Chile no es un laboratorio
El masivo rechazo al proyecto de Constituci¨®n evidenci¨®, de nuevo, el divorcio profundo entre algunas ideolog¨ªas que dicen saber lo que quieren ¡°los pueblos¡± y lo que estos realmente desean
La propuesta de nueva Constituci¨®n para Chile fue rechazada por casi un 62% de los votantes. Este porcentaje tan abultado asombr¨® a todos y desat¨® una b¨²squeda febril de explicaciones en medio mundo. Algunas interpretaciones han sido interesantes, pero otras han sido simplonas y hasta ofensivas. Apenas conocidos los...
La propuesta de nueva Constituci¨®n para Chile fue rechazada por casi un 62% de los votantes. Este porcentaje tan abultado asombr¨® a todos y desat¨® una b¨²squeda febril de explicaciones en medio mundo. Algunas interpretaciones han sido interesantes, pero otras han sido simplonas y hasta ofensivas. Apenas conocidos los resultados, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, tuite¨®: ¡°Revivi¨® Pinochet¡±. Es un agravio suponer que casi dos tercios de los chilenos votaron por el regreso de una dictadura oprobiosa cuando, en realidad, solo rechazaban un proyecto constitucional defectuoso. Por su parte, Pablo Iglesias sugiri¨® que el triunfo del rechazo se deber¨ªa a las fake news y a los medios de prensa conservadores, que manipularon a la opini¨®n p¨²blica.
Los resultados del plebiscito constitucional chileno merecen interpretaciones menos simplistas que las antedichas. Los chilenos tomamos una decisi¨®n muy dif¨ªcil mediante un impecable proceso democr¨¢tico en el que particip¨® un 85% del padr¨®n electoral, cifra no superada desde el plebiscito de 1988 que perdi¨®, precisamente, el general Pinochet. En este plebiscito ambos bandos incurrieron en la pr¨¢ctica despreciable de las fake news, como ocurre en medio mundo. Pero ese resultado tan mayoritario no puede achacarse solo a las noticias mentirosas. De hecho, en las zonas con escaso acceso a internet (veh¨ªculo favorito de las fake news) la opci¨®n Rechazo obtuvo un 71% de promedio, mientras en las ¨¢reas con mayor conectividad ese promedio baj¨® al 60%.
Las encuestas quedaron muy lejos de predecir los resultados del plebiscito constitucional. Poco antes de la votaci¨®n, las firmas de demoscopia m¨¢s prestigiosas anticipaban que el Rechazo obtendr¨ªa una ventaja de cinco o seis puntos. Otros ampliaban esa brecha a 10 o 12 puntos. Por su parte, los modern¨ªsimos estudios algor¨ªtmicos de preferencias en redes sociales, que hab¨ªan acertado en algunas elecciones recientes, anunciaban que el Apruebo ganar¨ªa con un 55%.
A la postre, los analistas de datos y las inteligencias artificiales fallaron estrepitosamente. Nadie pudo predecir que apenas un 38% de los votantes aprobar¨ªan el proyecto constitucional, mientras que el Rechazo obtendr¨ªa una ventaja enorme: 24 puntos porcentuales.
Un fallo tan masivo en las encuestas sugiere que muchos partidarios del Rechazo no se atrev¨ªan a confesar que lo eran, probablemente por miedo. El chilen¨ªsimo miedo a discrepar (que asimismo es una cortes¨ªa muy latinoamericana) se a?adi¨® al moderno temor a ser cancelado por los grupos vociferantes que dominaron la discusi¨®n pol¨ªtica en la Convenci¨®n Constitucional. Ambos miedos acallaron transitoriamente cientos de miles de preferencias. Pero, en la privacidad de la cabina de votaci¨®n, esos silenciados sacaron su voz masivamente.
El resultado del plebiscito tambi¨¦n desmoron¨® otras predicciones que parec¨ªan seguras. Esta propuesta de Constituci¨®n, plurinacional y muy indigenista, fue rechazada abrumadoramente en las zonas con mayor poblaci¨®n ind¨ªgena. Por ejemplo, en Colchane, una comuna fronteriza con Bolivia donde los aimaras suman el 78%, el Rechazo gan¨® con un 94,7% de los votos. En el Alto Biob¨ªo, zona de la Araucan¨ªa con un 84% de poblaci¨®n mapuche, solo un 28% marc¨® Apruebo. De pasada qued¨® confirmado que el terrorismo que incendia el sur de Chile es obra de grup¨²sculos radicalizados que no representan al pueblo mapuche.
Algo semejante ocurri¨® en las comunidades m¨¢s pobres de Chile. Los despose¨ªdos que la propuesta constitucional dec¨ªa representar, rechazaron ese proyecto a¨²n m¨¢s que los sectores socioecon¨®micos altos. En promedio, un 70% de los votantes de ingresos medios y bajos votaron por el Rechazo, mientras en los sectores de ingresos altos un 60% marc¨® esa preferencia. Incluso en municipios urbanos muy pobres, como La Pintana, cuya alcaldesa puso todo su poder municipal a disposici¨®n del Apruebo, result¨® ganadora la opci¨®n contraria.
El presidente Gabriel Boric recorri¨® buena parte del pa¨ªs explicando y firmando la propuesta constitucional. Recursos del aparato estatal fueron movilizados en apoyo de la opci¨®n aprobadora. Sin embargo, Chile vot¨® mayoritariamente Rechazo.
Ese resultado evidenci¨®, de nuevo, el divorcio profundo entre algunas ideolog¨ªas que dicen saber lo que quieren ¡°los pueblos¡± y lo que estos realmente desean.
Ese mismo divorcio asoma en otro error cometido por Pablo Iglesias cuando interpretaba los resultados del plebiscito chileno. Iglesias afirm¨® que el triunfo del Rechazo ser¨ªa grave porque ¡°Chile es el gran laboratorio pol¨ªtico para la izquierda¡±. Esta idea, muy colonialista, tambi¨¦n explica la escasa aprobaci¨®n de la propuesta constitucional. Muchas de sus normas eran experimentos novedosos. Junto a derechos sociales excelentes y a modernizaciones muy bienvenidas, el texto tra¨ªa numerosas innovaciones audaces, algunas no ensayadas en ning¨²n otro sitio, que deb¨ªan realizarse todas al mismo tiempo.
Chile tiene una tradici¨®n republicana de dos siglos y una sensatez democr¨¢tica fundada en dolorosas decepciones y en grandes logros. Al votar Rechazo, su pueblo dijo que no est¨¢ disponible para bruscos y extensos experimentos pol¨ªticos, sean del color que sean. No somos el ¡°laboratorio¡± de nadie.