Sinnnn alcohol
Es razonable que quien se sienta perjudicado por la bebida no la tome, lo mismo que los que pierden el juicio por culpa de la religi¨®n, la pol¨ªtica o el amor deber¨ªan no meterse en esos l¨ªos
El primer gran esprint del verano, la July Cup, la gan¨® este a?o de forma relativamente inesperada la yegua irlandesa Alcohol Free, hija de un velocista de nombre tambi¨¦n disuasorio: No Nay Never. Su euf¨®rico jinete, el modesto pero eficaz Rob Hornby, proclam¨® que pensaba celebrar su victoria esa noche con amigos ¡°en una fiesta que no ser¨¢ desde luego alcohol free¡± (dedico esta an¨¦cdota al intransigente que en carta a la directora vetaba mis expansiones h¨ªpicas, para r...
El primer gran esprint del verano, la July Cup, la gan¨® este a?o de forma relativamente inesperada la yegua irlandesa Alcohol Free, hija de un velocista de nombre tambi¨¦n disuasorio: No Nay Never. Su euf¨®rico jinete, el modesto pero eficaz Rob Hornby, proclam¨® que pensaba celebrar su victoria esa noche con amigos ¡°en una fiesta que no ser¨¢ desde luego alcohol free¡± (dedico esta an¨¦cdota al intransigente que en carta a la directora vetaba mis expansiones h¨ªpicas, para recordarle que la vida es un largo martirio). Fue precisamente volviendo del Champion Day en Ascot cuando me fij¨¦ en Gatwick en el anuncio de una distinguida ginebra que se declaraba ¡°alcohol free¡±. ?Una ginebra sin alcohol? Pues s¨ª, tambi¨¦n vino, brandy y lo dem¨¢s. Aseguran que se conserva el sabor pero sin ingerir el veneno et¨ªlico, lo que no convence a quienes no buscamos el gusto (nada sabe mejor que el agua mineral cuando tienes sed) sino su efecto. Parece ser una moda neoyorquina los bares a los que se va para alegrarse de no tomar l¨ªquidos espirituosos. Lo malo es que estos caprichos nacen en Manhattan y pronto llegan a Berl¨ªn y Albacete, hasta que se convierten en obligatorios en todas partes. Es razonable que quien se sienta perjudicado por el alcohol no lo tome, lo mismo que los que pierden el juicio por culpa de la religi¨®n, la pol¨ªtica o el amor deber¨ªan no meterse en esos l¨ªos. Pero que no compensen su renuncia persiguiendo a los que no la compartimos, que les veo venir.
?Por qu¨¦ el alcohol, esa bendici¨®n fatal, despierta la ira de puritanos y ordenancistas? Lo ha explicado bien Fran J. Fern¨¢ndez, en el cap¨ªtulo dedicado a Spinoza y la taberna de su estupendo El resto de la idea (C¨ªrculo Rojo). La bebida espirituosa, cada cual conoce su dosis, nos libera del miedo. Y a veces nos empuja a la esperanza. Claro, por eso la embriaguez compromete la paz social.