Vivir, con permiso del ¡®smartphone¡¯
Los lectores opinan sobre la imposici¨®n social de tener un m¨®vil intelgente, el civismo como principio de la convivencia, el cambio de hora y los ataques de ecologistas a obras de arte
Quise visitar y recorrer un paraje natural protegido y supe que, dado que el aforo era limitado, deb¨ªa adquirir el pase por internet, con la descarga del correspondiente c¨®digo QR, pero yo no dispongo de smartphone. Quise adquirir una entrada para una obra de teatro y supe que ten¨ªa que ser por internet, sin otra alternativa; imposible para m¨ª, ya que no tengo smartphone. Quise hacer una compra por internet, y a la hora de realizar e...
Quise visitar y recorrer un paraje natural protegido y supe que, dado que el aforo era limitado, deb¨ªa adquirir el pase por internet, con la descarga del correspondiente c¨®digo QR, pero yo no dispongo de smartphone. Quise adquirir una entrada para una obra de teatro y supe que ten¨ªa que ser por internet, sin otra alternativa; imposible para m¨ª, ya que no tengo smartphone. Quise hacer una compra por internet, y a la hora de realizar el pago mediante tarjeta, el ¨²ltimo paso implicaba la necesidad de validarla mediante una aplicaci¨®n del smartphone del que yo no dispon¨ªa, aunque si dispon¨ªa tanto de la tarjeta como de los fondos. Necesit¨¦ realizar una transferencia bancaria, pero result¨® imposible, ya que para eso era necesario tener descargada la correspondiente aplicaci¨®n del banco en el smartphone, del que yo carec¨ªa. La lista es mucho m¨¢s larga, pero creo que la muestra es suficiente. Como ciudadano, me pregunto cu¨¢l es el delito cometido por el que se me arrebatan los derechos, se me excluye de sociedad y se me arroja a la cuneta de la m¨¢s absoluta marginaci¨®n.
Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo. Petrer (Alicante)
Civismo b¨¢sico
Cada d¨ªa llego a Madrid en un autob¨²s repleto de j¨®venes que vienen de una universidad privada. Buena parte de ellos llevan la mascarilla bajada, recogida en la barbilla; solo se la ponen para poder subir. Hoy, un hombre de unos 70 a?os se ha subido al autob¨²s repleto y ninguno de estos j¨®venes se ha levantado para cederle el sitio. La carretera es peligrosa para hacer el trayecto de pie. Entiendo que quieran ser ingenieros, arquitectos o dentistas. Quiz¨¢s en sus manos est¨¦ incluso la soluci¨®n para revertir el cambio clim¨¢tico, algo que dudo porque, para eso, el primer t¨ªtulo que deben adquirir es el de ciudadano responsable, educado y solidario. Y algo estamos haciendo mal. La primera yo como profesora en otra universidad. En mi agenda queda apuntado: la primera clase versar¨¢ sobre c¨®mo antes de cualquier otra cosa tienes que ser una persona que mira por los dem¨¢s. De otro modo, siento decirte que no hay futuro para ninguno.
Laura Mart¨ªnez Ot¨®n. Madrid
Cambio horario
En 2018, un 84% de los europeos se manifestaron a favor de la supresi¨®n del cambio horario, seg¨²n una encuesta de la UE. A?o tras a?o asistimos a la inacci¨®n de las autoridades ante un hecho que, a poco que se pulse la opini¨®n de la gente, suscita un fuerte consenso. Considerando que en Espa?a casi el 70% de la poblaci¨®n vive entre Madrid, Barcelona y el resto del litoral donde el clima es ben¨¦volo, resulta dif¨ªcil justificar una medida que no solo va en contra de la econom¨ªa, sino tambi¨¦n de la salud mental de una amplia mayor¨ªa de la poblaci¨®n al renunciar a los efectos beneficiosos que la luz solar tiene sobre el estado de ¨¢nimo de la gente.
Daniel Garc¨ªa Delicado. Albacete
Deterioro sin sentido
El pasado jueves, un grupo de militantes ecologistas intent¨® da?ar el cuadro La joven de la perla, de Johannes Vermeer en la galer¨ªa Mauritshuis, de La Haya. Personalmente, pienso que tratar de da?ar una obra de arte no es una forma de fomentar el ecologismo. ?Por qu¨¦ tomarla con un cuadro y no directamente con los medios de producci¨®n que contaminan? , me pregunto.
Paula Merayo S¨¢ez. Madrid