ERC, otra v¨ªctima de Pedro S¨¢nchez
Junqueras lo hab¨ªa fiado todo a una estrategia bilateral, de la que no ha salido ninguna votaci¨®n para Catalu?a hasta la fecha
Oriol Junqueras es otra v¨ªctima colateral del retroceso del PSOE de Pedro S¨¢nchez. ERC se desplom¨® este 28-M, perdiendo m¨¢s de 300.000 votos. Y es que Junqueras lo hab¨ªa fiado todo a una estrategia bilateral, de la que no ha salido ninguna votaci¨®n para Catalu?a hasta la fecha. Aunque el castigo del independentismo a los republicanos no permitir¨¢ ya abrir reflexi¨®n alguna, bajo la nueva pantalla de ¡°que viene la ultraderecha¡±.
Era el clima de opini¨®n entre muchos votantes hasta el do...
Oriol Junqueras es otra v¨ªctima colateral del retroceso del PSOE de Pedro S¨¢nchez. ERC se desplom¨® este 28-M, perdiendo m¨¢s de 300.000 votos. Y es que Junqueras lo hab¨ªa fiado todo a una estrategia bilateral, de la que no ha salido ninguna votaci¨®n para Catalu?a hasta la fecha. Aunque el castigo del independentismo a los republicanos no permitir¨¢ ya abrir reflexi¨®n alguna, bajo la nueva pantalla de ¡°que viene la ultraderecha¡±.
Era el clima de opini¨®n entre muchos votantes hasta el domingo: Lo m¨¢s llamativo obtenido por ERC hab¨ªan sido los indultos, junto a las reformas de la malversaci¨®n y la sedici¨®n. Es decir, la salvaci¨®n de su clase pol¨ªtica. S¨¢nchez lograba as¨ª borrar el imaginario del lazo amarillo y dejar al independentismo noqueado, sin poder blandir m¨¢s sentimiento de agravio. En cambio, Esquerra no hab¨ªa conseguido ning¨²n acuerdo que someter a votaci¨®n, ya no un refer¨¦ndum de ruptura ¡ªalgo imposible¡ª; tampoco un nuevo Estatut o parecido.
As¨ª que las elecciones municipales lanzaron un recordatorio a la v¨ªa del posibilismo: el votante independentista sigue existiendo, aunque haya asumido que la situaci¨®n ya no es como en 2017. En la pantalla del posproc¨¦s, el nihilismo, la pasividad, son la t¨®nica imperante por las expectativas frustradas. Pero si la abstenci¨®n creci¨® este 28-M, m¨¢s en el lado del independentismo, debe entenderse ya como s¨ªntoma de protesta.
Los resultados electorales abren interrogantes para ERC sobre su giro moderado. No es casual que hayan salido varias voces republicanas contrarias a un tripartit con PSC y En Com¨² para la Alcald¨ªa de Barcelona. La percepci¨®n de que alejarse de Junts pasa factura vuelve como un fantasma. El ¨²nico beneficiado de la desaz¨®n independentista es el PSC, mientras que Esquerra no parece salir airosa de haber roto el monopolio de los partidos del proc¨¦s.
Quiz¨¢s se subestimaron las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas en Catalu?a: Aunque Aragon¨¨s gan¨®, la suma de Junts y CUP fue superior. Es decir, que el independentismo menos dialogante sigue siendo fuerte ¡ªy el que menos cay¨® este 28-M respecto a 2019¡ª. El problema es que las propuestas de junteros y cuperos contin¨²an siendo irrealizables en el marco de la ley ¡ªque sus dirigentes no piensan ya vulnerar, por miedo a m¨¢s penas de prisi¨®n¡ª. Y si Junts resisti¨® este domingo fue gracias a su potente base de alcaldes, no a su c¨²pula.
Aunque el independentismo no podr¨¢ reflexionar sobre la desafecci¨®n que deja el posproc¨¦s, ahora que la nueva pantalla es el miedo a que gobiernen PP y Vox. La crisis de representaci¨®n latente quedar¨¢ sepultada ante la nueva l¨®gica de la resistencia que plantea ya Pere Aragon¨¨s: todo el independentismo conjurado contra la ultraderecha. Si bien existe un clima de opini¨®n esc¨¦ptico, entre algunos votantes, sobre que pedir unidad es la en¨¦sima huida de sus l¨ªderes para ahorrarse la fiscalizaci¨®n por el fracaso del 1-O o la mesa de di¨¢logo.
El caso es que una ca¨ªda del PSOE ser¨ªa el mayor problema para Esquerra a corto plazo. La estrategia pactista, bilateral, solo tiene sentido si hab¨ªa alguien delante con quien dialogar. Ser¨ªa dif¨ªcil creer que eso se lo pueda ofrecer un Alberto N¨²?ez Feij¨®o de la mano de Vox en La Moncloa. Una eventual derrota de S¨¢nchez supondr¨ªa darle ox¨ªgeno al relato de Junts y CUP sobre que ¡°nada hay que negociar con el Estado¡±.
A la saz¨®n, el repliegue de ERC tambi¨¦n podr¨ªa estar entre los motivos por los que S¨¢nchez ha adelantado los comicios. El presidente no se pod¨ªa arriesgar a que su socio Aragon¨¨s acusara un desgaste mayor en unos meses: hab¨ªa que aprovechar de inmediato el tir¨®n del PSC en Catalu?a. Es pronto para aventurar si el retroceso de la moderada Esquerra es extrapolable a unos comicios auton¨®micos o nacionales, pero el riesgo existe.
As¨ª que el 23 de julio tambi¨¦n est¨¢ en juego la paz territorial. Catalu?a no es hoy como en 2018, gracias al efecto apaciguador de los indultos; tampoco se parece a la Catalu?a del 9-N o del 1-O, porque no hay un Gobierno como el de Mariano Rajoy al frente. Nada le vendr¨ªa mejor al discurso de la ruptura que una derecha que reparte cera cada semana, o una izquierda que no pueda cerrar definitivamente el conflicto. ERC ser¨¢ otra v¨ªctima de Pedro S¨¢nchez, si este no revalida.