La violencia de Netanyahu
La escalada de muertes palestinas bajo el Gobierno ultraderechista de Israel exige la intervenci¨®n de la comunidad internacional
En lo que constituye el arranque m¨¢s sangriento de a?o en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas de conflicto entre Israel y Palestina, el Ej¨¦rcito israel¨ª mat¨® el mi¨¦rcoles a 11 palestinos e hiri¨® a otros 102 durante una incursi¨®n en Nabl¨²s, en el norte de Cisjordania. Se trata de la redada m¨¢s mort¨ªfera desde 2005, que supera a la que sucedi¨® el mes pasado cuando en una operaci¨®n similar fallecieron otros 10 palestinos en la ciudad de Y...
En lo que constituye el arranque m¨¢s sangriento de a?o en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas de conflicto entre Israel y Palestina, el Ej¨¦rcito israel¨ª mat¨® el mi¨¦rcoles a 11 palestinos e hiri¨® a otros 102 durante una incursi¨®n en Nabl¨²s, en el norte de Cisjordania. Se trata de la redada m¨¢s mort¨ªfera desde 2005, que supera a la que sucedi¨® el mes pasado cuando en una operaci¨®n similar fallecieron otros 10 palestinos en la ciudad de Yen¨ªn, tambi¨¦n en Cisjordania. La operaci¨®n ha vuelto a desencadenar la tristemente habitual escalada de violencia con lanzamiento de cohetes desde Gaza y bombardeos de aviaci¨®n israel¨ª sobre el territorio.
Resulta inaceptable que el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, lejos de guardar una m¨ªnima prudencia ante unos hechos en los que han muerto al menos cuatro civiles, se haya apresurado a aplaudir a los ¡°h¨¦roes¡± de la redada de Nabl¨²s. Hizo lo mismo en los sucesos de Yen¨ªn. En un Estado democr¨¢tico, acciones con estas consecuencias letales exigen una detallada investigaci¨®n que analice los procedimientos aplicados y, en su caso, determine responsabilidades. Nada indica que eso vaya a suceder.
Acierta la Autoridad Palestina al exigir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que presione a su incondicional aliado en la zona y adopte ¡°acciones inmediatas¡± para detener este tipo de actuaciones. El Gobierno m¨¢s ultraderechista en las siete d¨¦cadas de historia de Israel ha adoptado una impronta extremadamente violenta e insensible a una escalada de muertos que necesita actores con autoridad y recursos para hacerle abandonar esta estrategia. En este aspecto, la actual Administraci¨®n dem¨®crata estadounidense resulta un agente necesario, pues cuenta con la capacidad ¡ªhist¨®ricamente demostrada en el pasado con los sucesivos acuerdos de paz firmados por Israel¡ª para hacer ver a Netanyahu la equivocada, injusta y perjudicial actitud gubernamental. Lejos de encauzar el problema, la adopci¨®n de medidas militares solo conduce a un destructivo callej¨®n sin salida. En vez de servir para neutralizar a los elementos m¨¢s radicales palestinos, como asegura la versi¨®n oficial, estas muertes provocan una justificada indignaci¨®n entre toda la poblaci¨®n palestina, como muestra la huelga general convocada ayer en Cisjordania.
Desde su llegada al poder el pasado 29 de diciembre, el Gobierno de Netanyahu ha dado sobradas muestras no ya de no querer aproximarse a alg¨²n tipo de soluci¨®n con Palestina, sino de avivar el conflicto. Los muertos y heridos en Yen¨ªn y Nabl¨²s, as¨ª como la innecesaria y provocadora visita de Ben-Gvir a la explanada de las mezquitas en Jerusal¨¦n, son evidencias de una clara voluntad de dinamitar cualquier avance conseguido con anterioridad. Permanecer impasible ante semejante estrategia no debiera ser una opci¨®n de la comunidad internacional.