Embobados con Londres
La posibilidad de la foto hasta ahora evitada de Felipe VI con su padre nos recuerda un problema cada vez m¨¢s enquistado
Est¨¢n discutiendo en Twitter, d¨®nde si no, sobre la conveniencia de que el Rey asista al funeral de Isabel II.
¡ª?Qu¨¦ rey?
Esa es la cuesti¨®n. Casi nadie pone en duda que el rey Felipe tiene que ir como jefe de Estado, pero en cuanto al rey Juan Carlos el asunto ya no est¨¢ tan claro. Hay quienes, como N¨²?ez Feij¨®o, ven ¡°adecuado, oportuno y l¨®gico¡± que el monarca em¨¦rito asista, y esgrimen adem¨¢s su relaci¨®...
Est¨¢n discutiendo en Twitter, d¨®nde si no, sobre la conveniencia de que el Rey asista al funeral de Isabel II.
¡ª?Qu¨¦ rey?
Esa es la cuesti¨®n. Casi nadie pone en duda que el rey Felipe tiene que ir como jefe de Estado, pero en cuanto al rey Juan Carlos el asunto ya no est¨¢ tan claro. Hay quienes, como N¨²?ez Feij¨®o, ven ¡°adecuado, oportuno y l¨®gico¡± que el monarca em¨¦rito asista, y esgrimen adem¨¢s su relaci¨®n de parentesco con la reina difunta. Deteng¨¢monos aqu¨ª. Conviene prestar atenci¨®n al siguiente p¨¢rrafo, publicado hace un par de d¨ªas en este diario: ¡°El parentesco entre las dos familias reales es importante. Don Juan Carlos y Do?a Sof¨ªa son tataranietos de la reina Victoria de Inglaterra, como tambi¨¦n lo es Isabel II y lo era su marido. El padre del nuevo rey Carlos III, Felipe de Edimburgo, era t¨ªo segundo de la reina Sof¨ªa. El rey Jorge I de Grecia era su abuelo y el bisabuelo de la reina em¨¦rita. A su vez, la abuela de Juan Carlos I, la reina Victoria Eugenia, era prima hermana de la madre del duque de Edimburgo, Alicia de Battenberg¡±. Bien mirado, este p¨¢rrafo, casi un trabalenguas, puede servir de argumento para unos y para otros, esto es, para mon¨¢rquicos y republicanos, pero sigamos.
Queda claro que los lazos familiares existen, y en virtud de ese parentesco y de los a?os que han compartido Isabel II y Juan Carlos I al frente de sus respectivas casas reales, parece l¨®gico que desde Londres se haya cursado la invitaci¨®n al funeral. La cuesti¨®n por tanto es la siguiente: ?debe el rey Juan Carlos aceptar la invitaci¨®n? ?O no ser¨ªa m¨¢s conveniente, e incluso m¨¢s elegante, que por su condici¨®n de em¨¦rito y por los asuntos turbios que lo rodean ¡ªincluida una causa abierta en Inglaterra¡ª se quedase en su residencia de Abu Dabi?
No hace falta decir que en Twitter, donde nada de lo humano resulta ajeno, ya se est¨¢n batiendo en duelo. Los partidarios del PP, de Vox e incluso de m¨¢s all¨¢ tienen claro que el rey Juan Carlos es due?o de asistir al funeral y a donde le d¨¦ la gana, mientras que en el campo contrario surgen matices, pero m¨¢s de estilo que de fondo. Hay quienes, como Pablo Echenique, tildan al rey em¨¦rito de ¡°delincuente fugado¡± y sugieren que, si decide finalmente ir a Londres, debe presentarse en el juzgado y declarar por el supuesto caso de acoso a Corinna Larsen.
Su excompa?ero y tambi¨¦n diputado ??igo Errej¨®n es, como suele, m¨¢s diplom¨¢tico, y en un v¨ªdeo que ha distribuido a trav¨¦s de las redes sociales llega a ponerse en la piel del rey Felipe: ¡°Yo no s¨¦ si hay muchos espa?oles, empezando por su hijo, que se sientan muy contentos de que uno de los representantes oficiales de Espa?a en el Reino Unido sea una persona que tiene causas pendientes all¨ª. Creo que esto es una cosa que puede avergonzar por igual a los que no somos mon¨¢rquicos y a quienes s¨ª lo son¡±.
Las respuestas a ese tuit son curiosas, porque en su mayor¨ªa afean a Errej¨®n que diga que Juan Carlos de Borb¨®n va como representante oficial, y no como un mero invitado de la familia, y otros, como Jos¨¦ Cambrero, echa en cara al l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs la divisi¨®n de la izquierda: ¡°La culpa es vuestra. Si os dejarais de pelear por el poder, cambiar¨ªan mucho las cosas¡±.
Ning¨²n tuitero, sin embargo, agarra el guante que lanza Errej¨®n. ?Qu¨¦ piensa el rey Felipe VI ante la posibilidad de que en el funeral de Isabel II se produzca la fotograf¨ªa que lleva tanto tiempo evitando? Y, sobre todo, ?qu¨¦ puede hacer para desbloquear una situaci¨®n que institucional y familiarmente se ha convertido en un infierno? Estamos embobados con Londres, pero el problema se encuentra m¨¢s cerca.