¨ªamos, pero nada ten¨ªamos (suben los salarios, baja el poder adquisitivo).
En parte, somos dickensianos porque no coinciden las recetas econ¨®micas de los expertos con los deseos pol¨ªticos de los ciudadanos. Y ese desajuste es el opuesto al que hemos visto durante d¨¦cadas. Los vientos procedentes de los foros econ¨®micos internacionales empujan ahora hacia pol¨ªticas de izquierdas, anteponiendo el mantenimiento de la capacidad de compra de las clases medias y vulnerables a la ortodoxia presupuestaria, al contrario de que sucedi¨® en la pasada crisis, donde se nos prescribi¨® a todos la amarga medicina de la austeridad. En econom¨ªa, Keynes is back.
Pero las corrientes pol¨ªticas de fondo nos arrastran hoy hacia la derecha. EE UU, que suele marcar las tendencias, est¨¢ viviendo lo que algunos llaman una ¡°ola roja¡± (por el color de los Republicanos). La derecha americana, con un discurso muy trumpista, podr¨ªa controlar el Congreso y el Senado tras las legislativas de noviembre. Y no s¨®lo parece que vaya a ganar, sino que destila una sensaci¨®n de superioridad. Un hecho revelador: en los anuncios televisivos de las primarias, los candidatos Republicanos se presentan casi todos como ¡°orgullosos conservadores¡±, pero los Dem¨®cratas ya no se definen como ¡°liberales¡±.
No hemos llegado todav¨ªa a esta situaci¨®n en Espa?a. Pero, tras sus apabullantes resultados en Madrid, Castilla y Le¨®n y Andaluc¨ªa, como m¨ªnimo, parece que el PP est¨¢ en racha. Aznar is back. As¨ª que, o el Gobierno reacciona o tendr¨¢ que aplicarse la frase siguiente de la apertura de Dickens: ¨ªbamos directamente al cielo y nos extravi¨¢bamos en el camino opuesto. @VictorLapuente
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