La gesti¨®n de las ayudas
Un excesivo garantismo y un complejo proceso administrativo mermaron la eficacia de los fondos para empresas por la covid
Las buenas intenciones en pol¨ªtica suelen ser est¨¦riles sin un plan de aplicaci¨®n eficiente y seguro. Puede haber sucedido eso a la vista de los datos de ejecuci¨®n del fondo de ayudas a la solvencia empresarial con motivo de la crisis de la covid. Se puso en marcha en marzo de 2021, pero deber¨ªa servir hoy para llamar la atenci¨®n sobre el dise?o de nuestras pol¨ªticas p¨²blicas y el farragoso sistema administrativo que se instaur¨® en aquella ocasi¨®n. En comparaci¨®n con otras ayudas (como la financiaci¨®n de los ERTE o las garant¨ªas del ICO), su dise?o ha resultado obstruccionistamente garantista ...
Las buenas intenciones en pol¨ªtica suelen ser est¨¦riles sin un plan de aplicaci¨®n eficiente y seguro. Puede haber sucedido eso a la vista de los datos de ejecuci¨®n del fondo de ayudas a la solvencia empresarial con motivo de la crisis de la covid. Se puso en marcha en marzo de 2021, pero deber¨ªa servir hoy para llamar la atenci¨®n sobre el dise?o de nuestras pol¨ªticas p¨²blicas y el farragoso sistema administrativo que se instaur¨® en aquella ocasi¨®n. En comparaci¨®n con otras ayudas (como la financiaci¨®n de los ERTE o las garant¨ªas del ICO), su dise?o ha resultado obstruccionistamente garantista y poco generoso, de manera que, del total asignado, solo el 74% de los fondos haya sido finalmente transferido a los beneficiarios. En consecuencia, las comunidades aut¨®nomas tendr¨¢n que devolver al Tesoro P¨²blico un total de 776 millones de euros de dinero recibido de la Administraci¨®n central para conceder a las empresas. La cifra desaprovechada no es catastr¨®fica, en efecto, pero exige una reflexi¨®n que impida repetir los mismos errores.
El ritmo de implementaci¨®n de las ayudas debe ser revisado. El conjunto de vicisitudes para la puesta en marcha del instrumento, con varios retrasos en la concepci¨®n y planificaci¨®n, hizo que llegara a las empresas en la primavera de 2021. Para entonces, la gran mayor¨ªa de las que lo podr¨ªan necesitar ya hab¨ªan rebasado la crisis econ¨®mica de 2020, y aquellas que no lo hab¨ªan hecho estaban en una situaci¨®n financiera que no permit¨ªa superar los requisitos de concesi¨®n. Para muchas empresas que empezaban a dejar atr¨¢s el bache, la ayuda directa llegaba con meses de retraso y hab¨ªa perdido gran parte de su atractivo. Por el contrario, las ayudas directas establecidas en pa¨ªses de nuestro entorno, como el propio mecanismo de los ERTE, comenzaron a funcionar en plena ola pand¨¦mica, asegurando un mayor efecto sobre el tejido productivo.
En segundo lugar, y quiz¨¢ m¨¢s determinante, las ayudas implicaban un r¨¦gimen de concesi¨®n bajo la ley de subvenciones. Es un procedimiento tedioso que implicaba justificar con facturas el detalle de los gastos financiados por las ayudas porque algunos de los costes empresariales estaban excluidos de la financiaci¨®n. La Administraci¨®n se encontr¨® sin recursos t¨¦cnicos para desplegar r¨¢pidamente el instrumento y las empresas encontraron notables trabas burocr¨¢ticas para la solicitud y justificaci¨®n. Un esquema indemnizatorio directo hubiera sido m¨¢s adecuado para unas ayudas que demasiadas veces llegaron tarde, con pocos recursos si los comparamos con los destinados por nuestros vecinos europeos, y con gran complejidad administrativa.
La capacidad de reacci¨®n del Gobierno en marzo de 2020 evit¨® que la pandemia supusiera un desastre social y de empleo, pero esa agilidad y audacia en el est¨ªmulo no se intensific¨® lo suficiente durante el tiempo en el que, con la persistencia de la pandemia, las peque?as y medianas empresas comenzaron a resentirse en sus balances. Que Espa?a sea hoy el ¨²nico pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que no ha recuperado su nivel econ¨®mico prepandemia es resultado de muchos factores, pero la timidez presupuestaria y el garantismo burocr¨¢tico excesivo mostrado en la recuperaci¨®n son, sin duda, parte de una causa m¨²ltiple. En pol¨ªtica econ¨®mica la secuencia temporal de las medidas es esencial, y si se llega poco, tarde y mal, el resultado no puede considerarse plenamente satisfactorio. Al menos, en este caso, no lo ha sido.