Estos y aquellos pactos
Los lectores escriben sobre las cr¨ªticas de la izquierda y la derecha a los acuerdos pol¨ªticos, la homofobia en los colegios, el profesorado y los rincones de desconexi¨®n
El partido de extrema derecha Vox est¨¢ poniendo de facto una nueva realidad pol¨ªtica del Estado de las autonom¨ªas con los pactos a los que est¨¢ llegando el Partido Popular con esta formaci¨®n tras las elecciones del 28-M. Cuando cre¨ªamos superados los postulados en materia de derechos en favor de los colectivos m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad, asistimos a la genuflexi¨®n de un PP al que poco importan sus principios ¨¦ticos tan enarbolados si suponen un estorbo para acaparar poder. Cuando los partidos conser...
El partido de extrema derecha Vox est¨¢ poniendo de facto una nueva realidad pol¨ªtica del Estado de las autonom¨ªas con los pactos a los que est¨¢ llegando el Partido Popular con esta formaci¨®n tras las elecciones del 28-M. Cuando cre¨ªamos superados los postulados en materia de derechos en favor de los colectivos m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad, asistimos a la genuflexi¨®n de un PP al que poco importan sus principios ¨¦ticos tan enarbolados si suponen un estorbo para acaparar poder. Cuando los partidos conservadores reprochaban al Gobierno de Espa?a llegar a acuerdos con partidos como EH Bildu o los nacionalistas catalanes para sacar adelante mejoras sociales como la subida del SMI o la revalorizaci¨®n de las pensiones, su insistente narrativa era que Pedro S¨¢nchez era un traidor y un mentiroso. Ahora, ante estos pactos en ayuntamientos y comunidades, que suponen echar a la basura el feminismo, los derechos LGTBI+ o los de los migrantes, me pregunto, ?qu¨¦ pensar¨¢n los votantes del PP ante este cambio de discurso?
Juan Navarro Sim¨®n. Z¨²rich (Suiza)
Aprendizaje de mis recreos
Corr¨ªa el a?o 1994. Solo ten¨ªa 10 a?os cuando por primera vez me llamaron maric¨®n tras unos ojos llenos de odio. Eran las 11.30 de la ma?ana y tocaba salir al recreo, un descanso que se convirti¨® en una pesadilla durante un par de a?os. Antes de salir al patio ya contaba con que ser¨ªa el ¨²ltimo que los dem¨¢s elegir¨ªan para jugar al f¨²tbol o para hacer el trabajo de ciencia. Sin duda, y eso fue lo peor, perd¨ª el rumbo acad¨¦mico. Despu¨¦s de muchos esfuerzos pude por fin evacuar la violencia verbal de mi cabeza y enfocar mi vida como la que era. Veinte a?os despu¨¦s he aprendido que el perd¨®n es un entrenamiento para hacerte m¨¢s fuerte, pero que hay vivencias que permanecen para siempre en tu coraz¨®n. Por eso hay que seguir contando nuestras vivencias en este mes del orgullo.
Antonio J. Rodr¨ªguez Franco. Madrid
Ser profesor es un estilo de vida
Muchas veces hablamos de los profesores de una manera tan vulgar, incluso rozando lo despreciativo, que uno no puede evitar hacer de tripas coraz¨®n, y poner su mejor cara de p¨®quer. Sin embargo, un profesor es algo m¨¢s que alguien que va a cubrir su jornada laboral por unos cuantos lereles a final de mes. Ser profesor va m¨¢s all¨¢ de un mero trabajo. Es un estilo de vida. Un profesor trabaja hasta la extenuaci¨®n para introducir el germen de la curiosidad en sus alumnos, o muere en el intento.
Jorge Verd¨² Azor¨ªn. Alicante
El lugar donde el tiempo se para
Mi refugio es un rinc¨®n andaluz costero de infinitas horas de sol. Tras el paso del oto?o, el invierno y la primavera, las cicatrices de nuestros cuerpos nos piden cura al son de cerveza de chiringuito y puestas de sol. Necesitamos escapar del tr¨¢fico, del horario, del estr¨¦s galopante que asumimos por defecto. Y eso es, justamente, lo m¨¢s especial de este lugar: aqu¨ª no pasa absolutamente nada. Es una parada en el tiempo, una sobremesa eterna que te recuerda incesantemente qui¨¦n eres, qui¨¦n fuiste. Un punto de partida para decidir qui¨¦n querr¨¦ ser a partir de ahora.
Virginia Gonz¨¢lez. Huelva