Hasta siempre, amigo Mauricio

No habr¨ªa podido escribir mi libro Cuba Roja sin Mauricio Vicent. Ni enviar centenares de cr¨®nicas sin ¨¦l. Su casa estuvo siempre abierta para m¨ª y otros muchos periodistas que visit¨¢bamos La Habana. Lo conoc¨ª en sus inicios como corresponsal de este peri¨®dico. Me abri¨® las puertas de los cerrados despachos de la dirigencia cubana. Y me llev¨® al sal¨®n de su casa a muchos personajes que yo deseaba entrevistar: desde Silvio Rodr¨ªguez a un pu?ado de j¨®venes cubanas que me hablaron de su vida e ilusiones. Pero sobre todo, me abri¨® su coraz¨®n....

No habr¨ªa podido escribir mi libro Cuba Roja sin Mauricio Vicent. Ni enviar centenares de cr¨®nicas sin ¨¦l. Su casa estuvo siempre abierta para m¨ª y otros muchos periodistas que visit¨¢bamos La Habana. Lo conoc¨ª en sus inicios como corresponsal de este peri¨®dico. Me abri¨® las puertas de los cerrados despachos de la dirigencia cubana. Y me llev¨® al sal¨®n de su casa a muchos personajes que yo deseaba entrevistar: desde Silvio Rodr¨ªguez a un pu?ado de j¨®venes cubanas que me hablaron de su vida e ilusiones. Pero sobre todo, me abri¨® su coraz¨®n. Eternamente agradecido, Mauricio.

Rom¨¢n Orozco. Manzanares (Ciudad Real)

Ministerios

Hay que agradecer a N¨²?ez Feij¨®o su sinceridad. Ni Ministerio de Igualdad, ni ley de memoria hist¨®rica y ajustes a la ley de eutanasia. La derecha mis¨®gina y negacionista en todo su esplendor. Si a?adimos el negacionismo clim¨¢tico y sus recetas para combatirlo ¡ªuna planta en cada balc¨®n¡ª de D¨ªaz Ayuso, ya tenemos el conjunto de medidas para devolvernos a ese pasado, tan a?orado por algunos. Y hablando de nost¨¢lgicos, menci¨®n especial para esos que juegan al corta y pega en sus programas electorales, que hacen bueno aquello de que la ignorancia es atrevida. ?O acaso alguien ha visto a Abascal hablando de econom¨ªa o de educaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos de siempre? Y estos son los que van a salvar el pa¨ªs. ?Qu¨¦ miedo!

Jos¨¦ Mari Goienola Montoia. Bilbao

Dejar de sentir culpa

Los egoc¨¦ntricos necesitan nuestra ayuda. No hablo de aquellas personas orgullosas que se enaltecen a costa de empeque?ecer a los dem¨¢s, sino de aquellos a los que una mala palabra de otros les hace cuestionarse si han sido lo suficientemente amables, aquellos a los que si rechazan tras una entrevista de trabajo, piensan que nunca ser¨¢n capaces de conseguir un empleo, aquellos que han suspendido un examen y se dicen que no tienen capacidad suficiente, a todas aquellas personas que ven en todo su culpa. A veces, que nos digan que no somos el centro del universo es el mayor de los alivios.

Ainara Quir¨®s Castro. Madrid

Frenar la m¨¢quina

Nos asustamos, nos ponemos tremendos con el tema de la IA, y Bruselas pide que se identifiquen las publicaciones generadas por inteligencia artificial. Parece buena medida, pero en realidad llevamos a?os observando c¨®mo bots de Twitter son capaces de torpedear elecciones e influir en opiniones o c¨®mo los infuencers se han convertido en avatares digitales que generan im¨¢genes y experiencias que la humanidad imita. La diferencia radica en qui¨¦n hay detr¨¢s de dichas publicaciones, si personas o combinaciones de datos. Reconozcamos que llevamos ya alg¨²n tiempo siendo dominados por aplicaciones y alimentando esa temida m¨¢quina. A ver qui¨¦n echa el freno ahora.

Jes¨²s Galeote. M¨¢laga

Ciudadano

Busco en el diccionario de la RAE la palabra ciudadano, y en su quinta acepci¨®n la significa como ¡°habitante libre de las ciudades antiguas¡±. Me pregunto si cabe una sexta acepci¨®n en la cual se considere ciudadano al ¡°habitante que se cree libre en las ciudades del siglo XXI¡±.

Fernando Mart¨ªnez Blasco. Madrid