No podemos flaquear ante los d¨¦biles
Una de las actividades principales de los representantes p¨²blicos es exigir que los ciudadanos sean ejemplares. Reclamar esa misma ejemplaridad a los pol¨ªticos es injusto y demag¨®gico
Una de las actividades principales de los representantes p¨²blicos es exigir que los ciudadanos sean ejemplares. Reclamar esa misma ejemplaridad a los pol¨ªticos es injusto y demag¨®gico. Adem¨¢s, no sabemos si es eficaz, mientras que se?alar los comportamientos poco edificantes de los particulares tiene una utilidad inmediata (al menos para los representantes pol¨ªticos). La ejemplaridad es un concepto complicado: para comprenderlo uno puede leer la tetralog¨ªa de Javier Gom¨¢ Lanz¨®n, pero en este contex...
Una de las actividades principales de los representantes p¨²blicos es exigir que los ciudadanos sean ejemplares. Reclamar esa misma ejemplaridad a los pol¨ªticos es injusto y demag¨®gico. Adem¨¢s, no sabemos si es eficaz, mientras que se?alar los comportamientos poco edificantes de los particulares tiene una utilidad inmediata (al menos para los representantes pol¨ªticos). La ejemplaridad es un concepto complicado: para comprenderlo uno puede leer la tetralog¨ªa de Javier Gom¨¢ Lanz¨®n, pero en este contexto significa lo que conviene al pol¨ªtico que se?ala el comportamiento desviante.
Hemos visto que una candidata se?alaba a una casera y campa?as del Ministerio de Igualdad que alud¨ªan a personas concretas. El exvicepresidente Iglesias se dedica a apercibir a periodistas: lo ha hecho toda su carrera; ahora lo practica con quienes estuvieron m¨¢s cerca. La pasi¨®n de los populismos por la deontolog¨ªa period¨ªstica es conocida: Vox ha imitado a Podemos en su relaci¨®n con la prensa, aunque ahora Iglesias tiene el inter¨¦s a?adido de la rivalidad empresarial. Es m¨¢s sorprendente que fuerzas tradicionalmente sist¨¦micas recurran a determinados procedimientos: el presidente del Gobierno cuando afirma que Rafael del Pino no es un empresario comprometido con Espa?a o la carta dirigida a los accionistas contra el traslado de Ferrovial. Cuestionar la seguridad jur¨ªdica de nuestro pa¨ªs puede salirles caro: ese es el inapelable argumento del Gobierno. Catalu?a siempre va por delante y ah¨ª las autoridades no se limitan a fiscalizar a ciudadanos poderosos. Un periodista famoso, un empresario o un rico son, a fin de cuentas, presas f¨¢ciles. El verdadero coraje es fiscalizar a alguien como Bego?a Su¨¢rez, una enfermera gaditana que trabajaba en el hospital Vall d¡¯Hebron y grab¨® un v¨ªdeo humor¨ªstico en TikTok durante un descanso donde se quejaba de que la obligaran a sacarse el C1 de catal¨¢n para concurrir a unas oposiciones. Es admirable que el sindicato UGT se posicionara contra la trabajadora, que el consejero de Salud dijese que sus palabras eran intolerables, que se abriera un expediente administrativo y que la enfermera fuera sometida a un interrogatorio de cincuenta minutos en una lengua que no dominaba.
Las autoridades no pueden achantarse ante los d¨¦biles, especialmente si se creen con derecho a hacer un chiste: nada desnuda tanto al poderoso como que se r¨ªan de ¨¦l. @gascondaniel