Equilibrar la ayuda energ¨¦tica

Los reclamos para que los Gobiernos europeos concentren las ayudas por la crisis energ¨¦tica en los hogares y las empresas que m¨¢s lo necesitan no han sido suficientes. La Comisi¨®n Europea y el Banco Central Europeo lo piden casi desde que comenz¨® la crisis energ¨¦tica provocada por la invasi¨®n de Ucrania por Rusia. Por ahora han tenido poco ¨¦xito: entre el 60% y el 70% de las medidas no est¨¢n concentradas y se han oto...

Los reclamos para que los Gobiernos europeos concentren las ayudas por la crisis energ¨¦tica en los hogares y las empresas que m¨¢s lo necesitan no han sido suficientes. La Comisi¨®n Europea y el Banco Central Europeo lo piden casi desde que comenz¨® la crisis energ¨¦tica provocada por la invasi¨®n de Ucrania por Rusia. Por ahora han tenido poco ¨¦xito: entre el 60% y el 70% de las medidas no est¨¢n concentradas y se han otorgado de manera indiscriminada para sortear cuanto antes los embates sobrevenidos. Es por eso por lo que el Ejecutivo de Ursula von der Leyen ha dado el paso de proponer un mecanismo para guiar a los Estados miembros, que son los que tienen la competencia, a seguir este consejo y enfocar con m¨¢s precisi¨®n las ayudas.

La iniciativa es m¨¢s ambiciosa de lo que puede parecer a primera vista y se trata de un movimiento que persigue varios objetivos. El primero, sin duda, es ayudar en el dif¨ªcil dise?o de unas medidas que buscan aliviar el descontento social que ha causado una inflaci¨®n que ha escalado hasta niveles desconocidos como no lo hac¨ªa desde los a?os setenta, con la consiguiente erosi¨®n del poder adquisitivo en los salarios de las clases populares, el descontento social y el riesgo de desestabilizaci¨®n que esto arrastra.

Pero contiene m¨¢s metas: coordinar de una vez las respuestas econ¨®micas a una crisis que amenaza con hacer descarrilar todo lo avanzado en la salida de la pandemia y dejar en nada una de las apuestas m¨¢s ambiciosas en la historia de la Uni¨®n Europea, el Fondo de Recuperaci¨®n; mantener bajo control el gasto p¨²blico para que la monta?a de deuda que hay en la UE vaya disminuyendo poco a poco; no a?adir m¨¢s presi¨®n sobre los precios incentivando la demanda innecesaria; y evitar el despilfarro energ¨¦tico que pueden traer las ayudas al consumo poco selectivas en un momento en que Europa debe abanderar la lucha contra el cambio clim¨¢tico y avanzar en la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa.

El mismo prop¨®sito buscar¨ªa el anuncio de la vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa espa?ola, Nadia Calvi?o, de evaluar en los compases finales del a?o la eficacia de algunas medidas puestas en marcha contra la inflaci¨®n, especialmente la bonificaci¨®n de 20 c¨¦ntimos por litro de carburante, que caduca el 31 de diciembre.

Es ahora cuando se abre la negociaci¨®n entre los Estados y la Comisi¨®n, y en la cita que este lunes mantienen los ministros de Finanzas hay un hueco en la agenda para hablar de esta iniciativa. Todav¨ªa hay tiempo para afinar la propuesta. Es evidente que muchas de las medidas que se pusieron en marcha al comenzar la guerra todav¨ªa estar¨¢n en vigor un tiempo. Pero tambi¨¦n lo es que no se trata de apurar hasta el final, y que es necesario cuanto antes plantear propuestas como estas en el marco com¨²n para que cada uno de los gobiernos de los Veintisiete puedan ir acomodando sus medidas.

Conviene que en esta etapa de ajustes del mecanismo no se pierda de vista el objetivo principal, aliviar el impacto social, activando de paso otras metas, como una acelerada reducci¨®n de deuda. Evidentemente, las ayudas deben llegar a los hogares m¨¢s vulnerables, que ya sufren la pobreza energ¨¦tica, pero tambi¨¦n deben alcanzar a esas clases populares que tienen salarios medios y bajos y que han visto c¨®mo se derriten con la inflaci¨®n, con el riesgo que esto implica de que busquen amparo en las recetas nacionalpopulistas. Se trata de encontrar el equilibrio que contribuya a sortear la peligrosa coyuntura econ¨®mica y pol¨ªtica en la que se encuentra la Uni¨®n Europea.