La resistencia de ¡°las chicas¡± feministas contra Vladimir Putin
Se publica estos d¨ªas en Espa?a un libro de la l¨ªder del movimiento ruso Resistencia Feminista contra la Guerra, Daria Serenko, capaz de visibilizar lo invisible
En noviembre de 2021, poco antes de la invasi¨®n de Ucrania, la rusa Daria Serenko (1993) consigui¨® publicar en su pa¨ªs un libro disidente escrito contra el r¨¦gimen de Vladimir Putin: Las chicas y las instituciones, que Errata Naturae presenta este mes en Espa?a. El texto se redact¨® despu¨¦s de las protestas masivas que en 2019 exigieron en Mosc¨² una Rusia democr¨¢tica. Protestas que se saldaron con brutalidad policial, miles de detenidos (de los que la prensa internacional dio cuenta) y miles de de...
En noviembre de 2021, poco antes de la invasi¨®n de Ucrania, la rusa Daria Serenko (1993) consigui¨® publicar en su pa¨ªs un libro disidente escrito contra el r¨¦gimen de Vladimir Putin: Las chicas y las instituciones, que Errata Naturae presenta este mes en Espa?a. El texto se redact¨® despu¨¦s de las protestas masivas que en 2019 exigieron en Mosc¨² una Rusia democr¨¢tica. Protestas que se saldaron con brutalidad policial, miles de detenidos (de los que la prensa internacional dio cuenta) y miles de despidos cuyas consecuencias nunca conocimos. Daria Serenko fue una de las personas a quienes sus convicciones le costaron el empleo. Exigir una Rusia libre le oblig¨® a abandonar su puesto en la HSE University, una de las m¨¢s prestigiosas de Mosc¨². En marzo de 2022 Serenko se vio obligada al exilio. Desde entonces lidera el movimiento Resistencia Feminista contra la Guerra, con c¨¦lulas activas en 21 pa¨ªses, Espa?a incluida.
Leer su testimonio hoy es un ejercicio de toma de conciencia respecto de qu¨¦ papel puede jugar la resistencia feminista en Rusia (y en el mundo) y por qu¨¦ es tan importante el activismo para las mujeres. ¡°Las chicas y las instituciones¡± es un retrato del enorme colectivo femenino que trabaja y soporta las instituciones culturales rusas, del que la propia Serenko form¨® parte y donde entre el 70 y el 80% de la fuerza laboral son mujeres, seg¨²n apunta Alexandra Rybalko, la exquisita traductora del texto. Su relato denuncia la situaci¨®n precaria de estas ¡°chicas¡±, infantilizadas en la sem¨¢ntica que las nombra y precarizadas por un sistema que las necesita exhaustas y sumisas para seguir padeciendo y parad¨®jicamente sustentando los valores del r¨¦gimen.
As¨ª, Daria Serenko cuenta con asombrosa eficacia po¨¦tica c¨®mo ¡°las chicas¡± llegan a convertirse en un solo e invisible coraz¨®n capaz de bombear sangre, sentido y valores en cualquier sociedad pol¨ªtica del mundo y muy especialmente en una totalitaria como la rusa. ¡°Las chicas con frecuencia nos convert¨ªamos en un ¨²nico ser funcional multibrazos y multipiernas, exultante, todopoderoso, demoledor; en esos momentos dejaba de sentir mi nulidad y el temblor de mis pantorrillas¡±, escribe. Y por momentos parece incluso que siendo las chicas la fuerza de trabajo que sostiene la cultura rusa, podr¨ªa suceder que el r¨¦gimen de Putin estuviera en cierto modo en sus manos, del mismo modo que todas las sociedades del mundo est¨¢n en las manos de las mujeres que cuidan de ellas. Lees a Serenko y sientes que est¨¢ a punto de pasar. Que las mujeres tomar¨¢n conciencia, que se har¨¢n visibles, que cambiar¨¢n inevitablemente la dictadura de Putin, deudora de una ideolog¨ªa radicalmente machista. La lees y casi parece un libro optimista, como debi¨® parec¨¦rselo a ella para terminarlo as¨ª: ¡°Alg¨²n d¨ªa muchas de nosotras tendremos que construir nuestras propias instituciones; me muero de ganas por saber c¨®mo ser¨¢n¡±.
Seg¨²n cuenta Serenko, ¡°las chicas¡± que sustentan las instituciones rusas no son violentas, tampoco demasiado patriotas. Ellas no deciden, no llegan a fin de mes, lloran en el ba?o, cancelan eventos, obedecen, se divorcian, se suicidan, se emborrachan, bailan en las fiestas de empresa, se trenzan la cabellera y tanto sus penalidades como sus complicidades desaparecen en una masa absolutamente innombrable. ¡°Una mujer de verdad es una mujer que no se ve¡±, llega a decir Serenko. Y a continuaci¨®n se pregunta: ¡°O sea, ?que el trabajo de verdad es el trabajo invisible?¡±. A lo que cabr¨ªa a?adir: tanto como el inconsciente pol¨ªtico colectivo que sustenta el Estado. A lo mejor por eso, casi un a?o despu¨¦s de que se iniciara la guerra en Ucrania, sabemos que las mujeres rusas est¨¢n muy lejos de construir sus propias instituciones y que son pocas las que tienen el valor y la determinaci¨®n de conectar su condici¨®n de mujer en un sistema extremadamente machista con con su activismo. No en vano, la f¨®rmula del r¨¦gimen ruso tiene dos estructuras perfectamente engrasadas que garantizan su permanencia: la familia patriarcal (como instituci¨®n opresiva por excelencia) y la fuerza.
De modo que el sistema autocr¨¢tico de Putin se asienta en una ideolog¨ªa que instrumentaliza a las mujeres y termina por convertirlas en el sustento de un funcionariado que fortalece el r¨¦gimen a trav¨¦s del Estado. Una forma de totalitarismo que adem¨¢s de hombres en el frente exige la existencia esforzada y cotidiana de millones de mujeres que trabajan cada d¨ªa (todas las horas del d¨ªa) por y para una idea de familia, de sociedad y ahora tambi¨¦n de guerra. Mujeres que cuelgan con sus femeninas manos los retratos de Putin de las paredes de todas y cada una de las instituciones p¨²blicas rusas. Las mismas manos que, en ocasiones y en palabras de Serenko ¡°querr¨ªan verse manchadas por la sangre del r¨¦gimen¡±. Manos que la mayor¨ªa de las veces trabajan d¨®cil y ferozmente para un r¨¦gimen que las ha hecho v¨ªctimas de una complicidad estructural. Y digo v¨ªctimas porque la complicidad de estas mujeres con el autoritarismo se fabrica infantiliz¨¢ndolas, someti¨¦ndolas a su deber ser reproductivo, tejiendo el amor por sus hijos y por sus familias con un perverso (por invisible e innombrable) sometimiento al orden establecido. ¡°Las chicas¡± de Serenko dejan claro que la familia no es solamente un sistema parental sino tambi¨¦n ideol¨®gico y pol¨ªtico cada vez que es llevado a una explotaci¨®n moral extrema. Y es en este punto donde una se pregunta si la libertad de g¨¦nero no ser¨¢ una condici¨®n necesaria para el socavamiento de la familia patriarcal. De hecho, el activismo de Daria Serenko est¨¢ estrechamente vinculado desde sus inicios (2016) a la comunidad LGTBIQ+.
Su libro, como solo la mejor literatura puede hacer, es capaz de visibilizar lo indecible. Serenko retrata a la perfecci¨®n c¨®mo la mano invisible de la autocracia rusa asfixia la libertad de sus mujeres a trav¨¦s de su condici¨®n de madres, de novias, de esposas, de hermanas, de hijas¡ Leo a Daria Serenko y estoy convencida de que la paz en Rusia y en Europa pasa por una respuesta feminista, desde ¡°las chicas¡± de Daria hasta ¡°las ni?as¡± de Zara, pasando por todas y cada una de las mujeres nacidas en el seno de una familia patriarcal, es decir, de la inmensa mayor¨ªa de mujeres europeas.