Apostemos por renovar el Gobierno de coalici¨®n
No podemos dar la batalla por perdida porque, a pesar de las tensiones e incluso de algunos errores legislativos, la paz social y el respeto han sido la t¨®nica entre las dos fuerzas del Ejecutivo en estos a?os
Cuando el 14 de marzo de 2020 Pedro S¨¢nchez sali¨® a anunciar el estado de alarma para hacer frente a la expansi¨®n del coronavirus, hac¨ªa tan solo dos meses que se hab¨ªa sellado entre el PSOE y Unidas Podemos el que ha sido el primer Gobierno de coalici¨®n de nuestra moderna historia democr¨¢tica. Tambi¨¦n ha sido el primero en el que se contaba con ministros pertenecientes al P...
Cuando el 14 de marzo de 2020 Pedro S¨¢nchez sali¨® a anunciar el estado de alarma para hacer frente a la expansi¨®n del coronavirus, hac¨ªa tan solo dos meses que se hab¨ªa sellado entre el PSOE y Unidas Podemos el que ha sido el primer Gobierno de coalici¨®n de nuestra moderna historia democr¨¢tica. Tambi¨¦n ha sido el primero en el que se contaba con ministros pertenecientes al Partido Comunista, Yolanda D¨ªaz entre ellos. La abogada gallega lo hac¨ªa como ministra de Trabajo y Econom¨ªa Social en primer lugar, para pasar m¨¢s tarde ¡ªtras la renuncia de Pablo Iglesias¡ª a ser vicepresidenta segunda.
A partir de ese nombramiento, y en gran parte por las medidas tomadas desde su ministerio durante la crisis de la covid, la figura de Yolanda D¨ªaz sali¨® catapultada como la posible candidata de la izquierda a la izquierda del PSOE. Valorada, tanto dentro de la militancia de Unidas Podemos, como por toda la ciudadan¨ªa que la ve¨ªa como una vicepresidenta exitosa en su gesti¨®n.
En un primer momento, pareci¨® dif¨ªcil que se mantuviera la coalici¨®n ¡ªlos personalismos juegan malas pasadas¡ª. Sin embargo, es evidente que, a pesar de las tensiones y los intentos de la derecha de explotar las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos, incluso a pesar de algunos errores legislativos que hicieron pensar en una ruptura de la coalici¨®n, la paz social y el respeto entre ambas fuerzas ha sido la t¨®nica que ha marcado este Gobierno.
Por eso, la mayor¨ªa de acuerdos y negociaciones ha sido rentabilizado por todo el Gobierno: desde la subida de las pensiones con el IPC, pasando por la reforma laboral, la subida del salario m¨ªnimo interprofesional, o la ley de vivienda. Incluso las leyes que no han salido, como la derogaci¨®n de la ley mordaza, no lo han hecho porque no han convencido a otros partidos. Un solo elemento conflictivo entre ambos partidos, la llamada ley del solo s¨ª es s¨ª.
Sin embargo, los electores mandan, no basta con que haya una buena t¨®nica, ni con tratar de legislar pensando en una mayor¨ªa. En ocasiones, la queja constante de uno de los dos partidos de la coalici¨®n ha eclipsado esos logros y en el momento de ir a votar ha provocado una desafecci¨®n.
Sin embargo, no podemos parar. Y tras unos malos resultados en las recientes municipales y auton¨®micas, convocadas las elecciones generales por sorpresa el pr¨®ximo 23 de julio, ha llegado el momento de poner en valor la figura de la gallega para comprobar si, en los comicios que nos llegan, ser¨¢ capaz de aunar en Sumar a las fuerzas de izquierda y reeditar el Gobierno de coalici¨®n junto a Pedro S¨¢nchez.
Es absurdo poner en duda que, para que Pedro S¨¢nchez llegue al Gobierno de nuevo, se necesita una representaci¨®n institucional fuerte a la izquierda del PSOE. Habr¨¢ que ver si ese electorado a la izquierda del PSOE se ilusiona con Sumar. Ni qu¨¦ decir tiene que son muchos los ayuntamientos y autonom¨ªas, acabamos de verlo, que han visto c¨®mo el desencanto del votante de izquierda a la izquierda del PSOE, no ha ido a votar, lo que ha provocado una p¨¦rdida de un buen n¨²mero de investiduras del PSOE.
No est¨¢ siendo f¨¢cil el reto. En la retina de muchos de nosotros los ¨²ltimos d¨ªas de idas y venidas, de directas e indirectas en las negociaciones entre Sumar y el resto de fuerzas pol¨ªticas de izquierda, en las que parec¨ªa, por momentos, que importaban m¨¢s los puestos en las listas que las pol¨ªticas que iban a llevarse a cabo. S¨ª, rencores y pu?aladas, pero, lo dije en este mismo diario hace un par de meses, la realidad, y me atrever¨ªa decir que la sensatez, es que el clamor ciudadano de la izquierda les ha forzado a entenderse. Eso y los n¨²meros, seamos pragm¨¢ticos, los mismos votos present¨¢ndose por separado dar¨ªan muchos menos esca?os que haci¨¦ndolo juntos. El viernes pareci¨® que tomaban nota y cerraron un acuerdo.
Es cierto que la alianza de la izquierda, liderada por Yolanda D¨ªaz desde Sumar, no ha empezado de la mejor de las maneras. Pero, con los tiempos que corren y, sobre todo, con las perspectivas que se ven llegar de fondo no podemos dejarnos llevar por el desencuentro inicial. Y lo dice una feminista, que enfadada por el da?o que al movimiento ha hecho el ministerio de Irene Montero, tanto con la ley trans, como por su soberbia que le ha impedido reconocer la necesidad de cambios t¨¦cnicos en la ley del solo s¨ª es s¨ª, cree que los resultados de las municipales han ayudado para que se reflexione acerca de lo anterior y sirva para que esta d¨¦ un paso al lado y deje que se siga sumando.
Por eso, como dijo George Sand, ¡°las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir¡±. No podemos permitirnos dar por perdida la batalla. Podemos tener muchas diferencias sobre c¨®mo es el pa¨ªs en el que queremos vivir en el futuro, pero coincidimos muchos en el que no queremos vivir bajo ning¨²n concepto.