Alberto, el enemigo est¨¢ dentro
Hay en la derecha un ruido que amenaza con convertirse en clamor. N¨²?ez Feij¨®o est¨¢ amortizado. ?Es la hora de D¨ªaz Ayuso?
Una tarde de hace algunos a?os, paseando por N¨¢poles, el historiador de Filosof¨ªa Moral Giuseppe Ferraro me cont¨® que, a su paso por la ciudad, el escritor estadounidense Herman Melville (Nueva York, 1819-1891) se maravill¨® de que los ca?ones de Fernando II de las Dos Sicilias, el Rey Bomba, no estuviesen apuntando hacia el mar, sino hacia la ciudad. ¡°Era la prueba¡±, explicaba el profesor Ferraro, ¡°de que el enemigo estaba dentro¡±.
No ser¨ªa extra?o que un mensaje parecido fuera el ...
Una tarde de hace algunos a?os, paseando por N¨¢poles, el historiador de Filosof¨ªa Moral Giuseppe Ferraro me cont¨® que, a su paso por la ciudad, el escritor estadounidense Herman Melville (Nueva York, 1819-1891) se maravill¨® de que los ca?ones de Fernando II de las Dos Sicilias, el Rey Bomba, no estuviesen apuntando hacia el mar, sino hacia la ciudad. ¡°Era la prueba¡±, explicaba el profesor Ferraro, ¡°de que el enemigo estaba dentro¡±.
No ser¨ªa extra?o que un mensaje parecido fuera el que Pablo Casado le trasladase a Alberto N¨²?ez Feij¨®o durante aquel almuerzo medio secreto que compartieron en un restaurante de Madrid el pasado 22 de febrero, justo en el aniversario del ajusticiamiento pol¨ªtico del joven pol¨ªtico a manos de su antigua amiga Isabel D¨ªaz Ayuso y bajo el silencio c¨®mplice de la bancada popular. Es hasta cierto punto comprensible que N¨²?ez Feij¨®o echara en saco roto las advertencias de un hombre herido. Pero ahora, ni 72 horas despu¨¦s de las elecciones que dejaron al PP tan lejos de La Moncloa, el presidente del PP empieza a darse cuenta de que las suspicacias de Fernando II en N¨¢poles y de Pablo Casado en G¨¦nova 13 ten¨ªan sentido.
Hay un murmullo creciente entre los dirigentes del PP, que ya critican ¨Caunque todav¨ªa protegidos por el anonimato¡ªlos errores de su todav¨ªa l¨ªder durante la campa?a, sus lapsus, sus pactos con Vox, la incomparecencia en los debates¡ Fuera, en las redes, la frustraci¨®n de la derecha ¨Cque daban por descontada la imagen de Pedro S¨¢nchez march¨¢ndose de la Moncloa¡ªya es un ruido que amenaza con convertirse en clamor. Los primeros en desempolvar el ariete tienen sobrada experiencia en el viejo oficio de la traici¨®n interna. El ejemplo m¨¢s claro es el de Esperanza Aguirre, que ya ha dicho abiertamente que la campa?a de Feij¨®o contra Vox fue err¨®nea y que el futuro del PP pasa por D¨ªaz Ayuso. En una intervenci¨®n en un programa de la Cuatro lleg¨® a decir:
¨CYo estoy convencida de que no va a haber unas nuevas elecciones. Va a haber un gobierno Frankenstein. Pedro S¨¢nchez interpreta que a ¨¦l le ha salido muy bien este adelanto electoral y que los espa?oles le dan permiso para seguir cuatro a?os m¨¢s con los terroristas, los independentistas, con todos los enemigos de Espa?a. Y nosotros no les hemos descalificado lo suficiente¡
En el plat¨®, de fondo, se oyen risas. No es para menos. Esperanza Aguirre ¨Cque ya conspir¨® contra Mariano Rajoy y secund¨® la operaci¨®n para derribar a Pablo Casado¨C considera que la campa?a del PP ¨Cla de derrocar al sanchismo y la de Txapote¡ªha sido de guante blanco y que lo que hacen falta ahora son candidatos m¨¢s duros, tipo D¨ªaz Ayuso. El problema de N¨²?ez Feij¨®o es que Aguirre no est¨¢ sola. La discusi¨®n est¨¢ en Twitter, donde conocidos portavoces de la ultraderecha ya han dejado tranquilo a S¨¢nchez por un rato y apuntan hacia N¨²?ez Feij¨®o.
¨CFeij¨®o sugiere ahora que quiere gobernar con S¨¢nchez. En campa?a me prometi¨® que quer¨ªa derogar el sanchismo porque, entre otros motivos, ha dejado a ¡°violadores en la calle, pact¨® con Bildu, nos va a poner peaje en las autov¨ªas y nos ha mentido¡±. No entiendo nada. ?Y vosotros?¨C jalea Javier Negre.
Tambi¨¦n la discusi¨®n ha entrado de lleno en espacios radiof¨®nicos como el de Federico Jim¨¦nez Losantos, quien hace un par de d¨ªas sostuvo una sonada bronca con Juan Carlos Girauta, antiguo dirigente de Ciudadanos y ahora cercano a Vox.
¨CT¨² ya quieres echar a Feij¨®o ¨Cle afe¨® el periodista al pol¨ªtico.
¨CPorque se tiene que marchar.
¨C?Y Abascal?
As¨ª se llevaron un rato, hasta que Jim¨¦nez Losantos lleg¨® a la conclusi¨®n de que Girauta est¨¢ mal de la cabeza.