?Ser¨¦ ¡°gente de bien¡±?
Los lectores opinan sobre la expresi¨®n ¡°gente de bien¡± utilizada por Alberto N¨²?ez-Feij¨°o, la sanidad p¨²blica en la Comunidad de Madrid, la participaci¨®n de los oyentes en los programas de radio, y sobre violencia machista
Estoy hecho un l¨ªo porque desde hace muy poco no s¨¦ si soy ¡°gente de bien¡± o no. Yo creo que s¨ª porque, juzguen ustedes lectores de este diario, estas son mis sencillas credenciales de vida: me jubil¨¦ en el ya lejano 2010 como catedr¨¢tico de Instituto de Ense?anza Secundaria, en un centro educativo de la ciudad en la que vivo razonablemente bien; no he tenido ni tengo contencioso alguno con la Administraci¨®n, en general, o con Hac...
Estoy hecho un l¨ªo porque desde hace muy poco no s¨¦ si soy ¡°gente de bien¡± o no. Yo creo que s¨ª porque, juzguen ustedes lectores de este diario, estas son mis sencillas credenciales de vida: me jubil¨¦ en el ya lejano 2010 como catedr¨¢tico de Instituto de Ense?anza Secundaria, en un centro educativo de la ciudad en la que vivo razonablemente bien; no he tenido ni tengo contencioso alguno con la Administraci¨®n, en general, o con Hacienda, en particular, y esto ¨²ltimo proporciona mucha paz, cr¨¦anme; no recuerdo ning¨²n episodio relevante en mi casi longeva existencia que pudiera ser calificado negativamente; me considero feliz marido, padre de familia y abuelo; sinceramente, creo que la gente de mi entorno no da muestras evidentes de que yo no pertenezca a ese selecto ¨¢mbito. Pero dicho todo esto, y vamos a lo que interesa, ?me puedo considerar gente de bien o no? Me interesa y urge saberlo porque vivo en una constante desaz¨®n y, desde hace poco, !menos mal!, en un sobrecogedor desasosiego. ?Ah!, y puedo concluir, como pista, que no milito en partido pol¨ªtico alguno.
Manuel Huerta Anta. Vigo (Pontevedra)
Votar a nuestro favor
La libertad de la presidenta madrile?a comparada con la libertad para acceder a la sanidad p¨²blica, donde aguantamos cierres, esperas, carencias de sanitarios y medios, evidencia el car¨¢cter iliberal de su mandato, enfocado en desmantelar m¨¢s lo p¨²blico que sus antecesores del PP. Nuestra salud sigue en manos de una pol¨ªtica incumplidora de su deber con la ciudadan¨ªa. Lo debido para ella es que dejemos propina en los bares u otras ocurrencias que le reportan votos. En los comicios de mayo votemos a nuestro favor.
Gaspar Garc¨ªa Fern¨¢ndez. Madrid
La radio ya no escucha
La semana pasada se celebr¨® el D¨ªa de la radio y me pregunto ?d¨®nde ha quedado la participaci¨®n de los oyentes en los programas de radio? La realidad es que estos apenas abren sus l¨ªneas para que los oyentes participen. La radio se est¨¢ contaminando de las redes y solo habla, ya no escucha. La participaci¨®n se traduce en que los oyentes puedan ver lo que pasa en el estudi. Su estrategia de supervivencia me recuerda a la de las compa?¨ªas de telefon¨ªa, m¨¢s preocupadas por captar nuevos clientes fragmentando sus contenidos o generando productos para ser consumidos como podcast, que en fidelizar a los usuarios de toda la vida. La radio no va a morir jam¨¢s porque los medios acaban reinvent¨¢ndose. Lo ¨²nico que deseo es que en este proceso no se olviden de la importancia de escuchar al otro. Larga vida a la radio.
Jos¨¦ Cruz Rodr¨ªguez P¨¦rez. Barcelona
Violencia machista
Banksy nos deleit¨® el 14 de febrero, con una nueva obra Valentine¡¯s day mascara, invit¨¢ndonos a mirar a esa fecha con una nueva perspectiva. La obra consta de una mujer con se?ales de haber sufrido maltrato que arroja el cuerpo de un hombre a un congelador. Es interpretada como una queja hacia la violencia machista y nos hace preguntarnos si los solteros son los que realmente sufren el 14 de febrero
Gonzalo Calvo Garc¨ªa. Madrid