La mujer, pura y torturada

Hace unos d¨ªas grab¨¦ una escena de la serie La diplom¨¢tica (Netflix). Si buscan en Twitter, est¨¢ lleno de comentarios sobre lo mucho que desconcentra que la protagonista luzca siempre el pelo hecho unos zorros. Muy intensa, con gente caminando arriba y abajo constantemente, me cautiv¨® un momento breve, delante de un lago.

Una pareja est¨¢ tumbada en la hierba, comiendo uvas y queso. El sol crepita bajo el cielo azul:

¡ª ?Crees que llover¨¢? Ojal¨¢ l...

Hace unos d¨ªas grab¨¦ una escena de la serie La diplom¨¢tica (Netflix). Si buscan en Twitter, est¨¢ lleno de comentarios sobre lo mucho que desconcentra que la protagonista luzca siempre el pelo hecho unos zorros. Muy intensa, con gente caminando arriba y abajo constantemente, me cautiv¨® un momento breve, delante de un lago.

Una pareja est¨¢ tumbada en la hierba, comiendo uvas y queso. El sol crepita bajo el cielo azul:

¡ª ?Crees que llover¨¢? Ojal¨¢ lloviera. Un poco de lluvia cada d¨ªa facilita mi objetivo en la vida, que es dejar la menor huella posible en la corteza de este mundo, dice ella.

?l la observa unos segundos eternos, mira al suelo, y le responde: ¡°?Eres una quejica?¡±. ¡°?Yo? ?Una quejica?¡±, pregunta ella. ?l asiente con la cabeza: ¡°Vives enfurru?ada. La chica triste, anhelante, sin rumbo, malnutrida y abandonada¡±. Y se queja de su mala suerte de topar siempre con mujeres as¨ª, capaces de ¡°encontrar una nube negra en cada cielo despejado¡±.

El dardo funciona a la perfecci¨®n, y ella acaba en el agua, desnuda, entre sus brazos. A pesar de la artima?a, es de agradecer ese minuto en contra del estereotipo de la mujer torturada, a la que el hombre rescata de su miseria. Esa mujer supuestamente atractiva gracias a sus demonios internos, que solo encuentra la salida cuando ¨¦l posa sobre ella su mirada salvadora. Una de tantas construcciones machistas, que trata de convencernos de que la mujer no debe ser feliz, alegre y disfrutona, sin m¨¢s taras que las de cualquier otro para gozar de la vida.

Si no, escuchen el mon¨®logo de Emiliano Garc¨ªa-Page, el presidente del PSOE de Castilla-La Mancha. Un v¨ªdeo de un minuto y medio colgado en Twitter resume a la perfecci¨®n la educaci¨®n en igualdad. Entre risotadas, Garc¨ªa-Page explica que su hijo folla un mont¨®n ¡ªdisculpen la ordinariez¡ª, ¨¦l usa el eufemismo de que es de ¡°esos de raza¡±, y que su hija, en cambio, ¡°prefiri¨® estudiar¡±. No s¨¦ si torturada, pero es una mujer pura. El tuit que colg¨® el periodista Jes¨²s Cintora lleva casi un mill¨®n de reproducciones. ¡°Ni los chistes de Ar¨¦valo en los 90 ten¨ªan tanta caspa¡±, resume una usuaria.

Por suerte, ha vuelto a las redes sociales un cl¨¢sico del Abc de 2014. ¡°?Cu¨¢l es el perfil de la mujer infiel? Le gusta hacer turismo y quedar para tomar un caf¨¦, pero detestan la caza o los juegos de cartas¡±. ?S¨ª! ?Exacto! Usted tambi¨¦n est¨¢ entre ellas. Si le sorprende, solo necesita buscar un poco m¨¢s en su interior. ¡°Mi mujer, santa esposa, odia la caza y no le gustan los juegos de cartas. Menos mal que no toma caf¨¦¡±, responde aliviado al tuit de la periodista Raquel Martos el tambi¨¦n periodista Alberto Pozas. El pantallazo tiene m¨¢s de medio mill¨®n de reproducciones.

La pena es que ya no se pueda consultar esa informaci¨®n del diario madrile?o. Parece que alguien ha corrido a fulminarlo casi una d¨¦cada despu¨¦s, porque en el pantallazo se lee una ¨²ltima hora de la llegada de Volod¨ªmir Zelenski a la cumbre del G-7, que empez¨® el viernes. La bendita hemeroteca alumbra que se trataba de un perfil elaborado por el portal Gleeden de ¡°citas extraconyugales¡± pensado para mujeres infieles, aunque entonces el 60% de los usuarios eran hombres. Contaba que la mitad de las infieles ¡ªsu esposa no est¨¢ entre ellas, no sufra¡ª ten¨ªa entre 35 y 49 a?os, viv¨ªan en las cinco ciudades m¨¢s grandes de Espa?a, de ¡°clase media y alta¡±, trabajaba como ¡°ejecutiva¡± y con sueldos entre 20.000 y 30.000 euros. Les gustaba el ¡°cine, quedar para tomar un caf¨¦ y hacer turismo¡±. Menos mal que lo han borrado.