Regresi¨®n hom¨®foba
La prohibici¨®n en Italia de inscribir a la madre no gestante de parejas de lesbianas aumenta la marginaci¨®n institucional
La consolidaci¨®n de las conquistas de los derechos LGTBI es necesariamente lenta pero empieza a vivir amenazas objetivas de regresi¨®n en distintos lugares de Europa, incluida Espa?a. Acaba de suceder en la Italia gobernada por la ultraderecha de Giorgia Meloni: una treintena de parejas de mujeres pueden verse obligadas en la provincia de Padua a retirar del registro a la madre no gestante por instrucciones de la Fiscal¨ªa. Un tribunal deber¨¢ deci...
La consolidaci¨®n de las conquistas de los derechos LGTBI es necesariamente lenta pero empieza a vivir amenazas objetivas de regresi¨®n en distintos lugares de Europa, incluida Espa?a. Acaba de suceder en la Italia gobernada por la ultraderecha de Giorgia Meloni: una treintena de parejas de mujeres pueden verse obligadas en la provincia de Padua a retirar del registro a la madre no gestante por instrucciones de la Fiscal¨ªa. Un tribunal deber¨¢ decidir en los pr¨®ximos meses si los ni?os permanecen legalmente a cargo solo de una de sus dos progenitoras oficiales, que preservar¨ªa as¨ª en exclusiva todos los derechos legales sobre el ni?o. El efecto en cadena de ese retroceso para la mujer excluida como no madre del ni?o significa la incapacidad legal de firmar un permiso escolar, una autorizaci¨®n de viaje o el reconocimiento del parentesco familiar. La medida puede afectar en torno a 150.000 familias en Italia.
El mero enunciado comprime el ¨¢nimo ante la crueldad de una decisi¨®n en apariencia solo administrativa pero que oculta en su formulaci¨®n burocr¨¢tica una agresi¨®n dictada por un sentido normativo, excluyente e invasivo. La instrucci¨®n ha sido avalada por la ministra de Igualdad, Familia y Natalidad, Eugenia Roccella, porque el ¨²nico modelo de familia aceptable es, seg¨²n ella, el que ¡°prev¨¦ un padre y una madre¡±, y ning¨²n otro. Italia va muy por detr¨¢s de Espa?a en el reconocimiento de los hijos de las parejas homosexuales ¡ªmasculinas o femeninas¡ª y ni siquiera la izquierda se siente muy segura en ese terreno, pese a la aprobaci¨®n de la ley de uniones civiles en 2016. Desde el s¨¢bado pasado Espa?a cuenta tambi¨¦n con al menos siete ayuntamientos ¡ªentre ellos, Burgos, Valladolid, Elche o Talavera de la Reina¡ª que han eliminado las concejal¨ªas de Igualdad, sustituidas por concejal¨ªas de Familia que en alg¨²n caso, como expres¨® abiertamente la portavoz de Vox en Elche, tendr¨¢n muy presente la religi¨®n cat¨®lica y sus valores, pese a la diversidad de familias espa?olas.
El goteo de noticias contrarias a la consolidaci¨®n de los derechos del colectivo LGTBI en diversas partes del mundo crece de forma incesante. La in¨¦dita aprobaci¨®n en Estonia de la reforma de la ley de familia para incluir en ella los matrimonios del mismo sexo llega apenas unas semanas despu¨¦s de que Vlad¨ªmir Putin haya iniciado los tr¨¢mites para revertir la aprobaci¨®n vigente desde 1997 de cambio de g¨¦nero en Rusia: acreditada la transexualidad, hasta ahora se pod¨ªa obtener el cambio de g¨¦nero en los documentos de identidad o el pasaporte, que es lo que suspende el proyecto de Putin. Colectivos evangelistas ultraconservadores han impulsado la prohibici¨®n legal de la homosexualidad en Uganda, un pa¨ªs con casi los mismos habitantes que Espa?a. El castigo en el pa¨ªs africano puede llegar a la pena de muerte en determinadas circunstancias.
La regresi¨®n hacia la prohibici¨®n y el castigo ha dejado de ser anecd¨®tica para convertirse en una amenaza sist¨¦mica a derechos conquistados legalmente, y a la cabeza de esos derechos ha estado Espa?a en el siglo XXI. Impedir el retroceso en los derechos LGTBI deber¨ªa ser parte de la agenda irrenunciable de cualquier partido democr¨¢tico. Las exclusiones y prohibiciones parten adem¨¢s de partidos que han triunfado haciendo un uso populista de la palabra libertad. No es mal d¨ªa para recordarlo este viernes en que empiezan las celebraciones del Orgullo Gay por toda Espa?a, incluida Madrid.