Bruselas plantea un mecanismo para controlar que las ayudas energ¨¦ticas se destinen a hogares vulnerables

Europa no puede ni debe seguir dando ayudas de forma indiscriminada a hogares y empresas para afrontar la crisis que han provocado los precios de la energ¨ªa. Ni puede porque bastantes pa¨ªses pasan por estrecheces fiscales ¡ªEspa?a es uno de ellos¡ª, ni debe porque se desincentiva el ahorro energ¨¦tico. Esta reflexi¨®n la comparten muchos de los dirigentes y altos funcionarios de las instituciones econ¨®micas comunitarias. Para reconducir la situaci¨®n, la Comisi¨®n Europea ha planteado a los Estados en mecanismo para concentrar los apoyos sobre las familias m¨¢s vulnerables. Ese documento, al que ha tenido acceso EL PA?S, abre la puerta a fijar un precio m¨ªnimo de la electricidad y del gas para los hogares y, a continuaci¨®n, establece tres alternativas para focalizar la medida sobre quienes m¨¢s lo necesitan. Los ministros de Finanzas de la UE debatir¨¢n el lunes sobre la propuesta en la reuni¨®n del Eurogrupo.

En el documento preparado por el departamento de Econom¨ªa y Finanzas del Ejecutivo comunitario, se cifra en una cantidad equivalente al 1,5% del PIB de la Uni¨®n Europea hasta el 31 de octubre las ayudas que han desplegado los Estados para responder a la crisis energ¨¦tica que agrav¨® mucho la invasi¨®n de Ucrania el 24 de febrero de este a?o. El esfuerzo presupuestario se reduce en tres d¨¦cimas por los impuestos extraordinarios a los beneficios ca¨ªdos del cielo. En Bruselas se piensa que este ritmo de gasto no puede sostenerse durante mucho tiempo, de ah¨ª que en los ex¨¢menes de los presupuestos para 2023 ya recomendaran la necesidad de concentrar las ayudas sobre las empresas y hogares que lo necesiten.

El dise?o m¨¢s sensible socialmente de las medidas tambi¨¦n debe completarse con los incentivos ¡°de apoyar la eficiencia energ¨¦tica y las energ¨ªas renovables para reducir la demanda estructural de combustibles f¨®siles¡±. Las medidas indiscriminadas sobre los precios, ¡°como las rebajas del IVA¡±, no cumplen estos criterios, apunta el Ejecutivo comunitario en su documento. Y as¨ª, como indiscriminadas, podr¨ªan definirse el 61% de las ayudas, se?ala el ¨²ltimo c¨¢lculo comunitario.

La idea de poner sobre la mesa un mecanismo para apoyar a hogares que consistiera ¡°en un modelo de dos niveles de precios de la energ¨ªa, en el que los consumidores se benefician de precios regulados hasta un determinado nivel de consumo¡± se esbozaba sin detalles en uno de los documentos presentados al mismo tiempo que los ex¨¢menes presupuestarios. Los detalles aparecen en la nota remitida al Eurogrupo para que se debata el lunes en su formato ampliado, es decir, los responsables de Finanzas de la zona euro m¨¢s los del resto de la UE, sin que llegue a ser el Ecofin.

En la propuesta quedan fuera las empresas, ya que Bruselas entiende que el respaldo a estas para afrontar la crisis energ¨¦tica est¨¢ regulado por la normativa de ayudas de Estado y esta ya se relaj¨® por ¨²ltima vez en octubre. No obstante, la inspiraci¨®n de la medida parte de c¨®mo se ha abierto la mano con las empresas.

El punto de partida del mecanismo es la fijaci¨®n de una referencia m¨ªnima de precios para electricidad y gas que ¡°puede basarse en un multiplicador del precio medio hist¨®rico de la energ¨ªa en el Estado miembro¡±. El resultado deber¨ªa perseguir un equilibrio entre la ayuda a los beneficiarios y un control suficiente de costes. A partir de aqu¨ª se pasa fijar un volumen de consumo cubierto por ese precio que no debe ser muy alto ¡°para incentivar el ahorro de energ¨ªa¡±, el consumo que est¨¦ por encima ya no se beneficia de este tope.

El siguiente paso es c¨®mo concretar ese volumen de consumo beneficiado y para eso se ponen tres alternativas sobre la mesa. La primera pasa por fijar un volumen regulado que sea igual para todos los hogares, independientemente de su nivel de ingresos. La Comisi¨®n razona que esta opci¨®n beneficia m¨¢s a las familias con menos ingresos porque consumen menos energ¨ªa y que incentiva el ahorro una vez cubiertas necesidades b¨¢sicas. La segunda v¨ªa es la m¨¢s regresiva, ya que plantea fijar la parte acogida a la referencia m¨ªnima, estableciendo un porcentaje sobre la cantidad que cada hogar hubiera consumido en a?o anterior. La tercera opci¨®n es la m¨¢s focalizada, ya que ofrece aplicar ¡°la referencia m¨ªnima de precios o un volumen de consumo cubierto [por ella] m¨¢s alto¡± sobre clientes vulnerables u hogares en situaci¨®n de pobreza energ¨¦tica.

Por ¨²ltimo, la propuesta comunitaria se cierra con la recomendaci¨®n de incluir ¡°una salvaguardia financiera¡± sobre el coste total de la medida por la dificultad de saber con antelaci¨®n el coste final de la medida. La factura depende, pues, de la diferencia entre ese precio regulado m¨¢s bajo y el que haya en el mercado minorista. Aunque no lo dice claramente, de este punto puede deducirse que las empresas deber¨ªan ser compensadas por lo que dejaran de ingresar.

Ayudas focalizadas

No es previsible que el debate sobre este documento se cierre el lunes. Realmente en la capital comunitaria se piensa que la propuesta puede ir perfil¨¢ndose en los pr¨®ximos meses porque bastantes medidas puestas en marcha al comienzo de la guerra comenzar¨¢n a caducar a partir de marzo. Entonces las ayudas que se lanzaron fueron indiscriminadas y poco a poco han ido afil¨¢ndose, como muestran los c¨¢lculos decrecientes que ha ido difundiendo la Comisi¨®n sobre qu¨¦ porcentaje de medidas estaban focalizadas: durante la presentaci¨®n del examen de presupuestos el vicepresidente Valdis Dombrovskis y el comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, hablaron del 70%; dos d¨ªas despu¨¦s, los documentos internos del Ejecutivo comunitario ya lo situaban en el 61%.

Este porcentaje es insuficiente para las autoridades bruselenses, que siempre que pueden recuerdan que las medidas contra la crisis tienen que ser ¡°focalizadas, ajustadas y temporales¡±. No obstante, tambi¨¦n saben en la Comisi¨®n que llevar ese latiguillo al bolet¨ªn oficial no es nada f¨¢cil por la complejidad del dise?o, por la dificultad de llegar a los colectivos vulnerables y, sobre todo, por la presi¨®n social y pol¨ªtica para que las ayudas sean amplias.