Escandalizar al ¡®progre¡¯: la frivolidad de los intelectuales
Con la excusa de criticar leg¨ªtimamente a un Gobierno (cr¨ªtica, adem¨¢s, necesaria), cada vez son m¨¢s los que coquetean con el autoritarismo
Tiene Guillermo Altares el buen gusto de abrir su nuevo ensayo, Los silencios de la libertad, con dos ep¨ªgrafes de Primo Levi y de Georges Bernanos. El de Levi dice: ¡°Hay que desconfiar de quien trata de convencernos con argumentos di...
Tiene Guillermo Altares el buen gusto de abrir su nuevo ensayo, Los silencios de la libertad, con dos ep¨ªgrafes de Primo Levi y de Georges Bernanos. El de Levi dice: ¡°Hay que desconfiar de quien trata de convencernos con argumentos distintos a la raz¨®n, es decir, de los jefes carism¨¢ticos: hemos de ser cautos en delegar en otros nuestro juicio y nuestra voluntad¡±. El de Bernanos habla de la c¨®lera de los imb¨¦ciles. No me ha dado tiempo a¨²n de leer el libro, y como, contra lo que es costumbre en esta tierra, no comento libros que no he le¨ªdo, dejar¨¦ los elogios para mejor ocasi¨®n. Me quedo, pues, en las citas del p¨®rtico.
Hablan ambas de c¨®mo la democracia decae cuando la raz¨®n deserta, pero yo pienso estos d¨ªas en el da?o que le infligen quienes hablan desde la raz¨®n m¨¢s o menos ilustrada. Leo ¡ªen vez de leer a Altares, malditas distracciones¡ª una entrevista a Jano Garc¨ªa donde dice que no cree en la democracia y que prefiere un dictador que haga el bien com¨²n al actual Gobierno de Espa?a. No he le¨ªdo sus libros y no puedo juzgarle m¨¢s all¨¢ de esa entrevista, donde se expresa muy asertivo y sin ambig¨¹edades, pero he comprobado que este exjugador de p¨®ker y agitador ¡°pol¨ªticamente incorrecto¡± es un fen¨®meno casi de masas cuyas opiniones resuenan con mucho eco en la b¨®veda de Espa?a.
Puede que la estupidez, el odio y el mesianismo desgasten la democracia, pero tambi¨¦n hace lo suyo la frivolidad de los intelectuales. Con la excusa de criticar leg¨ªtimamente a un Gobierno (cr¨ªtica, adem¨¢s, necesaria), cada vez son m¨¢s los que coquetean con el autoritarismo. Empezaron jugando a escandalizar a los progres, que es un juego divertido, porque se parece al de escandalizar a beatas. Pero, de tanto fumar farias para echar el humo a los moralistas y re¨ªrse de sus toses, han acabado cogi¨¦ndole gusto al vicio: salieron vestidos de naranja y ahora van de verde, sin haber pasado por el azul. Los m¨¢s j¨®venes, como Garc¨ªa, siempre han ido de verde. A los m¨¢s viejos les conocimos muchas chaquetas, incluso alguna de pana.
Hace casi 100 a?os, Julien Benda denunci¨® La traici¨®n de los intelectuales que, por frivolidad o temperamento, abrieron las puertas a los fascismos, ungi¨¦ndolos de respeto y legitimidad discursiva. No solo debemos cuidarnos de la estupidez y de los mes¨ªas, sino de aquellos que abrazan la democracia como un oso, rompi¨¦ndole el costillar. Quiz¨¢ no lleguen a matarla, pero facilitan el trabajo de los liquidadores.