Reescritura
Jam¨¢s so?¨¦ con volar o con ser invisible. So?aba con borrar las acelgas rehogadas y las jud¨ªas verdes, con borrar las clases de geograf¨ªa y los domingos por la tarde
Me viene a la memoria una goma de borrar que tuve de peque?o, una goma cuadrada, grande, un paralelep¨ªpedo en realidad. Borraba las sumas y las restas que me sal¨ªan mal, la caligraf¨ªa deforme, la ortograf¨ªa doliente. Me gustaba borrar, gozaba con la idea de que todo en la vida era rectificable e imagin¨¦ una goma que borraba los rotos del pantal¨®n, los ¡°tomates¡± de los calcetines, los agujeros de las suelas de los zapatos. Una goma que borraba el miedo a la oscuridad y el p¨¢nico de los mayores a no...
Me viene a la memoria una goma de borrar que tuve de peque?o, una goma cuadrada, grande, un paralelep¨ªpedo en realidad. Borraba las sumas y las restas que me sal¨ªan mal, la caligraf¨ªa deforme, la ortograf¨ªa doliente. Me gustaba borrar, gozaba con la idea de que todo en la vida era rectificable e imagin¨¦ una goma que borraba los rotos del pantal¨®n, los ¡°tomates¡± de los calcetines, los agujeros de las suelas de los zapatos. Una goma que borraba el miedo a la oscuridad y el p¨¢nico de los mayores a no llegar a fin de mes, y que borraba el llanto de mis hermanos peque?os, as¨ª como los saba?ones que produc¨ªa el fr¨ªo y hasta el fr¨ªo de enero era capaz de borrar aquella goma de borrar imaginaria.
Jam¨¢s so?¨¦ con volar o con ser invisible. So?aba con borrar las acelgas rehogadas y las jud¨ªas verdes, con borrar las clases de Geograf¨ªa y los domingos por la tarde, y con borrar a un cura, profesor de Lengua, que nos pegaba y que disfrutaba peg¨¢ndonos, un cura pederasta, de la variedad s¨¢dica, que se excitaba rompi¨¦ndonos los t¨ªmpanos con las tortas de sus manos consagradas a Dios, las manos con las que convert¨ªa el pan y el vino en el cuerpo y en la sangre de Cristo.
Me viene a la memoria a veces aquella goma Milan, que estaba hecha de pol¨ªmeros de vinilo, seg¨²n acabo de leer en internet, y que al contacto con el grafito del l¨¢piz produc¨ªa una reacci¨®n qu¨ªmica con la que podr¨ªa borrarme a m¨ª mismo, empezando por las piernas. Me borraba de abajo arriba, desde los zapatos hasta la nuca, y al final quedaba solo un brazo en el aire y una mano incapaz de borrar esa extremidad ¨²ltima. Yo no soy escritor, soy reescritor, porque me he pasado la vida escribiendo sobre lo borrado. Lo he reescrito todo, incluida la muerte de mis padres y la de mis hermanos, y, de tener talento, habr¨ªa reescrito con gusto la historia de Espa?a.