Vox gana en la batalla por la atenci¨®n
Es pronto para decirlo, porque curiosamente es el partido sobre cuya intenci¨®n de voto hay m¨¢s discrepancia en las encuestas, pero deben de estar encantados, entre todos les estamos haciendo la campa?a
La campa?a acaba de comenzar y ya estoy agotado. Mal s¨ªntoma, porque se supone que estos son los momentos en los que m¨¢s deber¨ªa de disfrutar un polit¨®logo. Puede que uno empiece a sentir ya el peso de los a?os o, lo m¨¢s probable, que la sucesi¨®n de elecciones sin la m¨¢s m¨ªnima pausa para respirar sea la causa m¨¢s probable de esta fatiga mental sobrevenida. Uno de los grandes atractivos de los sistemas democr¨¢ticos es que tienden a ser bastante econ¨®micos a la hora de incorporar a los ciudadanos al proceso de decisio...
La campa?a acaba de comenzar y ya estoy agotado. Mal s¨ªntoma, porque se supone que estos son los momentos en los que m¨¢s deber¨ªa de disfrutar un polit¨®logo. Puede que uno empiece a sentir ya el peso de los a?os o, lo m¨¢s probable, que la sucesi¨®n de elecciones sin la m¨¢s m¨ªnima pausa para respirar sea la causa m¨¢s probable de esta fatiga mental sobrevenida. Uno de los grandes atractivos de los sistemas democr¨¢ticos es que tienden a ser bastante econ¨®micos a la hora de incorporar a los ciudadanos al proceso de decisiones. Por eso su participaci¨®n se restringe casi al momento electoral. Es el instante en el que se les permite ser protagonistas, algo que est¨¢ re?ido con la situaci¨®n de campa?a permanente. Adem¨¢s, se trata de una campa?a sin ilusiones, malmenorista: el objetivo es evitar que el otro gane, algo que coincide con esta ¨¦poca de progresivo declive del optimismo pol¨ªtico.
No es casualidad, por tanto, que hasta ahora el protagonista indiscutible de este proceso electoral est¨¦ siendo Vox. Para el PP es un incordio que, seguramente en contra de sus previsiones, no ha sabido manejar. Su err¨¢tica pol¨ªtica de pactos en ayuntamientos y Comunidades Aut¨®nomas as¨ª lo indica. Y, en caso de mayor¨ªa de la derecha en las generales, es muy probable tambi¨¦n que no est¨¦n dispuestos a dar su brazo a torcer. Tengo para m¨ª que quienes votan a la derecha no le hacen ascos, casi nadie cambiar¨¢ de bloque por el hecho de que puedan llegar al gobierno con el PP. Pero se me antoja que para Feij¨®o s¨ª supone un problema. Un gobierno no monocolor del PP, como el que s¨ª tiene Mitsotakis en Grecia, frustrar¨ªa sus aspiraciones a convertirse en la referencia de la resurrecci¨®n de los partidos conservadores en Europa. Con Vox en el gobierno ser¨ªa uno de tantos que necesitan la muleta de la extrema derecha para hacerse con el poder. Por otra parte, sin embargo, si se debilita en exceso, dada la caprichosa forma en la que saltan los esca?os entre los partidos menores en algunas circunscripciones, podr¨ªa perder la mayor¨ªa de su bloque. Necesita debilitarlo, pero no en demas¨ªa, una curiosa paradoja.
La funcionalidad de Vox para la izquierda no exige mayor explicaci¨®n. Es la mejor garant¨ªa para que no caiga en la melancol¨ªa y se movilice el d¨ªa 23 de julio, m¨¢s eficaz que el activismo de S¨¢nchez en los medios. Este es tremendamente instrumental para opacar a Sumar, para impulsar al PSOE dentro de su bloque, pero no creo que lo sea tanto como para atraer votos del otro lado. El caso es que Vox se ha colocado en el centro de la atenci¨®n medi¨¢tica electoral y esto es una mala noticia. No ya solo por eso del que hablen de m¨ª, aunque sea mal, sino por la misma idiosincrasia de la familia de partidos a la que pertenece, que se alimentan de su condici¨®n de outsiders dentro del sistema pol¨ªtico. Es pronto para decirlo, porque curiosamente es el partido sobre cuya intenci¨®n de voto hay m¨¢s discrepancia en las encuestas, pero deben de estar encantados, entre todos les estamos haciendo la campa?a.
A pesar de que la mayor¨ªa de sus propuestas program¨¢ticas no pasar¨ªan un m¨ªnimo control de constitucionalidad, la verdad es que dan miedo. Un temor que se ve acentuado cuando tomamos conciencia de que, por ejemplo, sea el partido preferido de nuestros j¨®venes. Algo deberemos estar haciendo mal entre todos cuando hay un partido que crece chupando la sangre que emana de las heridas de las fuerzas pol¨ªticas establecidas. Nosferatu lo llamaba aqu¨ª el otro d¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Lasalle. Todo un acierto.