Inestabilidad catalana
La tensi¨®n entre los socios del Govern hace que peligren los avances del ¨²ltimo a?o y medio
El actual Gobierno catal¨¢n vuelve a vivir un serio riesgo de ruptura cuando no lleva ni un a?o y medio en el poder y despu¨¦s de cuatro legislaturas que han acabado antes de tiempo. En esta ocasi¨®n, el problema vuelve a ser la incapacidad de los dos socios de la coalici¨®n gobernante para alcanzar un programa de m¨ªnimos sobre la cuesti¨®n territorial ¡ªl¨¦ase c¨®mo resucitar la movilizaci¨®n¡ª en un contexto en el que el socio mayoritario, ERC, sigue apostando a medio plazo po...
El actual Gobierno catal¨¢n vuelve a vivir un serio riesgo de ruptura cuando no lleva ni un a?o y medio en el poder y despu¨¦s de cuatro legislaturas que han acabado antes de tiempo. En esta ocasi¨®n, el problema vuelve a ser la incapacidad de los dos socios de la coalici¨®n gobernante para alcanzar un programa de m¨ªnimos sobre la cuesti¨®n territorial ¡ªl¨¦ase c¨®mo resucitar la movilizaci¨®n¡ª en un contexto en el que el socio mayoritario, ERC, sigue apostando a medio plazo por la mesa de di¨¢logo con el Gobierno central, y Junts, el minoritario, presenta diferentes posiciones internas que hoy por hoy parecen irreconciliables.
Son precisamente los variados puntos de vista de la amalgama de facciones de Junts lo que ha abierto en el partido un debate sobre su posible salida del Govern que puede dejar a Pere Aragon¨¨s (ERC) sin mayor¨ªa parlamentaria y con la necesidad de buscar nuevos socios o convocar elecciones. El sector de Junts que encabeza Laura Borr¨¤s, su presidenta, mantiene que el Govern ha abandonado el proyecto independentista y que debe rectificar si no quiere perder el apoyo de los posconvergentes. Sin embargo, el grueso de altos cargos del partido, encuadrados en la v¨ªa pragm¨¢tica heredera de Converg¨¨ncia, defienden presionar desde dentro del Govern para corregir el rumbo. Al fin y al cabo, no solo se juegan la participaci¨®n de su partido en un Gobierno que gestiona un presupuesto de m¨¢s de 38.000 millones, sino tambi¨¦n el mantenimiento de cerca de 200 puestos de trabajo entre altos cargos y puestos de direcci¨®n. Ello sin contar que Junts es un partido en construcci¨®n con cerca de 400 alcaldes pendientes de repetir en el cargo en las elecciones de mayo.
M¨¢s all¨¢ de las posiciones e intereses leg¨ªtimos de cada partido, la posibilidad de que Catalu?a vuelva a hundirse en un periodo de inestabilidad deber¨ªa preocupar a los dirigentes de todas las formaciones. Por el delicado contexto econ¨®mico y social que afecta al conjunto de Europa, pero tambi¨¦n por el riesgo de desandar los avances del ¨²ltimo a?o y medio que han permitido un cierto sosiego de la vida pol¨ªtica e institucional de Catalu?a, al haber canalizado el descontento territorial a trav¨¦s de iniciativas como la mesa de di¨¢logo entre gobiernos o los indultos que permitieron recuperar la libertad a los nueve l¨ªderes encarcelados tras la sentencia del Tribunal Supremo.
Son muchas las asignaturas pendientes para que Catalu?a vuelva a la plena normalidad. Entre otras, hay que encauzar la vida institucional del Parlament tras la suspensi¨®n de su presidenta, Laura Borr¨¤s, procesada por un caso de presunta corrupci¨®n. El Gobierno central tiene que garantizar las inversiones para corregir el caos que casi a diario afecta la red de Cercan¨ªas. Y hay que seguir trabajando en v¨ªas de consenso para, por ejemplo, evitar que la lengua en la que se imparte la educaci¨®n se convierta en un agravio insalvable como denunciaron este domingo miles de manifestantes en Barcelona.
Para todo ello es necesario que haya un Gobierno que gobierne y que lo haga atendiendo a la pluralidad intr¨ªnseca de la sociedad catalana, que va mucho m¨¢s all¨¢ del 52% de los electores que optaron por opciones independentistas en las ¨²ltimas elecciones. Pere Aragon¨¨s tiene la obligaci¨®n de encauzar estos retos. Lo puede hacer con Junts si son capaces de alcanzar un acuerdo m¨ªnimo. O buscando otras opciones si es necesario. Lo que ya no vale es ocupar el Govern sin ejercerlo.