¡®Barbenheimer¡¯: la victoria del cine y el riesgo de pintar de rosa la bomba at¨®mica
La extraordinaria confluencia de las pel¨ªculas sobre la ahora feminista mu?eca y el contradictorio f¨ªsico insufla vida a las salas y las redes, incluida alguna brutal banalizaci¨®n que molesta en Jap¨®n
Hac¨ªa mucho tiempo que no se ve¨ªa tanta gente en las salas de exhibici¨®n. Colas en la taquilla, colas en la venta de palomitas, colas en los ba?os. No solo en Espa?a, donde el asfixiante calor empuja a buscar el fresco de la sala oscura. El fen¨®meno es mundial. La coincidencia del estreno de dos grandes producciones de Hollywood, Barbie, de Greta Gerwig, y...
Hac¨ªa mucho tiempo que no se ve¨ªa tanta gente en las salas de exhibici¨®n. Colas en la taquilla, colas en la venta de palomitas, colas en los ba?os. No solo en Espa?a, donde el asfixiante calor empuja a buscar el fresco de la sala oscura. El fen¨®meno es mundial. La coincidencia del estreno de dos grandes producciones de Hollywood, Barbie, de Greta Gerwig, y Oppenheimer, de Christopher Nolan, ha generado la contracci¨®n Barbenheimer. Esta curiosa confluencia ha recaudado casi 1.070 millones de euros en 10 d¨ªas en todos los pa¨ªses en los que se proyectan, de los que la comedia de la mu?eca Barbie, de un feminismo para todos los p¨²blicos, se lleva la parte del le¨®n (unos 673 millones).
Es ¡°una victoria para el cine¡±, ha afirmado Francis Ford Coppola, uno de los grandes. Ni secuelas ni precuelas ni superh¨¦roes vestidos con mallas, sino ¡°pel¨ªculas ¨²nicas¡±, ha subrayado el director de Apocalypse Now. Tambi¨¦n Tom Cruise ha bendecido el acontecimiento en su cruzada por las salas del cine. Son pel¨ªculas, adem¨¢s, que no tratan al espectador como ganado, siendo comerciales, como demuestran los cerca de 250 millones invertidos solo en marketing y publicidad por ambas. Y reflejan una visi¨®n de la vida muy alejada de los postulados de la ultraderecha que campan por el mundo: desde las co?as con el machirulo Ken hasta el compromiso con la izquierda (y con la Rep¨²blica espa?ola) del poli¨¦drico y contradictorio f¨ªsico, padre de la bomba at¨®mica, un h¨¦roe en su pa¨ªs, EE UU, hasta que empezaron a perseguirlo por sus ideas y sus relaciones.
Barbie puede resultar al final empalagosa y reiterativa y Oppenheimer, pecar de grandilocuente y excesiva, pero ambas son pel¨ªculas recomendables, con aspectos interesantes, hasta el punto de que hay espectadores que han visto las casi dos horas de la primera y las tres de la segunda en una sesi¨®n continua o de manera consecutiva. Tarantino es uno de ellos. En Twitter (o X) hay numerosos testimonios y memes de todo tipo con el hashtag de #Barbenheimer. En la b¨²squeda de semejanzas entre dos pel¨ªculas que no se parecen en nada y son de productoras rivales, se llega a se?alar la coincidencia de los mismos dobladores para dos personajes de sendas pel¨ªculas. ¡°Ya terminaron mis vacaciones, no han sido las mejores, pero el #Barbenheimer y ciertos d¨ªas que he pasado con mi familia han valido oro. A veces cuando se tiene poco y menos se valora m¨¢s que cuando nos sobra¡±, apuntan un tuitero.
Los memes se repiten con intercambios y conjunci¨®n de protagonistas y temas entre ambas pel¨ªculas. Algunos son muy ocurrentes en sus asociaciones y otros resultan especialmente llamativos por su brutal banalizaci¨®n de la bomba at¨®mica. Dos ejemplos: la enorme nube en forma de hongo de una explosi¨®n nuclear va adoptando el color rosa hasta que da paso a un ¡°barbie¡± muy cuqui trazado en el cielo por una avioneta; o un peinado hongo nuclear te?ido de rosa...
En Jap¨®n no han sentado nada bien estos memes a algunos tuiteros. A¨²n no se ha estrenado Oppenheimer, porque la industria tiene en el pa¨ªs asi¨¢tico sus propios tiempos para los blockbusters americanos y porque no ser¨ªa muy apropiado a las puertas del 6 y 9 de agosto, los d¨ªas en que el ej¨¦rcito estadounidense arroj¨® en 1945 las bombas at¨®micas en Hiroshima y Nagasaki que provocaron la muerte de alrededor de 250.000 personas y precipitaron el fin de la II Guerra Mundial. La distribuidora de la propia productora Warner he tenido que pedir disculpas a los medios por las ¡°interacciones insensibles en redes sociales¡± de la cuenta estadounidense. El marketing tiene un l¨ªmite, sobre todo cuando se tira piedras a su propia cuenta de resultados. Tuiteros japoneses han respondido con el hashtag #NoBarbenheimer y con memes anunciando el estreno de Barbie entre las atacadas Torres Gemelas o con la protagonista subida en el hombro de Bin Laden. No todo es de color de rosa en Barbenheimer.