El negocio de la guerra
No ha habido conflicto b¨¦lico que no incorporara una maquinaria recaudatoria que inclina la balanza econ¨®mica hacia los sectores m¨¢s da?inos del poder
Se nos olvida sistem¨¢ticamente que la guerra es tambi¨¦n un negocio. No ha habido conflicto b¨¦lico que no incorporara una maquinaria recaudatoria que inclina la balanza econ¨®mica hacia los sectores m¨¢s da?inos del poder, llevando a la miseria a la poblaci¨®n mientras enriquece a una ¨¦lite indiferente y sagaz. Sucede de manera id¨¦ntica con la educaci¨®n, si es convertida en un negocio termina por establecer una sociedad civil cortada en lonchas de intereses y estratos desiguales de condici¨®n. No ha sido este ...
Se nos olvida sistem¨¢ticamente que la guerra es tambi¨¦n un negocio. No ha habido conflicto b¨¦lico que no incorporara una maquinaria recaudatoria que inclina la balanza econ¨®mica hacia los sectores m¨¢s da?inos del poder, llevando a la miseria a la poblaci¨®n mientras enriquece a una ¨¦lite indiferente y sagaz. Sucede de manera id¨¦ntica con la educaci¨®n, si es convertida en un negocio termina por establecer una sociedad civil cortada en lonchas de intereses y estratos desiguales de condici¨®n. No ha sido este grupo Wagner de mercenarios rusos el primero en explotar los recursos de la guerra. Habr¨ªa que saber si el nombre fue elegido como s¨ªmbolo del nacionalismo que se erige en negocio para avispados o es un azar sinf¨®nico. El caso es que las legiones de fusileros en n¨®mina no son ninguna novedad. La guerra tambi¨¦n precisa de la ingenier¨ªa fiscal, con subcontratas y externalizaci¨®n del dolor, para que as¨ª la poblaci¨®n siga pensando que hay algo rom¨¢ntico y ejemplar en el frente. No lo hay. Incluso en aquellos casos en que el enfrentamiento es inevitable para conservar la dignidad, que puede ser lo que sucede en Ucrania, termina por entregarse al latrocinio y la rapi?a. Adem¨¢s de dejar por generaciones una subterr¨¢nea red de extorsi¨®n, criminalidad y delincuencia organizada.
La repugnante manera en que se teji¨® la invasi¨®n de Irak por las fuerzas de una supuesta coalici¨®n democr¨¢tica ya nos dej¨® un rosario de subcontratas que a modo de ej¨¦rcito paralelo extrajo divisas, riqueza y recursos de una tierra que qued¨® asolada y arrasada. Fue entonces, bajo el paraguas de democracias consolidadas, donde crecieron estas empresas de mercenarios a sueldo, no tanto emparentadas con las legiones de convictos y criminales reciclados, sino con las peonadas de esclavos y la ping¨¹e rentabilidad de la seguridad privada. De esta manera sutil empezamos a conocer los nombres y tejemanejes de sociedades como Blackwater, Triple Canopy, DynCorp y Halliburton, cuya imbricaci¨®n con la extracci¨®n petrol¨ªfera y la profesionalizaci¨®n del fen¨®meno paramilitar resultaron ser de preciado servicio para los mediocres geoestrategas de la invasi¨®n iraqu¨ª. Lo sucedido con la asonada del cacique Yevgueni Prigozhin y su corta marcha desde el frente ucranio hacia Mosc¨² no deja de ser un sainete con alma de tragedia.
La carnicer¨ªa desatada en Ucrania conlleva cientos de muertes diarias y vamos camino de las 500 noches de guerra. Por m¨¢s que Putin sostiene un ataque con misiles a distancia que tranquiliza a los ciudadanos rusos con la idea de superioridad militar sin riesgo personal, la verdad es distinta. Un avance nimio y el establecimiento de un frente sanguinario es la ¨²nica conquista de esta aventura fallida. En ella, claro est¨¢, el negocio ha sido fruct¨ªfero. No solo para los aventureros y quienes engrosan con presos y desesperados las filas de los batallones patri¨®ticos, sino tambi¨¦n para la c¨®moda ¨¦lite de la industria armament¨ªstica que ha visto girar las prioridades de los gobiernos occidentales desde la reducci¨®n de los gases contaminantes hasta el aumento de los arsenales nacionales. Un desastre que pagaremos durante d¨¦cadas y del que solo parece culpable la personalidad infantilizada de Putin, tan admirada por nuestros Berlusconis y esa derecha nacionalista europea sobrada de m¨¢scaras. Hay que poner remedio a esta extracci¨®n econ¨®mica que es tambi¨¦n una salvajada.